Pasaje bíblico: Daniel 2:1-23.
Como vimos al final del capítulo de ayer, la contrapropuesta de Daniel y sus amigos fue tan inteligente, tan audaz y tan cargada de fe, que los posicionó entre los mejores. Diez veces mejores que todos los demás. Sin embargo, esta nueva posición también los puso en el ojo de la tormenta el día que las pesadillas azotaron al rey Nabucodonosor.
UN SUEÑO PERTURBADOR 1
¿Qué sucede con Nabucodonosor? (vs.1)
Claramente no estuvo soñando con ovejitas porque dice que el sueño lo perturbó. Un sueño agradable jamás te perturba, por lo tanto, lo que soñó Nabucodonosor fue tan intenso, tan real, que lo sacudió completamente. ¡Y estamos hablando de un tipo que estaba muy acostumbrado a las experiencias intensas! Batallas, conquistas, muertes, decapitaciones, eran actividades constantes en la vida de estos reyes.
Sin embargo, Nabucodonosor se dio cuenta que su sueño perturbador no fue el producto del estrés, ni de las intensas preocupaciones de su cargo político, ni del consumo de bebidas alcohólicas. Había algo sobrenatural en ese sueño, algo que él mismo no podía identificar y que lo dejó agitado, asustado y muy preocupado.
¿A quiénes consulta rápidamente Nabucodonosor? (vs.2-3)
¿Y qué le piden ellos? (vs.4)
Así como Dios trabaja y se manifiesta poderosamente a través de nosotros, sus hijos, de manera muy similar, Satanás y el mundo espiritual demoníaco, opera y se manifiesta por medio de curanderos, astrólogos, hechiceros, magos, brujos, parapsicólogos, pais, mais, mediums, tarotistas, chamanes y un largo etcétera. Si consultas a algunos de estos personajes le abres puertas a los demonios. Los reyes de la antigüedad, así como los presidentes y gobernadores de nuestra época, estaban rodeados de esos tipos. Muchos de ellos son unos chantas mentirosos y usureros. Otros en cambio, son realmente poderosos porque están re-endemoniados. ¡No les tengas miedo! porque el Espíritu de Dios habita en ti, pero cuanto más lejos te mantengas de ellos, más saludable será tu vida.
Sin embargo, ¿con qué planteo los sorprende Nabucodonosor? (vs.5-6) ¿Qué le responden sus “asesores” endemoniados? (vs.7)
¿Y con qué “verdad” los confronta el rey? (vs.8-9)
Claro. Había que ser muuuuuuuuuyyyy tonto para no darse cuenta que muchos de esos “asesores” eran unos tremendos mentirosos. Hábiles con la palabra, con el discurso, pero llenos de fantasías y mentiras. “Si ustedes son tan poderosos, -les dice Nabucodonosor-, entonces díganme qué soñé. Entonces sabré que la interpretación es correcta y que no me están mintiendo. De lo contrario, los mataré a todos por mentirosos y estafadores”.
¿Entiendes? Ni Nabucodonosor confiaba en sus propios asesores.
¿Qué le responden ellos al rey? (vs.10-11)
¡Woooww! Ahora se sinceran y reconocen sus limitaciones. Hasta el más poderoso demonio, Satanás inclusive, tiene poder limitado. Solo Dios es todopoderoso, ilimitado, eterno, creador y autosuficiente. ¡Y Él es nuestro Papá! Somos sus hijos, estamos bajo su cuidado y protección (a menos que te metas en donde no debes meterte y te relaciones con la gente con la que no debes relacionarte, en ese caso, te quedas solo, solito).
El sinceramiento de los brujos no sirve de nada. Al contrario, ¿qué provoca en Nabucodonosor y quiénes más caen con ellos? (vs.12-13)
Daniel, que no estaba enterado de nada, ¿qué hace? (vs.14-16)
¡Todo mal! Ahora también ellos están condenados a muerte.
EL PODER DEL ACUERDO
Durante sus últimas horas de vida, ¿qué deciden hacer? (vs.17-18)
Daniel sabe que no es una batalla que puede pelear solo. Él no es un héroe solitario, necesita de sus amigos de fe. Ananías, Misael y Azarías son tan espirituales y maduros como él. Esta batalla se pelea en oración y en el poder del acuerdo. Los cuatro orarán por lo mismo. Los cuatro golpearán con sus oraciones, las puertas de los cielos. Los cuatro clamarán hasta que el trono de los cielos se mueva a favor de ellos y llegue la respuesta.
No hay tiempo que perder. Tienes que orar ahora, clamar ahora, interceder ahora. No cuando “sientas” ganas de hacerlo. No cuando las cosas estén mejores. ¡Ahora! es tu batalla. ¡Ahora! debes pelearla en oración.
Entonces, ¿qué sucede y cómo reacciona Daniel? (vs.19-23)
De Dios viene la revelación, el poder, la sabiduría, la ciencia, la claridad para ver lo que no veíamos. Él saca a luz lo escondido y lo manifiesta. Él nos preserva del mal para cumplir su propósito en nosotros. Él es nuestro Papá.
Extracto del libro Desafíos PJA Daniel
Por Edgardo Tosoni
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