PASO 2: ENGAÑO CONTRA VERDAD

La verdad se encuentra en la Palabra de Dios, la Biblia. Dios desea que plantemos Su verdad en nuestros corazones para que vivamos la verdad (Salmo 51:6). Cuando David vivió una mentira, sufrió realmente. Cuando encontró, por fin, la libertad al aceptar la verdad, escribió: “Bienaventurado el hombre … en cuyo espíritu no hay engaño” (Salmo 32:2). Debemos liberarnos de todo lo falso que haya en nuestras vidas y decir la verdad en amor (Efesios 4:15,25).

Comienza este importante paso leyendo en voz alta la siguiente oración: Amado Padre celestial: Sé que Tú deseas que yo enfrente la verdad y que debo ser honesto contigo. Sé que eligiendo creer la verdad, ésta me hará libre (Juan 8:32). Reconozco que he sido engañado por Satanás, el padre de la mentira (Juan 8:44) y que me he engañado a mí mismo (1 Juan 1:8). Pensé que podía esconderme de Ti, pero Tú lo ves todo y a pesar de ello sigues amándome. Pido en el nombre del Señor Jesucristo que Tú reprendas a todos los espíritus engañadores por medio de Tu justo Hijo Jesús, que derramó Su sangre en la cruz y fue levantado de los muertos por mí. He invitado a Jesús que venga a mi vida y yo soy Tu hijo. Por lo tanto, mando a todos los espíritus malos que se vayan de mí por la autoridad del Señor Jesucristo. Ahora pido al Espíritu Santo que me guíe a toda verdad. Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; muéstrame si hay algo en mí que yo esté tratando de ocultar (Salmo 139:23-24) porque quiero ser libre. Oro en el nombre de Jesús. Amén.

Puedes darte un tiempo para pensar en las artimañas que Satanás ha empleado para engañarte ¿Has estado escuchando a falsos maestros o a espíritus engañadores? ¿Has estado viviendo engañado por ti mismo? ¿Has recurrido a disculpas para justificar tu conducta? Ahora que estás vivo en Cristo y perdonado, ¡no tienes que vivir una mentira y no tienes que defenderte! Verifica a continuación todo lo que se aplique a ti.

Cómo puedes engañarte:

  • Oyendo la Palabra de Dios sin hacerla (Santiago 1:22; 4:17).
  • Diciendo que no tienes pecado (1 Juan 1:8).
  • Pensando que eres algo que realmente no eres (Gálatas 6:3).
  • Pensando que eres sabio en las cosas del mundo (1 Corintios 3:18-19).
  • Pensando que no cosecharás lo que sembraste (Gálatas 6:7).
  • Pensando que la gente impía estará en el reino de Dios (1 Corintios 6:9).
  • Pensando que puedes andar con malas compañías y que eso no influirá en ti (1 Corintios 15:33).

Maneras equivocadas de defenderte:

  • Rechazas enfrentar las cosas que realmente te han sucedido.
  • Te escapas del mundo real.
  • Te alejas para evitar que te rechacen.
  • Te regresas a una época menos amenazante.
  • Descargas tus frustraciones en otras personas.
  • Buscas disculpas.

Ora en voz alta lo que sigue respecto de cada cosa que haya sido cierta en tu vida: Señor, reconozco que he sido engañado en el área de……………………… Te agradezco por perdonarme. Me comprometo a conocer y seguir Tu verdad.

Elegir la verdad puede ser difícil si has estado viviendo una mentira “siendo engañado” durante un tiempo. Saber que eres perdonado y aceptado como hijo de Dios es lo que te libera para enfrentar la realidad y declarar tu dependencia de Él. La fe es la vía de Dios para que nosotros respondamos a la verdad; creer la verdad es una decisión. Cuando alguien dice “quiero creer en/a Dios pero no puedo” está siendo engañado, ¡claro que podemos creer en/a Dios! La fe es algo que tú decides hacer, no algo que sientes ganas de hacer. Creer la verdad no la hace verdadera sino que por ser la verdad, la creemos.

