¿ES NECESARIO QUE ME GUSTE A MÍ MISMO?
¡Sí! ¡Las personas que no se gustan a sí mismas son insoportables! Usualmente, las personas con una mala imagen de sí mismas utilizan una de estas dos desagradables estrategias:
- Te critican mucho.
- Se critican mucho.
ESTRATEGIA A: Te critican mucho. Creen que criticando a los demás se sentirán mejor consigo mismos… Si tus papás, amigos o hermanos no se gustan a sí mismos, es posible que te critiquen a ti y a todos los que los rodean. Sólo recuerda que te critican porque tienen un problema. Si tienes en mente que ellos lo hacen porque están sufriendo, no te molestará tanto su comportamiento.
ESTRATEGIA B: Algunas personas que no se gustan a sí mismas se critican mucho. Utilizan la psicología inversa. Por ejemplo, Mary, que no se gusta a sí misma, siempre te está diciendo: «Eres más bonita que yo. Eres más lista. A nadie le gusto». Ella espera que tú contestes: «¡No, Mary! Tú eres muy lista. Eres hermosa». ¡Al cabo de un tiempo, personas como Mary finalmente te exasperan!
En pocas palabras: Cuando no nos gustamos a nosotros mismos, molestamos a las demás personas. También nos provocamos mucho estrés. Cuando nos aceptamos un poco más, dejamos de jugar estos juegos.
¿CÓMO PUEDO GUSTARME A MÍ MISMO?
En nuestro interior, la mayoría de nosotros creemos que deberíamos ser mejores. Pensamos que debíamos haber obtenido calificaciones más altas. Queremos ser populares y ser parte del grupo de amigos más popular. Sentimos que no satisfacemos las expectativas de nuestros papás, y ellos ayudan a reforzar esta idea cuando nos preguntan: «¿Por qué no puedes ser como tu hermano?»
Cuando te sientas mal, sé tu mejor amigo. Acepta que hasta ahora has vivido tu vida de la mejor manera que has podido. ¡Nadie arruina su vida a propósito! Como todos, tú has cometido errores, pero con más información podrás actuar mejor en el futuro.
Gustarte a ti mismo significa perdonarte. Si has cometido algunos errores graves, si has lastimado a otra persona —o a ti mismo—, sentirte culpable no servirá de nada. Si te sientes culpable con respecto a algo, ya has sufrido bastante. Sentirte culpable otros seis meses no ayudará a nadie.
OLVIDA LA PERFECCIÓN Y CONCÉNTRATE EN MEJORAR
Es gracioso. Cuando te perdonas por tus errores, de manera automática empiezas a perdonar a los demás cuando cometen esos errores. Tal vez te veas a ti misma y digas: «¡No soy guapa como mi hermana, no soy talentosa como mis amigos, y no soy especial en nada! ¿Cómo puedo sentirme bien con lo que soy?». Los hechos: nadie es bueno en todo, ¡pero la mayoría creemos que deberíamos serlo!
El talento y la belleza son muy útiles, pero hay muchas personas talentosas y hermosas a las que no necesariamente admiramos. ¡Algunos de ellos son verdaderamente intolerables! Las cualidades que la mayoría valoramos son honestidad, valentía, persistencia, generosidad y humildad. Analiza esta lista y descubrirás algo interesante. Uno no nace con estas cualidades. Uno las desarrolla. ¡Cualquiera puede poseerlas! Si quieres sentir respeto por ti mismo y que los demás te respeten no tienes que ser un Einstein o una supermodelo. Simplemente trabaja en desarrollar tu honestidad, determinación, generosidad, humildad y valentía. A esto se le llama «carácter».
En pocas palabras: La manera en que te sientas con respecto a ti mismo depende de ti.
¿Y si nadie me elogia?
Cuando tienes tres años de edad necesitas la aprobación de todo mundo: «Mamá, papá, mírenme. ¡Miren qué listo soy!» Y mamá dice: «¡Sí, tesoro! ¡Ya puedes sacar la lengua! ¡Debes ser un genio!». Cuando crecemos aprendemos a pararnos sobre nuestros propios pies. Con la madurez empezamos a tomar más en cuenta nuestra opinión y menos la de los demás. Es agradable recibir elogios de otras personas, pero esto no siempre sucederá. Al crecer aprendemos a vivir sin ellos. A esto se le llama «madurar». Cuando no recibas aliento ni apoyo de nadie, apóyate a ti mismo. Reflexiona en los logros que has tenido; piensa en las cosas positivas y generosas que haces.
SENTIRME BIEN
Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos nos llenamos de salud, tenemos más energía, y los problemas no nos parecen tan graves. Cuando nos sentimos tristes —o cuando no nos gustamos a nosotros mismos— es casi como si nos castigáramos. Nos alimentamos con comida chatarra o provocamos discusiones. No es que lo hagamos de manera consciente, pero así pasa. En esos días tristes es más probable que nos caigamos en la escalera o que nos tropecemos con el tapete. Incluso parece que los accidentes sólo ocurren cuando nos sentimos deprimidos.
Entonces, ¿qué debes hacer para sentirte bien contigo mismo?
1. Nunca te critiques. Todos cometemos errores, pero no tenemos que anunciarlos a los cuatro vientos. Habla siempre bien de ti.
2. Acepta los cumplidos. Cuando alguien te ofrezca un cumplido, recíbelo como un regalo.
3. Ofrece más cumplidos. Existe el mito de que si ofreces un cumplido a otra persona, ésta se envanecerá y tú te sentirás peor. La verdad es que siempre te sentirás mucho mejor.
4. Distingue tu comportamiento de tu persona. Todos cometemos errores. Cuando cometas uno, asegúrate de decir «cometí un error» y no «soy un error».
5. Pasa tiempo con personas positivas. La gente con la que estás tiene una gran influencia en cómo te sientes. Si tu familia no es positiva ni te apoya, entonces necesitarás encontrar amigos felices que te brinden apoyo. Ve y diviértete un poco.
6. Continuamente, proyecta en tu cabeza películas sobre cómo quieres ser. Si proyectas repetidas veces películas acerca de ti mismo en las que eres seguro, feliz y exitoso, empezarás a ser así. Es la ley de la mente. Te conviertes en aquello que piensas.
7. Así como necesitas una buena alimentación diaria, necesitas buenas ideas cada día. Independientemente de si éste es el primer libro de «desarrollo personal» que lees o no, ¡lee más! El desarrollo personal es un programa para toda la vida. Hay cientos de libros sobre cómo mejorar la memoria, obtener seguridad económica, desarrollar la confianza y hacer amigos. Todos necesitamos una dosis regular de este tipo de información.
Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz
Por Andrew Matthews