Si me lo permites, me gustaría darte algunos consejos que te pueden ayudar muchísimo a comenzar tu vida de pareja. Quizás no tengas muchos recursos (como siempre), pero puedes sentar las bases para que tu vida matrimonial disfrute de un elemento esencial a largo plazo: felicidad.

Siete recomendaciones para comenzar «con el pie derecho»

1. Comienza y vive tu vida matrimonial no debiéndole un peso a nadie: naciste libre, mantente libre. De esa manera, evitarás la fuente de estrés número 1 en el matrimonio: las deudas. Ya hablamos de este asunto, entonces, no voy a volver sobre él. Solamente te voy a insistir en que hagas un compromiso para vivir en libertad.

2. Antes de poner una fecha para el casamiento, trata de armar un plan de control de gastos unificado: eso te mostrará si puedes casarte o no. Mira las entradas que han de tener y los gastos que habrá en la nueva pareja. ¿Pueden realmente vivir con sus entradas?
No sean demasiado positivos. Minimizar el cálculo de gastos y maximizar la proyección de entradas es un error muy común en las parejas jóvenes. Sean honestos.

3. Comprométanse a no quemar la fortuna familiar el día del casamiento: el día de tu casamiento es muy, muy importante, y lo recordarás por el resto de tu vida. Pero no es lo más importante. Ese es un engaño de lo que yo llamo «el síndrome de la Cenicienta», una idea que nos ha estado vendiendo Hollywood desde mediados del siglo veinte. Si recuerdas, todas las historias de amor terminan el día del casamiento de la bella y el «Príncipe Azul». Las historias que nos cuentan cuando niños no hablan de la realidad al otro lado del matrimonio, ese es el clímax de la historia.

Sin embargo, después de tantos años de consejería matrimonial y de trabajar con miles de parejas alrededor del mundo, me he dado cuenta de que eso de que la noche de tu boda es la más importante de tu vida es una farsa. Piensa, si la noche de tu boda es el «pico», el «punto más alto»de tu vida, ¿qué hay del otro lado?… ¡Solo barranca abajo!
Créeme, tendrás otros días y noches mucho más importantes que la noche de tu casamiento. Tendrás viajes mucho más sofisticados que los de tu luna de miel. Te vestirás con vestidos mucho más caros que el de tu traje de novia… ¡Claro que tendrás experiencias mejores!

Piensa: ¿qué es lo realmente importante? ¿Qué es lo que queremos lograr con la celebración de nuestro casamiento? ¿Cómo podemos lograr nuestras metas con la mínima inversión? ¡Sean creativos! Entonces, coloca las cosas en perspectiva, y no te dejes engañar por el «síndrome de la Cenicienta». Establece claramente cuáles son tus metas para el día de tu casamiento y, luego, busca la manera más creativa y menos costosa de hacerlo. Guárdate el resto del dinero. Sean creativos, diviértanse como locos, tengan a la gente que más aman cerca suyo ese día, tengan un tiempo de compañerismo íntimo con las personas más cercanas a su pareja y disfruten de algunos días en pareja en algún lugar apartado para su luna de miel. Pero recuerda, lo más importante de tu vida comienza una vez que vuelves a casa.

4. Traten de comenzar a vivir el presupuesto familiar dos meses antes del casamiento: eso les permitirá cometer algunos errores y ajustarse a una vida económica unificada.

5. Un mes antes del casamiento, abran dos nuevas cuentas de banco, una de cheques y una de ahorro: comiencen a colocar en esas cuentas de banco todo el dinero que reciben.

6. Una vez que vuelven de la luna de miel, unifiquen completamente su vida económica: eso significa unificar las cuentas bancarias, las cuentas de ahorro a corto y largo plazo, los planes de retiro, los beneficiarios de los seguros, los contactos en caso de emergencia y todo el resto de la vida económica de la nueva familia. Recuerda, ahora los dos son UNO y deben funcionar de esa manera.

7. Abre canales de comunicación sobre el tema de las finanzas: aprende a comunicarte regularmente con tu pareja sobre temas financieros y reúnanse para evaluar la vida económica con regularidad.

Todos los años deberían tomar un día completo de «vacaciones», sin niños, para hacer una evaluación a fondo de qué es lo que ocurrió el año pasado y hacia dónde van el año por venir. Todos los meses deben tomar toda una tarde, quizás un domingo por la tarde, para evaluar qué es lo que ocurrió el mes anterior y cómo encarar el mes que viene. Finalmente, todas las semanas, deben tomar unas dos o tres horas, quizás el sábado por la mañana, después del desayuno, para darle una buena mirada a la economía familiar: cuáles fueron los problemas que tuvimos la semana pasada y cómo los vamos a arreglar la semana que viene.

  • Desarrollen su plan juntos. Luego, divídanse la implementación del plan.
  • Nunca se escondan compras el uno del otro.
  • Nunca escondan dinero el uno del otro.
  • Siempre incluye a tu pareja en las decisiones financieras importantes.
  • Siempre pide una opinión de tu cónyuge cuando vas a gastar más que unacierta cantidad determinada (por ejemplo, más del equivalente a cien dólares). Eso determínenlo en pareja.

Extracto del libro «Una Esperanza y Un Futuro»

Por Andrés Panasiuk

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