“Cuando, pues, os reunís vosotros, eso no es comer la mesa del Señor. Al comer, cada uno se adelanta a comer su propia cena; y mientras uno tiene hambre, otro se embriaga” (1º Corintios 11:20).

“El que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para si. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen” (1º Corintios 11:28-29).

“¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol” (Eclesiastés 1:9).

Yo pensaba que la igleburger era hija de este tiempo, pero cuál ha sido mi sorpresa al descubrir que en el nuevo testamento Pablo ya tenía problemas con el concepto de comida rápida.

La iglesia de Corinto era particular. Como nosotros, tenían problemas de muchos tipos. Algunos vivían con problemas de faldas (1º Co.5), otros querían tener lugares prominentes dentro de la congregación; muchos iban a la iglesia para comer su hamburguesa pero no para compartir con el que tenía hambre; había problemas de divisiones y litigios entre hermanos (1º Co.6). También había algún exceso espiritual que Pablo quiso poner en su lugar dando instrucciones sobre cómo usarlo (1º Co.14), aunque 2000 años después seguimos sin hacerle caso. No se congregaban para lo mejor sino para lo peor (1º Co.11:17) Se estaba perdiendo la esencia de lo que era una comunidad cristiana. ¡Qué pronto nos desviamos de lo que Dios quiere!

Corinto nos habla de una realidad que es constante en el ser humano. Gracias a Dios en la Biblia ya aparecen advertencias para nosotros hoy que debemos tener en cuenta. Pablo viendo el panorama de la iglesia en Corinto explica lo que es realmente tomar la cena del Señor: Comunión con Dios y con los demás. Cuando se toma la “santa cena” a veces nos animan a tener en cuenta a todos los hermanos del mundo mundial. Pablo de Tarso era más práctico, quería que se tuvieran en cuenta unos a otros.

Nos recuerda las palabras del Maestro: “ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).

El prójimo no es un señor X teórico, es el próximo, el que tienes al lado, el que se sienta cerca y te molesta, los vecinos. Es fácil amar teóricamente a las personas que tienes lejos, pero ¿qué me dices de amar a los que ves todas las semanas, todos los días?

“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20).

Uno de mis mejores amigos dice que durante la comida se puede ver muy bien el egoísmo de la gente. ¿Has estado en una comida donde alguien se adelantaba a comer? ¿Que cogía la carne antes que nadie para que no se la robaran? ¿Qué no sabía compartir? Comer, una de las necesidades primarias del ser humano, revela lo que hay en nuestro corazón, algo que grita desde nuestro interior que, aunque lo intentemos, no podemos disimular: Yo soy lo primero en mi vida. Lo primero son mis necesidades. Y ahí, en el corazón de nuestra existencia, en el centro de nuestras deseos, Jesús nos enseñó a compartir, a tomar juntos pan y vino, a no ser codiciosos, a tomar conciencia de que somos un cuerpo, los demás y yo, y empezando por lo básico, la comida, compartir también todo lo demás: recursos, tiempo, amor, cariño, respeto, dinero, hogar, abrazos y palabras, enseñanza, lágrimas, dolor y cansancio, verdad, servicio, paciencia, comprensión, iglesia, Dios.

La Cena del Señor nos recuerda lo que Él hizo por nosotros, cómo negó sus derechos de Hijo de Dios por amor.

Seguir a Jesús es todo lo contrario a ser egoísta, todo lo contrario a una igleburger. Eso y mucho más es lo que nos enseña la Cena del Señor. Decidamos tomar ejemplo y corregir, para celebrar en la mesa del Señor dignamente, sabiendo que no estamos solos en esto, que formamos parte de comunidades, con problemas sí, con cosas que mejorar, pero que se aman y comparten algo más que patatas fritas. El llamado de la Cena del Señor es a tener en cuenta a los demás. Esperarnos los unos a los otros, compartir una mesa como iguales, y dar de nuestra vida a los otros por amor.

POSTRES

  • ¿Qué problemas tenía Corinto según las referencias bíblicas del capítulo?
  • ¿Cómo se ve el egoísmo de cada uno de nosotros en la sociedad?
  • ¿De qué maneras prácticas puedes tener en cuenta a tu prójimo?
  • ¿Qué es la Cena del Señor? ¿Cómo crees que la celebraban en la iglesia primera?

Extracto del libro “Igleburger”

Por Alex Sampedro

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