Alguna vez has deseado…

  • ¿Ser mayor de edad?
  • ¿Tener más dinero?
  • ¿No sentir vergüenza de tus papás?
  • ¿Verte diferente?
  • ¿Tener otros papás?
  • Te has dicho: «¿Nadie me comprende?»
  • Te has preguntado: «¿Tendré alguna vez una relación amorosa?»
  • ¿Quisieras a veces ahorcar a tus hermanos o hermanas?
  • Te has preguntado: «¿Para qué tengo que aprender todo esto en la escuela si nunca me va a servir de nada?».
  • Te has preguntado: «¿Soy normal?».

Si contestaste «sí» más o menos a la mitad de las preguntas anteriores, ¡eres perfectamente normal! Tal vez este libro te sea útil. Y si esto te hace sentir mejor, ¡al 96% de los adolescentes no les gustan sus caras o sus cuerpos!. Es muy probable que creas que:

  • Las personas más listas son las más exitosas.
  • Las personas con vidas fáciles (y que no trabajan) son las más felices.
  • Las chicas bonitas son las que tienen novio.
  • Los chicos bien parecidos son los que tienen novia.
  • Los errores son malos.

Pero nada de esto es cierto necesariamente.

SI SIGUES HACIENDO LO MISMO…

Cuando yo tenía 13 años era un niño pequeño con una gran boca, y eso me trajo muchos problemas… Los chicos más grandes creían que debían darme una lección. Me metían la cabeza en los excusados. Me encerraban en armarios. Tony Ferguson solía echarme de cabeza en los lodazales. Y es difícil verse bien cuando te acaban de sumergir en un lodazal. Mis maestros también creían que debían enseñarme a controlar mi lengua. Me mandaban con el subdirector. Y éste tenía una gran vara para azotar…

—Matthews, ¿qué está haciendo aquí?

—El señor Stuart dice que fui insolente, señor.

—¿Y fue usted insolente?

—Sí, señor.

—¿No estuvo usted aquí la semana pasada?

—Sí, señor.

—¿Por qué razón?

—Por ser insolente, señor.

—¡Inclínese!

¡ZAP! ¡ZAP!

—¿Ha aprendido la lección?

—¡Sí, señor!

Y a la semana siguiente…

—Matthews, ¿qué está haciendo aquí?

—El señor Roberts dice que fui insolente, señor.

—¿No estuvo usted aquí la semana pasada?

—Sí, señor.

—¿Por qué razón?

—Por ser insolente, señor.

—¡Inclínese!

¡ZAP! ¡ZAP!

—¿Ha aprendido la lección?

—¡Sí, señor!

En efecto, aprendí algo de todo esto. Aprendí que si sigues haciendo las mismas cosas en tu vida, ¡siempre obtendrás los mismos resultados!

En pocas palabras: Si quieres que tu vida sea diferente tienes que cambiar tu comportamiento.

Extracto del libro Sé Un Adolescente Feliz

Por Andrew Matthews

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