Pasaje Clave: Marcos 1:14-45
Inmediatamente después de bautizarse, ser lleno del Espíritu Santo y de vencer cada una de las tentaciones de Satanás, Jesús comienza a los 30 años de edad su ministerio público. ¿Y sabes cómo lo comienza?
ESTAR EN EL REINO DE DIOS
Jesús se muda al norte del país, a la ciudad de Capernaum en la provincia de Galilea. Y allí comienza a desarrollar su primer año de ministerio público.
¿Qué predicaba Jesús? (vs.14).
¡Bien! Él predicaba el evangelio del Reino. Las buenas nuevas del Reino de Dios.
¿Y qué decía en su predicación? (vs.15).
¿Sabes qué significa? El reino de Dios es el gobierno absoluto de Dios sobre todas las cosas. Y todos aquellos que se arrepienten de sus pecados y por fe creen en Jesús como Su único Salvador y Rey de sus vidas, son salvos y son parte del reino de Dios. Donde el Señor es su Rey y ellos son sus hijos.
Donde está el Rey, está el reino. Si el Rey está en tu corazón y vives y haces lo que Él quiere, no sólo eres salvo sino que también estás en su Reino. Vas al colegio pero estás en su Reino. Vas a tu trabajo pero estás en su Reino. Sales con tu novia/o pero estás en su Reino. Siempre que haces la voluntad de Dios y te pones bajo su gobierno, estás en su Reino.
¿Y qué sucede cuando desobedeces, o pecas y no te arrepientes ni cambias tu actitud?
No pierdes tu salvación, pero te sales del gobierno de su Reino. Vas por tu propia cuenta.
¿Las decisiones importantes que has tomado, las estás manteniendo?
¿Expresas tu arrepentimiento con cambios reales o sólo lloras y haces promesas que nunca cumples?
¿Te mantienes bajo el gobierno de Dios o haces lo que se te da la gana?
DE PESCADORES A DISCÍPULOS
¿Quiénes fueron los primeros discípulos a quienes llama Jesús? (vs.16 y 19)
¿Cuál es el desafío que les hace? ¿Qué les promete? (vs.17).
Jesús no les promete dinero, ni fama, ni ser los “top”, los “number one” de la popularidad, no. Él los desafía a seguirle para convertirlos en ¡pescadores de hombres!
Ellos trabajan diariamente como pescadores. Sudaban, se mojaban, arreglaban las redes para pescar, sufrían cuando no pescaban nada, se entusiasmaban cuando obtenían una gran pesca, porque eso representaba dinero y alimentos para ellos y sus familias. Pero ahora, Jesús les plantea algo radicalmente nuevo: “pescar” hombres.
Ok. En otras palabras: Ganar personas para el reino de Dios.
Entiéndeme bien. No es ganarlos para una denominación evangélica, ni para una iglesia en particular, sino para el reino de Dios. Para que sus vidas sean salvadas y sus voluntades estén bajo el gobierno de Dios.
¿Qué deciden hacer ellos? (vs.18 y 20).
¿Estás dispuesto a hacer lo mismo?
¿Estás dispuesto a seguir a Jesús y ponerte bajo su gobierno?
MILAGROS… PODEROSOS MILAGROS
¿Qué milagro hace en la sinagoga? (vs.23-26).
La sinagoga era el lugar de reunión de los judíos. Allí se leía la Palabra de Dios, se adoraba y se oraba. ¡Había un endemoniado en la reunión y nadie se había dado cuenta! Hasta que el poder del Señor Jesús lo puso en evidencia, y ante su poder el demonio voló.
¿Cómo reaccionó la gente? (vs.27-28).
Inmediatamente después, ¿qué otro milagro realiza? (vs.29-31).
Y durante la noche, ¿a qué se dedicó? (vs.32-34).
Y todavía hay más. ¿A quién sana y de qué enfermedad? (vs.40-45).
Endemoniados liberados, enfermos sanados, muertos resucitados… de la mañana a la noche. ¡Wooow!!! Eso es poder. Eso es trabajo. Eso es un gran esfuerzo físico, emocional y espiritual. Por más que él era Dios, ¿no se cansaba? ¿Cómo “recargaba” las energías mentales y espirituales?
La respuesta a esta pregunta la encontrarás en el vs.35.
¿Entiendes cuál era el secreto del poder y las energías de Jesús?
Él oraba. Su día comenzaba en la presencia de Dios.
¿Oras? ¿Buscas a Dios?
¿Comienzas tu día lleno de su presencia y poder? Piénsalo
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos»
Por Edgardo Tosoni
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