El nuevo ebook Halloween Un Mundo Oscuro, está estructurado en 18 FICHAS. Te comparto a continuación la FICHA 15 del libro llamada Los Efectos Nocivos del Terror.

UNA COSA ES EL MIEDO, OTRA ES EL TERROR

Cuando miramos una película, jugamos un juego o participamos de algún evento, más allá del entretenimiento en sí mismo (sano o nocivo) y del impacto visual y sonoro al que nos exponemos, también entra en juego el efecto psicológico (y espiritual) que esa película, juego o evento provoca en nosotros.

Si es una comedia nos reiremos, si es un drama lloraremos o nos enojaremos, si es una aventura nos sentiremos parte de ella, y si es terror experimentaremos miedos profundos, angustia y ansiedad. Esto es así porque son capaces de transmitirnos ideas y emociones que modifican nuestro estado de ánimo.

El miedo es una emoción humana, sin embargo hay un mecanismo biológico que lo sustenta. El sitio web muyinteresante.es lo explica de la siguiente manera: “El mecanismo biológico del miedo funciona de la siguiente manera: cuando los sentidos analizan una percepción (por ejemplo, la imagen de un depredador) transmiten a la amígdala central una determinada información. Esta información es interpretada por la amígdala como algo peligroso, y envía señales eléctricas al sistema nervioso autónomo. A continuación, segregamos noradrenalina, que agudiza la percepción y aumenta la capacidad de memoria. Por su parte, el hipotálamo ordena a la glándula pituitaria que segregue hormonas “de emergencia” y las glándulas suprarrenales segregan adrenalina en la sangre. Lo que el individuo nota, como consecuencia de estas reacciones de su organismo, es que el corazón late más deprisa, la respiración se acelera, se dilatan las pupilas, y se inhiben otras funciones no necesarias en ese momento, como la digestión. Todo ello tiene el objetivo de preparar al cuerpo para una huida inminente, o incluso un ataque”.

LOS EFECTOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS DEL MIEDO Y DEL TERROR

Veamos cuáles son los síntomas del miedo en general y del terror en particular:

  • Incremento del ritmo cardíaco.
  • Aumento de los niveles de adrenalina y cortisol.
  • Respiración agitada.
  • Presión arterial elevada.
  • Sudoración.
  • Sordera parcial.
  • Visión de túnel.
  • Sequedad bucal.
  • Paralización del cuerpo.
  • Alteración de la percepción.
  • Reorientación de la atención.
  • Aumento de la alerta perceptiva.
  • Control automático neuroendocrino.

Ante un peligro o amenaza, estos síntomas tienen cuatro objetivos concretos:

1º. Aumentar el flujo sanguíneo hacia los músculos, motivo por el que se retira de otras funciones en ese momento secundarias.

2º. Proporcionar energía extra al cuerpo, por lo que aumenta la presión sanguínea, el ritmo cardiaco y el azúcar en sangre.

el ritmo cardiaco y el azúcar en sangre.

3º. Prevenir una pérdida de sangre excesiva en caso de resultar herido, por lo que se potencia la función de coagulación.

4º. Hacer al cuerpo lo más fuerte y rápido posible, para lo que se aumenta la tensión muscular.

¿CUÁL ES EL PROBLEMA CON EL TERROR?

Hasta aquí los síntomas propios del miedo normal, natural, que experimentamos cada vez que nos sentimos en peligro o amenazados real o imaginariamente, pero, ¿qué sucede cuando ese miedo se transforma en terror?

Todas las sensaciones físicas y psicológicas se potencian al extremo. No estamos ante un miedo normal sino ante una experiencia terrorífica cuyos efectos se pueden prolongar durante horas o incluso días, y que, en muchos casos, puede tornarse incapacitante para la persona provocando fobias a largo plazo.

El investigador Jeffrey Goldstein, profesor de Psicología Social de la Universidad de Utrecht, en Holanda, sostiene que el género de terror proporcionaría un entretenimiento violento aceptado socialmente. Se trata de activar las hormonas extremas (testosterona, adrenalina, cortisol, etc.) y una forma de conseguirlo es sentir escalofríos y angustia en una situación controlada. 

A todos los síntomas anteriores, sumémosle los siguientes cuando nos exponemos al terror en cualquiera de sus variantes:

  • Ansiedad.
  • Insomnio.
  • Pesadillas.
  • Conductas paranoicas.
  • Estrés.
  • Fobias/Pánico.
  • Traumas mentales. Algunas de las imágenes resultan extremadamente grotescas y perturbadoras, dando como resultado síntomas ansiógenos o depresivos.
  • Desensibilización. La persona necesitará emociones cada vez más fuertes, más intensas, más violentas o más sangrientas, para volver a experimentar las primeras sensaciones que ya no siente. Si antes, con solo escuchar una música tétrica o perturbadora, se asustaba, ahora necesitará mucho más que eso para sentir el mismo miedo. La búsqueda de emociones más intensas irá creciendo. De continuar, sin que se establezca un límite o freno, consumir y exponerse al gore más extremo, a la posesión más grotesca o al ritual más sangriento, será como si nada.

Por supuesto, experimentar o no esta variedad de síntomas, también depende mucho de la personalidad de base que cada uno posea.

Según el sitio web muyinteresante.es algunos estudios, como el publicado por el profesor de psicología de la Universidad de Delaware Marvin Zuckerman, apuntan a una búsqueda de sensaciones según la personalidad. Así, aquellas personas que buscan mayores niveles de excitación tienden a escoger y disfrutar de este tipo de cine porque necesitan vivir experiencias intensas. Esta sensación de excitación puede persistir durante algún tiempo después de ver una película de terror, lo que Glenn Sparks de la Universidad de Purdue llama “proceso de transferencia de excitación”. En estos casos, sucede que la culminación de los procesos fisiológicos (presión arterial elevada, respiración agitada, latidos cardíacos rápidos…) persiste después de ver la película.

Extracto del libro “Halloween Un Mundo Oscuro”

Por Edgardo Tosoni

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