El amor busca desesperadamente el bien del otro. La pasión también busca desesperadamente pero su propio bien. ¿Ustedes saben qué es lo que hace más feliz a un hombre que ama? ¡Es ver sonreír a la persona que ama!
Cuando ves sonreír a la persona que amas, te produce una sensación tan placentera de saber que la persona que amas es feliz a tu lado. Y no hay peor momento que ver llorar al ser que tú amas. Pero el amor es así, el amor busca el bien del otro, vive en aras de la felicidad del otro. En cambio, la pasión no es así, la pasión busca su propio bien. La Biblia afirma esta idea en Efesios 5.25 y 26.

Miren cuál es el modelo de amor de una pareja: ellos deben amarse como Cristo nos amó a nosotros. Hay canciones que dicen que el amor es entregarse; sí, el amor es entregarse, pero no como un fin en si mismo. El amor es entregarse para buscar el bien del otro. Cristo se entregó para santificar a la Iglesia. Aquí está el modelo supremo de amor. Eso nos lleva a pensar en algunas motivaciones profundamente egoístas que tenemos a la hora de querer entrar a una relación de pareja. Algunos sólo buscan estar con una chica para resolver ciertos problemas de identidad.

Existen estudios sobre la personalidad del play boy. ¿Quién es el play boy? Es esa persona que está con una y con otra. No puede estar solo, le da pánico estar sin una pareja, necesita desesperadamente tener una mujer para sentirse hombre. ¿Qué dicen los psicólogos acerca de este tipo de personas? Que es una manera inconsciente de esconder tendencias homosexuales, por eso necesitan desesperadamente una mujer a su lado que reafirme su masculinidad y les recuerde cuán machos son.

A veces las muchachas también tienen motivaciones equivocadas para iniciar relaciones de pareja. Hay chicas que han crecido en un hogar con un padre ausente, o físicamente ausente porque nunca lo conoció, o emocionalmente ausente, porque aunque el padre estaba presente en casa, nunca tuvo una relación afectiva con ellas. En la edad adulta esta niña se vuelve la típica pareja posesiva.
Yo no sé a cuántos les ha tocado una mujer posesiva, ¡qué Dios les tenga misericordia! Es lo peor que les puede pasar. Es esa chica que permanentemente tiene al muchacho al filo de la navaja, es manipuladora, chantajista, que si uno no se porta como ella quiere, amenaza con terminar la relación; es la persona que
al muchacho lo tiene en jaque permanente.

Hay mujeres que buscan cambiar en el otro su manera de comer, vestir, caminar etc. ¿Por qué? Porque quiere convertir a su pareja en el padre perfecto que no tuvo pero que le hubiera gustado tener. Esa es una motivación equivocada para entrar a una relación de pareja. El amor está centrado en la búsqueda de la felicidad del otro y no en la búsqueda inconsciente de compensar carencias afectivas de la infancia.

Extracto del libro Una Bendición Llamada Sexo

Por Alex Chiang

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí