Continuemos.

4. El Sexo Prematrimonial puede hacer el futuro noviazgo muy dificultoso.

El cristiano ve el noviazgo como un pe­ríodo crítico; lo que está en juego en el asunto son los muchos años de matrimonio que están por delante, que se supone es para toda la vida. En vista de la tremenda inversión que significa una relación de toda la vida, muchos aspectos de esa relación deben ser bien tratados antes de hacer el compromiso.

5. Dios ha Reservado el Sexo para la Relación Matrimonial.

La primera razón es para aumentar la felicidad matri­monial. Dios desea que dos personas vírgenes, libres de culpa y mancha, entren puros al matrimonio. Dios no quiere que la gente llegue al matrimonio con la carga de cicatrices emocionales. Dios desea que dos personas que han aceptado las reglas de Dios para el matrimonio, se abstengan del sexo premarital, y lleguen al matrimonio con la certidumbre de la pureza de uno y otro. ¡Esto es felicidad definitiva!.

6. Las Enfermedades Transmitidas Sexualmente son Peligrosas.

En un artículo sobre el S.I.D.A., (Síndrome de Inmu­no Deficiencia Adquirida) aparecido en Selecciones, la doctora Janica Hopkins Tanne dice: «El mayor riesgo para hombres y mujeres es el sexo. Ni aun una persona muy discriminativa puede conocer la historia sexual de su nuevo compañero o compañera, o si la persona ha recibido dro­gas por vía introvenosa». En el mismo artículo se cita al doctor George D. Lundbey, editor de Journal of the American Medical Association, que dice: «La gente que no quiere enfermarse de S.I.D.A., tendrá que ajustar su estilo de vida a una estricta monogamia».

En el libro Questions Patients Most Ojien Ask Their Doctors (Preguntas que los pacientes hacen con más frecuencia a sus docto­res), el doctor Lester R. Hibbard, profesor de Obstetri­cia y Ginecología, responde a la pregunta, ¿Cómo puedo protegerme de las enfermedades transmitidas sexualmente? diciendo: «Las medidas preventivas incluyen limitar la actividad sexual particularmente a una persona no infec­tada. Otras medidas para reducir el riesgo de una enfer­medad venérea, pero no garantizadas, son… etc, etc».

S.I. McMillen concluye este tema en su libro None of The se Diseases (Ninguna enfermedad, publicado por Edito­rial Vida) diciendo: «La ciencia médica, con todo su co­nocimiento, es inadecuada para encargarse del problema mundial de las enfermedades venéreas. Milenios antes de la invención del microscopio, y antes que el hombre su­piera como se trasmiten las enfermedades venéreas, Dios sabía todo acerca de ello, y dio al hombre el único plan factible de prevenir estos universales y pestíferos asesinos.»

7. El Sexo Prematrimonial afecta su caminar con Dios.

Cuando usted tiene relación sexual antes del matrimo­nio, es causa de tropiezo y caída. Su caminar con Dios es estropeado casi completamente. Su tiempo a solas con el Señor termina. Usted deja de orar. Pronto se halla le­jos del Señor, y siente que se halla solo. Se siente infeliz y deprimido. Esto lo digo por experiencia. Después de mi divorcio comencé a salir con un viejo amigo. Nos hi­cimos íntimos. Yo estaba muy herida y el estaba allí, amable, gentil, restaurador. En el estado en que me en­contraba, no fue difícil empezar relaciones sexuales con él. Anduvimos en esta relación por algún tiempo. Duran­te este período, yo seguía yendo a la iglesia, y él tam­bién. Me sentía como una hipócrita. Me aparté mucho de Dios. ¡Usted no puede tener una estrecha relación con Je­sús mientras está pecando voluntariamente contra El!

8. Puede Haber Resentimientos en el Matrimonio, si uno de los cónyuges había perdido la virginidad antes de casarse y el otro no.

No hay resentimiento de esta clase si ambos cónyuges llegan vírgenes al matrimonio. Una conocida mía me di­jo: ¿Por qué guardé yo mi virginidad, cuando Russ ha­bía perdido la suya?

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

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