Lo que importa no es la idea de que “creemos” algo sino lo importante es qué o en/a quién creemos. Todos creen en algo y todos caminan por fe según lo que creen pero si lo que creemos no es verdad, entonces no será buena la vida que llevaremos. Para los cristianos es sumamente importante declarar lo que creen basados en la verdad de la Palabra de Dios. Llenar nuestra mente y corazón con la verdad es la mejor forma de liberarnos del engaño del diablo. Lee en voz alta la siguiente “Declaración de verdad”. Léela cada día durante varias semanas para renovar tu mente y edificar tu fe.

Declaración de verdad

1. Reconozco que hay un solo Dios verdadero y vivo (Éxodo 20:2-3), que existe como Padre, Hijo y Espíritu Santo. El solo es digno de todo honor, alabanza y gloria. Creo que El hizo todas las cosas y las sustenta (Colosenses 1:16-17).

2. Reconozco a Jesucristo como el Mesías, la Palabra encamada que habitó entre nosotros (Juan 1:1-14). Creo que El vino a destruir las obras de Satanás (1 Juan 3:8).

3. Creo que Dios me demostró Su amor enviando a Cristo a morir por mí aún cuando yo era un pecador (Romanos 5:8). Creo que El me rescató del dominio de las tinieblas y me trasladó al reino de Su Hijo, quien ha perdonado mis pecados y me ha liberado (Colosenses 1:13-14).

4. Creo que soy espiritualmente fuerte porque Jesús es mi fortaleza. Tengo la autoridad para pararme firme en contra de Satanás porque soy un hijo de Dios (1 Juan 3:1-3). Creo que fui salvado por la gracia de Dios por medio de la fe, y que esto fue un regalo de Dios y no resultado de obra alguna de parte mía (Efesios 2:8).

5. Elijo ser fuerte en el Señor y en la fortaleza de Su poder (Efesios 6:10). No confío en la carne (Filipenses 3:3), pues las armas de nuestra milicia no son carnales (2 Corintios 10:4). Me pongo toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-20) y resuelvo permanecer firme en mi fe y resistir al maligno.

6. Creo que separado de Cristo nada puedo hacer (Juan 15:5) de modo que dependeré totalmente de El. Prefiero permanecer en Cristo para dar mucho fruto y glorificar al Señor (Juan 15:8). Anuncio a Satanás que Jesús es mi Señor (1 Corintios 12:3) y rechazo todos los dones falsos u obras de Satanás en mi vida.

7. Creo que la verdad me libertará (Juan 8:32). Me enfrento a las mentiras del diablo llevando cautivo cada pensamiento a la obediencia de Cristo (2 Corintios 10:5). Creo que la Biblia es la única guía confiable para mi vida (2 Timoteo 3:15-16). Escojo hablar la verdad en amor (Efesios 4:15).

8. Elijo presentar mi cuerpo a Dios para que sea usado como instrumento de justicia, en sacrificio vivo y santo y escojo renovar mi mente por la Palabra de Dios (Romanos 6:13; 12:1-2). Me despojo del viejo hombre con sus malas costumbres y me revisto del nuevo hombre (Colosenses 3:9-10). Soy una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5:17).

9. Pido a mi Padre celestial que me llene con Su Espíritu Santo (Efesios 5:18), que me dirija a toda verdad (Juan 16:13) y que me de poder para vivir por encima del pecado y no satisfacer los deseos de la carne (Gálatas 5:16). Crucifico la carne y elijo ser dirigido por el Espíritu Santo y obedecerlo (Gálatas 5:24).

10. Renuncio a todas mis metas egoístas y opto por la meta definitiva del amor (1 Timoteo 1:5). Elijo obedecer los dos mayores mandamientos: amar al Señor mi Dios con todo mi corazón, alma y mente y amar a mi prójimo como a mí mismo (Mateo 22:37-39).

11. Creo que Jesús tiene toda potestad (autoridad) en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18) y que Él gobierna sobre todo (Colosenses 2:10). Creo que Satanás y sus demonios me están sujetos en Cristo porque soy miembro de Su cuerpo (Efesios 1:19-23). Obedeceré el mandamiento de Dios de someterme a Él y resistir al diablo (Santiago 4:7). En el nombre de Cristo mando a Satanás que se vaya de mi presencia.

Extracto del libro Rompiendo Las Cadenas Edición Para Jóvenes

Por Neil T. Anderson y Dave Park

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