El amor es inteligente mientras que la pasión es ignorante o casi ignorante. ¿En qué sentido la pasión es ignorante? En el sentido de que necesita muy poca información del otro para despertarse con toda su fuerza. Basta una cara bonita o un cuerpo atractivo, porque la pasión no necesita saber más para aparecer con toda su furia. En cambio el amor no; el amor se alimenta, necesita y exige el conocimiento del otro. Desde esta perspectiva no existe tal cosa como el amor a primera vista. A diferencia de la pasión, que con una sola mirada es capaz de despertarse en nuestros corazones, el amor necesita procesar conocimiento del otro.
Conocer es, desde una perspectiva bíblica, el mejor sinónimo de la palabra amar. Cuando la Biblia nos dice que Adán y Eva tuvieron relaciones íntimas, es interesante notar que no utiliza el término frío, técnico, relaciones sexuales. ¿Qué palabra usa? El texto dice: «y Adán conoció a Eva…» (Gn 4.1).
¿Por qué usa la palabra conocer en vez de la palabra amar? Porque conocer es el mejor sinónimo de la palabra amar. Ya los filósofos clásicos enseñaban esta íntima conexión que hay entre amor y conocimiento, hasta el punto de afirmar que “nadie puede amar lo que no conoce”. Estoy de acuerdo con los que opinan que entre el amor y el odio hay una línea muy pequeña que los separa. Esa línea se llama cuánto conozco al otro. Porque en la medida que conoces más a una persona, lo amas más o lo odias más.
Cuando uno está enamorado, aun las cosas más insignificantes de la vida de su pareja son importantes. Para aquel que ama aun los detalles más tontos de la vida del otro le parecen tan importantes. El que ama no sólo necesita conocer al otro, sino que disfruta tremendamente al hacerlo. Si esto es así, uno puede saber qué es lo que domina en una relación de pareja, el amor o la pasión, ¿Qué es lo que más hacen cuando están solos? Hay dos cosas que una pareja puede hacer cuando están solos: o hablan o se besan. Y miren que las dos cosas se contraponen. Si hablan mucho, se besan poco y si se besan mucho, hablan poco. La pasión besa mucho y habla poco, en cambio el amor habla mucho y besa poco.
Además, decir que el amor es inteligente, implica que el amor es capaz de reconocer las cualidades que hay en la otra persona que despiertan amor en uno. Nunca falta la joven que se me acerca para decirme que ha conocido a un muchacho y que se siente atraída por él. Y luego me pregunta: ¿cómo puedo saber si lo que siento por él es realmente amor? Yo le pido que en una hoja de papel escriba las cualidades que ha visto en él que han despertado amor en ella.
A veces cuando les pido hacer esto, la persona se pregunta y dice: “¿qué cualidad puedo identificar en la otra persona que ha despertado amor en mí?”.
Luego de pensar la respuesta por varios minutos me dice: “No lo sé, pero lo único que sé es que me gusta”. No, el amor no es así, el amor es capaz de identificar qué es lo que ama en el otro.
Ahora bien, hay que tener cuidado porque en la iglesia hay algunos que son muy…, yo no diría espirituales, pero espiritualoides. Hay algunos que dicen, lo físico no es importante, tienes que enamorarte de su alma, de su espíritu. La atracción física es importante en toda relación. Pero algunos tienen que aprender a santificar sus gustos. En otras palabras, tienen que adecuar sus gustos a su realidad. Algunos muchachos están orando por una modelo de pasarela y ni siquiera se han mirado al espejo. Mi consejo al respecto es que hay que tener lo que llamo una atracción básica y necesaria. ¿Qué es esto? Dicho de otro modo: En cuanto a la atracción física, enamórate de alguien a quien te encantaría darle un beso. No necesitamos más.
Ahora bien, ¿cuánto tiempo necesita uno para saber cómo es ella en casa, cómo es con sus estudios, sus relaciones con sus padres, su fidelidad con las cosas de Dios? No es de la noche a la mañana; se ha necesitado conocerla en diferentes momentos y por mucho tiempo. Por eso le digo que va por buen camino, que su amor es inteligente. Tengo una última pregunta para el muchacho: ¿Cuál es? ¿Qué has visto en ella que no te guste o que no te agrade?
Cuando somos inmaduros en el arte de amar, es difícil darse a conocer. Pero encontrar a alguien que te ame tal como eres, es una de las experiencias más sanadoras y liberadoras de la vida; vale la pena arriesgarse. Una persona está preparado para iniciar una relación de pareja cuando luego de conocer las virtudes y defectos de la persona por quien se siente atraído, puede llegar a decir: así la amo y quisiera compartir mi vida con él o viceversa.
Extracto del libro Una Bendición Llamada Sexo
Por Alex Chiang
