Historia de Vida
Recuerdo que la selección de fútbol de mi colegio era una de las peores del distrito. No ganaron un solo partido en toda la temporada. Los chistes en torno a las goleadas que recibían eran frecuentes.
Un nuevo director llegó al colegio. Hizo muchos cambios. Mejorar el rendimiento deportivo fue una de sus prioridades. Reunió a todos los jugadores y les compartió su visión de hacer del equipo de fútbol el mejor de la ciudad.
Luego de desafiarlos y animarlos, les ofreció que si ganaban el próximo partido les regalaría una bicicleta montañera nueva a cada uno de ellos.
Los futbolistas del colegio estaban súper entusiasmados. Durante los siguientes días no hicieron nada más que respirar y hablar del partido. Por las noches soñaban con su victoria y se veían manejando sus flameantes bicicletas. Uno a otro se alentaba para conseguir la victoria.
Finalmente, llegó la tarde del partido. El equipo se reunió y hasta pidieron la ayuda de Dios. El entusiasmo estaba al rojo vivo. Entraron a la cancha muy motivados, gritando arengas. Estaban con la moral al tope y listos para derrotar al enemigo.
El resultado final fue de 5 a 0 a favor de sus contrincantes. La historia se volvió a repetir.
Tiempo de Conversar
- ¿Cómo definirías emocionalmente a los jugadores?
- ¿Por qué no pudieron ganar el partido?
- ¿Qué podemos aprender acerca de las emociones de esta historia?
¿Qué Dice la Biblia?
Lee Mateo 26:36–46.
- Describe las diferentes emociones y sentimientos que experimenta Jesucristo en este relato.
- ¿Cuál es la causa de la tristeza y angustia de Jesús?
- Ponte en el lugar de Jesús: ¿Qué desearías hacer en ese instante: huir o enfrentar la cruz?
- ¿Actuó Jesús de acuerdo con sus sentimientos y estado de ánimo?
- ¿De dónde Jesús sacó fuerzas para hacer la voluntad de su Padre aun yendo en contra de sus emociones?
Aplícalo a tu Vida
- ¿Alguna vez has experimentado la lucha entre tus emociones y tu razón? ¿Entre lo que quieres hacer y lo que debes hacer? Comparte tu experiencia.
- ¿Qué debemos hacer para someter nuestros deseos a nuestra voluntad cuando estos entran en conflicto?
Para Reflexionar
Las emociones son un don de Dios con el que los seres humanos fuimos dotados.
Ellas son un testimonio vivo de cuán profundo una experiencia puede afectar nuestras vidas. Sin ellas, la vida se volvería fría e insípida. Pero, a la vez, debemos reconocer que nuestro mundo afectivo ha sido profundamente dañado por el pecado. Muchas veces nos produce placer hacer cosas que sabemos que
están mal, y no nos entusiasma mucho obrar correctamente, sobre todo si ello implica esfuerzo y sacrificio. Nuestros sentimientos no acompañan las decisiones de nuestra voluntad. Por ello, es tan importante abrirnos a la obra regeneradora de Dios a través de su Espíritu. El Espíritu vuelve a conectar
nuestra mente con nuestro corazón y produce en nosotros un profundo anhelo por hacer la voluntad de Dios. Jesucristo era capaz de llorar frente al amigo muerto, airarse frente a la injusticia, gozarse en su obediencia al Padre y entristecerse frente a la muerte. Jesús vivió la vida con pasión y apasionó a los
hombres que lo siguieron. Y nada hay más necesario en el mundo de hoy que jóvenes apasionados por su fe, que amen a Dios con toda su mente y corazón.
Extracto del libro “La Juventud Frente a los Desafíos Contemporáneos”
Por Alex Chiang