Continuemos.

La preocupación nunca ofrece solucio­nes, nunca te guía hacia Dios. Sólo te lleva más adentro de ti mismo y empeora tus asuntos hasta que estás sobre tu estómago, como la serpiente, en lugar de tus rodillas, como deberías estar. Veamos algunos ejemplos más de la Biblia que provocan que la preocupación surja. ¿No es interesante ver cómo la Biblia es actual y relevante? Nosotros podemos obte­ner de ella ejemplos maravillosos que nos ayudan con lo que sucede hoy en día, en el siglo 21. ¡Sorprendente!

Empezando con Mateo 6:25-30, nos podemos dar cuen­ta qué tan inútil es preocuparse por las cosas diarias de nuestra vida. ¡Tu vida es más importante que las cosas!

Mientras estás aprendiendo a pensar en cosas de nuevas formas, espero que te des cuenta que ya eres bastante inteligente. De hecho, ya te habrás dado cuenta que entre más cerca te pegues a Dios, tendrás menos de qué preo­cuparte. Entre más te mantengas en el mundo, te sentirás más insatisfecho con lo que tienes. La verdad es que si tienes o no el aparato electrónico más reciente para tocar música o eres dueño de tu propio celular o vistes lo más moderno de la moda, tienes más que la mayoría de los niños en el mundo. Incluso, el simple hecho de que ten­gas todos los días comida sobre la mesa y un lugar para bañarte cuando quieras o un lugar acogedor para dormir, significa que tienes más que la mayoría de este mundo.

La única razón para que veamos eso es para obtener la perspectiva. Si te sientes como si no tuvieras todo lo que tu mejor amigo tiene, detente y piensa en eso. ¿No te han provisto con cada cosa que ha sido esencial? ¿No has sido poderosamente bendecido? El pasaje de la Biblia que acabamos de ver es un re­cordatorio de que Dios ha cuidado de todos aquellos que creó, justo como lo hace con las aves y las flores. Él ha ase­gurado que la vida puede ser sustentable y para disfrutar.

Probablemente quieres tomar un tiempo para ir a observar unas cuantas aves. ¿Parecen estar preocupa­das? G.K. Chesterton dijo que «los ángeles pueden volar porque no se permiten ningún sobrepeso». A veces, pare­ciera que también necesitamos hacer eso. Necesitamos quitar el sobrepeso y tomar en se­rio nuestra fe y sabre­mos, sin duda ni preocupación, que todo aquello que necesitamos está siendo aten­dido. Dios ha planeado las cosas para nuestro bien. Dios ya ha planeado las cosas para tu bien. De hecho, Él te recuer­da que vales más que cualquier ave. Así que, ¿por qué te preocuparías?

¡Busca, Espera, Persigue, Ve Tras Dios! Una de las cosas más importantes se encuentra en este versículo que debes recordar en cualquier momento que seas tentado a dudar. Se encuentra en la misma sección de Mateo, en el versículo 33. Dice así: «Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas».

En otras palabras, cuando realmente luchas para que Dios sea el número uno en tu vida y lo buscas en cada cosa que haces; y llenas tus pensamientos con Él, queriendo más de lo que Él ofrece, descubrirás que estás en paz. Te darás cuenta que está pendiente de ti de una forma enorme, y que no tienes preocupaciones para nada.

¡Sigue así! Busca más de Él y menos del mundo. Tú co­menzarás a ver las cosas de manera diferente y a pensar correctamente. Esas hierbas locas de preocupación se se­carán porque de todas formas, no pertenecen a tu jardín.

Extracto del libro “El Campo de Batalla de la Mente Para Niños”

Por Joyce Meyer

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