Historia de Vida
Historia 1:
Juan se encontraba en el segundo año de sus estudios universitarios. La carrera que eligió no era lo que pensaba. Eso se evidenciaba en sus notas. El semestre pasado, de los siete cursos, sólo había aprobado dos.
Todo esto llevó a Juan a pensar si había tomado una buena decisión.
—Si estudiara algo que realmente me gustara, estoy seguro de que me iría bien—se decía.
—Ahora, si me cambio de carrera, ¿cuál elijo? —se preguntaba Juan. ¿Cómo puedo saber lo que realmente me gusta?
Historia 2:
A Enrique le gustaba desde pequeño la pintura. Era un excelente dibujante. Cuando terminó el colegio, deseaba entrar a estudiar dibujo y pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes. El padre de Enrique no estaba de acuerdo con el deseo de su hijo. Pensaba que era una carrera poco rentable. Le dijo:
—¡La pintura está bien como hobby pero no para vivir de ella! ¡Yo no voy a tirar mi dinero al agua! Yo estoy dispuesto a apoyarte sólo si estudias una carrera que te garantice un mejor porvenir. Ahora no me entiendes, pero en el futuro me agradecerás.
Enrique se encontraba entre la espada y la pared: O estudiaba lo que realmente le gustaba, sin el apoyo de su padre, con la incertidumbre de saber si podría vivir de pintor; o estudiaba algo que no le gustaba mucho pero que le asegurada un mejor futuro y el respaldo de sus padres.
Historia 3:
Francisca había terminado con mucho esfuerzo su Secundaria en una escuela nocturna. De día trabajaba como empleada del hogar. Hubiera deseado estudiar en la universidad pero sabía que era un sueño imposible. Pero una cosa era clara para ella: No iba a ser empleada del hogar para siempre.
Se matriculó para estudiar por las noches en un instituto de confección de vestidos. Luego de dos años, por fin Francisca se graduó. Ahora se le presentaba el reto de tomar una decisión:
—¿Sigo como empleada doméstica sabiendo que aunque no gano mucho, tengo una habitación y comida aseguradas; o renuncio para dedicarme a la costura?
Esto implica alquilar un cuarto para vivir y montar mi taller. No estoy segura de si me irá bien.
Tiempo de Conversar
- ¿Cuál es la problemática común que enfrentan los tres jóvenes de estas historias?
- ¿Qué consejo le darías a Juan sobre cómo descubrir cuál carrera debe estudiar?
- ¿Debe Enrique estudiar lo que le gusta o seguir el consejo de su padre?
- ¿Debe Francisca arriesgarse a dejar la casa donde trabaja?
¿Qué Dice la Biblia?
Lee Efesios 6:5–9.
- ¿Cómo te imaginas los sentimientos de un esclavo respecto al trabajo?
- ¿En qué debe diferenciarse un esclavo cristiano de uno que no lo es en relación con su trabajo?
- ¿Cuáles son las razones que la Biblia da para que el trabajo deje de ser un frío deber y obligación para convertirse en una aventura fascinante (incluyendo el trabajo de un esclavo)?
- A partir del texto leído, ¿cómo definirías la vocación?
Aplícalo a tu Vida
- ¿Cuál es tu actitud frente a los estudios y el trabajo?
- ¿Qué aspectos de la vida cristiana necesitas aplicar en tu mundo estudiantil o laboral?
- Lo que haces, ¿es por obligación o vocación?
Para Reflexionar
¿Te imaginas trabajar en algo que tú pagarías por poder hacerlo y además que te paguen por ello? La Biblia enseña que cuando Dios creó a los seres humanos, los hizo para que encontraran en el trabajo una fuente de realización personal.
Debemos reconocer que por causa de los desórdenes del pecado, el trabajo se ha convertido en un agotador esfuerzo por asegurar la subsistencia diaria. Pero la redención de la cruz alcanza a la totalidad del quehacer humano, y hoy podemos decir que en Cristo el trabajo ha sido transformado para convertirse en una forma de adoración a Dios, de asegurar una vida digna para nosotros y nuestra familia
y una manera de compartir con aquellos que a nuestro alrededor padecen necesidad. Por ello, Jesús redimió tanto el trabajo manual como el intelectual al ser conocido como carpintero primero y maestro después.
Extracto del libro “La Juventud Frente a los Desafíos Contemporáneos”
Por Alex Chiang
