Pasaje Clave: Juan 15
¡QUÉ RICAS LAS UVAS!
Jesús toma como ejemplo los viñedos, muy típicos de aquella zona, y les baja varias enseñanzas.
¿Quién es la vid? (vs.1).
¿Quiénes son los pámpanos? (vs.2).
¿Cuál es la función del pámpano? (vs.2, 8, 16).
¿Qué hace Jesús para que el pámpano lleve más fruto? (vs.2).
Somos pámpanos y lo primero que hace Jesús con nosotros es limpiarnos. Limpia nuestros pecados (cuando los confesamos) y limpia también las debilidades de nuestro carácter, por ejemplo: impulsividad, comparaciones, ansiedades, preocupaciones constantes, nerviosismo, baja autoestima, actitud controladora, amargura, desconfianzas, etc.
¡Por supuesto que para poder hacerlo necesita, sí o sí, de nuestra colaboración! No es mágico, no sucede de la noche a la mañana. Debes querer que él limpie tu vida y tu carácter.
¿Y para qué nos limpia? Para que llevemos frutos. Frutos de carácter (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio, etc.) y frutos de acciones (servir, orar, perdonar, predicar, adorar, congregar, etc.). ¡Y que ese fruto no se pierda sino que permanezca!
¿Es posible llevar frutos desconectados de Jesús? (vs.4-5). Por lo tanto, ¿cuál piensas que es la palabra más importante de estos versículos?
¡Excelente! La palabra es “permanecer”. Mira los versículos 6 y 7.
Vuelve un momento al día 14. Allí dijimos que permanecer es estar quietos, firmes en un mismo lugar. Quieren sacarte de allí pero no pueden, te “invitan” a que salgas de ese lugar pero no lo haces, te sientes “tentado” a abandonarlo pero eliges quedarte. Permaneces.
Jesús habla de una triple permanencia.
1º. Permanecer en él. Nada ni nadie te mueve de su lado. Lo amas, lo buscas, le crees. El diablo te tira con todo lo que tiene para arrancarte de Jesús, pero tu permaneces, permaneces, permaneces, permaneces. Sabes que tarde o temprano ganarás porque Jesús nunca pierde una batalla.
2º. Jesús mismo permanece en nosotros. Él es vida eterna en ti.
El Espíritu Santo estará contigo para siempre. Nada ni nadie podrá sacarte de las manos de Jesús ni de las del Padre. Jesús, en el Espíritu, ha decidido quedarse en ti (permanecer) para siempre.
3º. Las palabras de Jesús permanecen en ti. Lees la Palabra, amas la Palabra, crees la Palabra, piensas en la Palabra, oras la Palabra, obedeces la Palabra. Ella llena tu mente y aprendes a pensar como Jesús piensa.
PERMANECER EN EL AMOR
Mira las relaciones de amor que se van dando a lo largo de este capítulo:
¿Quién ama a Jesús? (vs.9).
¿A quiénes ama Jesús? (vs.9, 12).
¿En el amor de quién permanece Jesús? (vs.10).
¿Cuál tiene que ser la actitud de los discípulos de Jesús? (vs.12, 17).
¿Cuál es la mayor medida de amor? (vs.13).
¡USTEDES SON MIS AMIGOS!
¡Sí, somos sus amigos! Pero… hay una condición, ¿cuál es? (vs.14).
Obediencia. Obediencia. Obediencia. ¡Cómo nos cuesta! No nos gusta obedecer, queremos hacer lo que “sentimos”, lo que “todos hacen”, pero obedecer el la prueba de nuestro amor por el Señor y además nos garantiza sus bendiciones en todo lo que hagamos.
¿Por qué Jesús nos llama sus amigos? (vs.15).
ABORRECIDOS… PERO NO VENCIDOS
Mira lo que dice Jesús: vs.18 al 25.
El “mundo” no se refiere a las personas, no. “Mundo” se refiere a los valores antiDios que Satanás a impregnado en la sociedad, la cultura, la política, la educación, etc.
Si eliges permanecer virgen, el “mundo” te desprecia porque fomenta el sexo libre, la pornografía, la transa.
Si eliges serle fiel a tu pareja, el “mundo” te desprecia porque fomenta la traición, la infidelidad, el adulterio, el intercambio de parejas, etc.
Si eliges cuidar tu cuerpo como templo del Espíritu, el “mundo” te desprecia porque se va detrás de las drogas, el consumo de alcohol, etc.
¿Vives de acuerdo a Jesús o de acuerdo al mundo?
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan»
Por Edgardo Tosoni
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