6. Llevar a Otras Familias Para Servir Juntos.
Es clave invitar a otras familias a servir con nosotros por dos razones: primero, es bueno multiplicar lo que una familia está aprendiendo en otra familia. Segundo, esto ayuda a reafirmar las convicciones y valores que tenemos con nuestra familia. El mentorear a la otra familia nos impulsa a aprender y a vivir nuestros valores frente a otros. Por otra parte, trabajar juntos unirá a ambas familias y traerá compañerismo en el servicio. Nuestros hijos verán que no somos los únicos, aprenderemos más, seremos de mayor influencia y nos animaremos cuando hay dificultades. Por otra parte, cuando una familia no pueda ir a servir, la otra sí podrá cumplir y el servicio no se verá interrumpido.
7. Formar Parte de una Comunidad a la cual Rendirle Cuentas.
Es importante para las familias tener una comunidad donde escuchan, aportan y juntos aprenden cómo servir mejor. Somos mejores juntos que separados. Una comunidad de confianza, donde podemos ser vulnerables, nos ayuda a rendir cuentas y a llamar a la rendición de cuentas a los otros. El propósito es mejorar y ayudar a otros a servir mejor. Para muchos de nosotros esto se dará en nuestra iglesia local. Es importante unirnos a la visión del grupo, empujarlos a servir también y escuchar sus consejos para que nosotros podamos mejorar. Si tenemos confianza y amistad, podremos invertir en otros y ellos en nosotros. Ellos mostrarán nuevas perspectivas y opiniones diferentes y nos ayudarán a crecer. Nos darán metas más altas y completas porque serán las metas de una comunidad.
Es lindo cuando una familia llega a la iglesia después de haber servido a los necesitados en algún lugar. Regresan con ánimo y pasión para animar a otros participar y como resultado la próxima vez que vayan a servir irán muchos más. Si esto continúa, después de un tiempo es probable que la iglesia abra un ministerio para los necesitados.
8. Diferenciar entre Influenciar y Dominar.
La influencia viene de un deseo de desafiar, inspirar, despertar y proponer. El dominio viene de un deseo de imponer y subyugar. Los que dominan usan la manipulación para salirse con la suya. Intentan empujar hacia abajo a los que quieren surgir. No permiten que otros tengan opiniones diferentes y son personas controladoras. El que influencia tiene como fin el bienestar de la persona a la que está sirviendo. Valora a la persona. Considera que un cambio desde corazón es mucho más eficaz que un cambio por decreto. El que influencia siembra en los corazones de otros y riega con amor sincero. Con sólo ser una familia que sirve de manera eficaz estarán siendo una buena influencia.
Piensa en personas a las que les gusta influenciar en vez de dominar. Son amables, gentiles, les gusta escuchar y les gusta acompañar. Ahora piensa en personas a las que les gusta dominar. Son terribles. Odian las opiniones de otros, y se ponen nerviosos si alguien sugiere algo diferente a lo que ellos quieren hacer. Seamos familias de influencia, no dominantes.
9. No Causar Más Daño que Beneficio.
Muchos de nosotros queremos hacer el bien, pero por ignorancia a veces hacemos más daño que bien. Llegamos a un lugar a servir y no escuchamos a los que están dirigiendo el proyecto. Pensamos que nosotros sabemos más que ellos, queremos ser los salvadores del mundo. Pensamos, que debemos mostrarles cómo hacer las cosas, para que ellos sean como nosotros. Pero la meta no es que sean como nosotros, sino que sean como Cristo. Una de las formas de ayudar sin causar daño es encontrando soluciones adentro de la comunidad que queremos ayudar. Por eso es tan importante escucharlos y ayudarlos a descubrir sus propias soluciones en vez de entrar con las nuestras. Muchas veces las soluciones de ellos son mucho más eficaces.
Una vez un grupo fue al basural, se conmovieron mucho y lloraron al ver la pobreza extrema en estos niños. Cuando subieron al autobús para irse, el grupo empezó a tirarle dinero a los niños desde las ventanillas. Los niños empezaron a pelearse por los billetes y lo que ocurrió fue que los niños más grandes, más fuertes y más vivos, agarraron muchos billetes y los pequeños, malnutridos y débiles no recogieron nada. Este es un claro ejemplo de algo que causó más daño que beneficio. En primer lugar, el dinero no siempre es la solución, muchas veces el dinero es el mayor problema que tienen. En segundo lugar, tirarlo por las ventanillas no era la forma de dárselo. Hubiera sido mejor entregarle el dinero a los encargados del ministerio para que ellos puedan decidir la mejor forma de invertirlo.
10. Buscar Siempre Oportunidades de Servicio.
Vivir una vida de servicio es muy impactante. Si una madre siempre está buscando oportunidades de servir, los niños la imitarán. Si un padre está manejando y cambia su ruta para ayudar a alguna persona en necesidad, los niños nunca lo olvidarán. Seamos familias que sirven constantemente, no solo cuando es el día del mes que hemos separado para servir. Seamos familias que miran con los ojos de Dios, siempre buscando ayudar. Ese es el principio de la historia del Buen Samaritano, en Lucas 10:25-37. El Buen Samaritano rompió su rutina para servir a la persona en necesidad, aun cuando podría haber sido un enemigo.
Estos 10 consejos están en este libro para ayudarnos como familia a aprender a servir con mayor impacto y eficacia. Realmente podemos servir de vez en cuando y sentirnos bien, como si estuviéramos logrando algo importante. Pero, si no vivimos una actitud continua y un estilo de vida de servicio vamos a caer en la trampa de ser como los fariseos de Mateo 23:4. Seamos como dice Jesús en Mateo 23:11-12. Que nos conozcan por ser familias humildes y con el propósito eterno de amar y servir a los demás. Si hacemos esto estamos seguros de que tendremos un impacto en el mundo que nos rodea.
- ¿Cuál de estos 10 consejos es el más difícil para tu familia? ¿Por qué?
- ¿Qué cambios tendrían que hacer para implementar estos 10 consejos?
- ¿Cuándo se podrían implementar estos cambios y cómo?
Extracto del libro “Trabajemos en Familia”.
Por Rich y Elisa Brown
