Texto: DEUTERONOMIO 9 (leer con Biblia a mano)

A CONQUISTAR NUEVAS TIERRAS
¿Con qué obstáculos importantes se encontrarían al ingresar a la tierra prometida? (vs.1-2)
Los anaceos eran descendientes de los gigantes, fieros, grandes y de muy mal carácter. Sus ciudades eran fortalezas impenetrables, amuralladas y poderosas. ¡Y este sería sólo uno de los pueblos que ellos tendrían que enfrentar y vencer para conquistar y poseer la tierra! La tarea que tenían por delante era, literalmente, ¡gigante!
Incluso, los demás pueblos/naciones tenían un dicho que se había vuelto popular: “¿Quién puede oponerse a los hijos de Anac?”
¡Claro! Tenías que estar muy, muy loco para declararle la guerra a estos pedazos de tipos. Muy loco… o contar con ayuda extra…

Para que no les pegue el bajón a los israelitas, ¿qué les recuerda inmediata- mente Moisés? (vs.3)
¡Exacto! Ellos tenían ayuda extra. Dios es ¡Dios! Él es como un fuego ardiente que arrasa y consume todo a su paso. Él humillará y destruirá a esas naciones. No están solos en la batalla.
Aunque Dios los lleva a un desafío completamente nuevo para ellos, a un ambiente nuevo y frente a un enemigo feroz, despiadado e insensible, no los abandona, no los deja solos. ¿Ellos tendrán que preparase? ¡Sí! ¿Ellos tendrán que organizarse? ¡Sí! ¿Ellos tendrán que pelear y meter el cuerpo? ¡Sí! Pero si se mantienen en obediencia a Dios, alineados con su Espíritu, vencerán, conquistarán y echarán para siempre a sus enemigos por más grandes y poderosos que se vean.
Entiende esto: Dios te saca de tu lugar de seguridad, de tu zona de confort, donde te siente tranquilo/a y te lleva a nuevos territorios, ambientes “desconocidos” para ti, pero no te abandona, no te deja solo/a. Esos nuevos “territorios” pueden ser políticos, económicos, geográficos, transculturales, universitarios, gerenciales, medios de comunicación o laborales…
Son “tierras” nuevas para ti, tierras que tienes que conquistar, tierras plagadas de valores, ideas y filosofías opuestas a la Palabra de Dios y a la verdad de Jesús. Son las tierras de tu conquista.
Por ejemplo: en Argentina, mientras escribo esto, estamos metidos en un gran debate y en una gran lucha en contra del aborto y en contra de los movimientos feministas (no en contra de las mujeres, sino en contra de la idea filosófica, política y económica que hay detrás de estos movimientos a favor de la muerte). Por lo tanto, los diputados a favor de la vida de nuestro país han estado convocando profesionales de diferentes líneas religiosas para ir al Congreso y exponer a favor de la vida. Uno de esos invitados fui yo. Soy psicólogo y cristiano evangélico (al final del libro puedes ver en dónde congregamos con mi familia). Y exponer en diputados… ¡es algo completa- mente nuevo para mí! ¡Es “tierra” nueva plagada de valores antiDios, frente a hombres y mujeres que se sienten “poderosos”, “fuertes”, “imbatibles”, amurallados en sus bancas políticas!
¿Tuve dudas? ¡Sí! ¿Me siento inseguro? ¡Sí! ¿Tengo miedo? ¡No! ¿Estaré un poco nervioso? ¡Sí! ¡Es un desafío enorme, pero Dios va conmigo! ¿Tengo que prepararme? ¡Sí! ¿Tengo que estudiar? ¡Sí! ¿Tengo que ser hábil en la exposición? ¡Sí! Esa es la parte que a mí me toca… pero todo lo demás lo hace Dios.
Prepárate… porque también a ti Dios te llevará a conquistar “tierras” que hoy te parecen inalcanzables.

¡¡NO TE AGRANDES… NO TE LA CREAS!!
Sin embargo, ¿qué rápida aclaración les hace Moisés para que “no se la crean”? (vs.4-6)
Jajajajajajajajaja… Les bajó los humitos… No es por tu carisma, macho. No es por tu simpatía e inteligencia, nena. No es por tus habilidades, ni destrezas, ni títulos académicos, ni por tu fuerza, belleza o dinero… No. La razón por la cual Dios nos lleva a conquistar y poseer nuevas “tierras” no es porque seamos mejores que nadie, sino a causa de la maldad de ellos. Cuando no hay arrepentimiento, cuando no hay cambios de vida, y los malos se vuelven más malos, Dios les establece un límite, un tiempo final.
Dios nos usa como instrumentos de justicia para frenar sus maldades.

¡A REPASAR CONTENIDOS! 11
Finalmente y para dejarles bien en claro que ellos también fueron muy problemáticos, ¿qué les recuerda Moisés? (vs.7-24)
Conductas rebeldes, conductas de incredulidad, conductas quejosas… y la lista podría seguir indefinidamente.
Pero más allá de sus conductas, ¿cuál fue la actitud de Moisés hacia ellos? (vs.25-29)
¿Eres líder? Entonces, imita a Moisés.

Extracto de «Serie Desafios Deuteronomio» por Edgardo Tosoni


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