PALABRAS DE ADRIAN INTRIERI

Uno de los mayores problemas que se presentan en estos tiempos para la adolescencia está relacionado con el dolor, la angustia, y la soledad… y a partir de allí surge la depresión adolescente. Cabe resaltar que una etapa de angustia o un bajón en el rendimiento no siempre son sinónimos de depresión. Para que esta sea diagnosticada efectivamente se debe consultar a profesionales que se dediquen específicamente a esto.

Sin embargo, es importante que tú como líder sepas que los trastornos depresivos afectan todas las áreas del adolescente. En el aspecto físico, la energía vital que todos poseemos y que nos ayuda a hacer cosas en la vida esta justamente en juego. Por eso es que podemos notar que los adolescentes están más cansados o desanimados que de costumbre. En las áreas intelectuales, se evidencia una manera negativa de ver las cosas, de pensar y de sentirse. En los aspectos emocionales, los adolescentes se aíslan y es como si se dieran por vencidos en lo que hace a construir o mantener relaciones. Cabe aclarar que en la mayoría de las situaciones donde se observa alguna conducta depresiva, esta no es fruto de la voluntad del adolescente, y por lo tanto no puede ser modificada fácilmente. Es por esto que lo primero que debemos aconsejar es la consulta con un profesional.

Cuando aparecen los pensamientos negativos y fatalistas.

Puede ser que, debido a la falta de esa energía vital que nos ayuda a ser optimistas y enfrentar la vida, la manera de pensar de los adolescentes que están atravesando una depresión se torne fatalista y negativa. Sus percepciones pueden distorsionarse, y la vida entonces será solo entendida desde lo malo. En estos casos debemos recomendar ayuda psicológica y hasta psiquiátrica. Estos pensamientos negativos suelen desaparecer cuando el tratamiento empieza a hacer efecto.

CÓMO AYUDAR AL ADOLESCENTE DEPRIMIDO

Lo primero y más importante que podemos hacer como consejeros es ayudara la familia a tomar consciencia de la importancia de que el adolescente reciba urgentemente un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado. Algunas familias se sienten abrumadas frente a noticias como esta, y pueden presentar una conducta negadora de lo que le pasa al adolescente. O pueden tardar en reaccionar, ya sea por angustia o por desinformación.

Por otra parte, el consejo optimista de un líder los ayudará a sentirse sostenidos. Esto implica comprensión, paciencia, y afecto. También debemos enseñarles que nosotros somos mucho más que lo que nos sucede. No somos lo que padecemos. Esto es circunstancial, y con un tratamiento adecuado y la ayuda necesaria, esto también pasará en la vida del adolescente.

Luego, una vez iniciado el tratamiento, será necesario asegurarse de que el adolescente deprimido esté tomando el medicamento, ya que justamente su actitud de desgano puede producir que abandonen fácilmente lo que deben hacer.

Además, que el adolescente se sienta comprendido y no juzgado será una pieza fundamental para que pueda estabilizarse. Los padres deben tener una actitud empática y paciente, no menospreciando jamás los sentimientos que el exprese el adolescente. Por otra parte, si bien es probable que los comentarios del adolescente sean constantemente negativos debido a su estado, no se deben tomar a la ligera comentarios o alusiones al suicidio, como ya explicamos anteriormente.

Como líder, una buena idea que puede resultar de ayuda es invitar al adolescente deprimido a caminar, pasear, ir al cine, o realizar otras actividades fuera de la casa. El sol, los espacios libres, la risa y el buen momento con amigos le ayudarán a salir más fácilmente de la depresión. Por el contrario, la soledad y los espacios cerrados y oscuros fomentan la tristeza, la angustia y la depresión.

QUÉ DECIRLE AL ADOLESCENTE DEPRIMIDO:

  • Algo te está sucediendo, que involucra aspectos químicos y también conductas.
  • Seguramente no será fácil solucionarlo, pero podremos hacerlo juntos.
  • Yo voy a estar siempre a tu lado. Por eso, date permiso en este tiempo para estar mal, o vulnerable, pero llegará el momento en que deberemos juntos ponerle un final a lo que estás sintiendo ahora.
  • Esto parece imposible ahora, pero luego irás encontrando las fuerzas para hacerlo. Quizás no lo sientes hoy, pero lo sentirás más adelante.
  • Acepta el hecho de que durante un tiempo estarás menos atento y menos interesado por tus ocupaciones habituales y por tus amistades; que no tendrás ganas de hacer cosas y desearas dormir todo el día…

Esto es normal, pero no deberás entregarte a hacerlo. Aunque no tengas ganas, levántate de la cama, y aunque no puedas, trata de encontrar fuerzas para realizar cosas, aunque sean pequeñas.

  • Estos son tiempos de muchas sensaciones encontradas. Pasaremos tiempo juntos y necesitaré que seas totalmente sincero conmigo. Cuéntame cómo te sientes, que yo te escucharé. No te hagas el fuerte, no te guardes todo para ti. Con el tiempo, el dolor irá disminuyendo.
  • Probablemente deberás tomar medicamentos e ir a ver a profesionales. Debes ser responsable con esto para que te sientas mejor rápidamente.
  • Sé paciente contigo mismo y con todo lo que sientes. Dale la oportunidad a tus amigos y familiares de estar a tu lado. Piensa que pueden querer ayudarte, pero no saben la manera de hacerlo. No te quedes esperando su ayuda y pídeles lo que necesitas.
  • Tendrás días en los que sentirás paz, y otros en que no. Es importante, entonces, que cuentes a otros cómo te sientes para que puedan ayudarte.
  • Dale tiempo al tiempo. ¡Dentro de muy poco tendrás la victoria!

Extracto del libro “Manual de Consejería Para el Trabajo con Adolescentes”

Por autores varios.

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