Aunque el amor se expresa a través de emociones y sentimientos, en su esencia es una decisión. En cambio la pasión es pura emoción, pura adrenalina. Esto es algo que está de acuerdo con la enseñanza bíblica, porque cuando la Biblia dice ama a tu enemigo, ¿qué está pidiendo? ¿Que tú sientas unas ganas terribles de hacer el bien a aquel que te ha hecho mal? ¿Que tú sientas por aquel que te ha herido lo mismo que sientes por tu esposa, por tu esposo, por tu novio, por tu novia, por tu hermano, por tu padre? ¿Está pidiendo eso? No. Lo que quiere decir es que aunque tengas ganas de hacerle mal a la persona que te dañó, de devolverle diez veces más el daño que te hizo, debes usar tu voluntad para no devolverle mal por mal, sino, toma la decisión de hacerle bien, mas allá de que lo sientas o no.

El amor es voluntad en el sentido de que uno ama lo que quiere amar. Es interesante comparar el concepto del amor en los países orientales y occidentales. En Occidente, a través de las películas de Hollywood y las telenovelas, se nos trasmite la idea de que el amor es básicamente una emoción.
Cuando se acaba la emoción se acaba el amor. En Occidente tenemos todas las ventajas del mundo para la formación de una pareja. Tenemos pre-amistad, amistad, enamoramiento uno, enamoramiento dos, pre-noviazgo, noviazgo, etc. Y la cultura nos da estas libertades, de tal manera que si tomas la decisión de
casarte con alguien, sabes con quien estás uniendo tu vida y sabes que eso te da seguridad. Pero, a pesar de todo esto, tenemos las tasas de divorcio más altas del planeta.

Me he dado cuenta que mis emociones son muy fluctuantes. Si mi amor por mi esposa estuviera en función de mis emociones, ¿cómo sería mi relación de pareja? Cómo el electrocardiograma. Un día arriba otro día abajo. Un día quiero pasar con ella toda la vida, al siguiente día quiero divorciarme. Un día la quiero amar y al otro día la quiero matar. Porque las emociones son volubles y cambiantes. No tengo control sobre ellas.

El amor básicamente es una decisión. Hay momentos difíciles en la relación de toda pareja, incluyendo la mía; hay momentos cuando sentimos como pareja que la emoción se ha ido y la pasión se ha terminado, cuando nos vemos como extraños. En esos momentos sólo la decisión de amar puede salvar una relación. Esta decisión de amar se fundamenta en el libre ejercicio de la voluntad… Nadie, pues, obliga a las personas a casarse. Nadie nos obliga a prometer a alguien que la vamos a amar hasta que la muerte nos separe. Pero si un día decidimos prometer esto a alguien, si nos amamos un poquito, si nos respetamos un poquito, estamos llamados a cumplir lo que prometimos.

Lo que digo no significa que en una relación de pareja no hay sentimientos y emociones. Claro que las hay. Como dije anteriormente, el amor se expresa a través de emociones pero en su esencia no es una emoción, es una decisión. Una relación de pareja, si aspira a ser estable y duradera no debe estar edificada sobre la emoción sino sobre la voluntad de amar. Recuerda que la emoción no tiene la capacidad de sostener la voluntad. Cuando se acaba la emoción, la voluntad se viene abajo. Pero, en cambio, la decisión de amar tiene el poder de recrear una y otra vez la emoción. La voluntad de amar tiene la capacidad de hacer aparecer la emoción cuantas veces sea necesario. Es la única manera de poder amar a una sola mujer u hombre durante toda la vida.

Extracto del libro Una Bendición Llamada Sexo

Por Alex Chiang

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