Pasaje clave: Mateo 8.

Palabras Poderosas

Si hubo algo que lo diferenció a Jesús de los religiosos y sectarios de su época fueron sus palabras. Él no hablaba como ellos, no era religión lo que salía de su boca, sino autoridad, espíritu y vida. Nadie permanecía igual ante las palabras de Jesús: las aceptaban o las rechazaban, pero nadie se mantenía indiferente. Seguían a Jesús o se apartaban de Jesús. Sus palabras eran desafiantes y cargadas de autoridad. No eran simples palabras.

1. El leproso pide ser sanado (vs.2). Jesús lo toca, ¿y qué le dice? (vs.3). Su palabra liberó sanidad sobre la enfermedad y fue sano.

2. El centurión ruega por su siervo enfermo y atormentado (8:5-8). Jesús, admirado de su fe, ¿qué le responde? (vs.10-13). La palabra de Jesús lo sanó en ese mismo momento.

3. Endemoniados y enfermos son traídos a Jesús. ¿Cómo los sanó? (vs.16). Con la palabra.

4. Tempestad y tormenta en el mar. Discípulos aterrados (vs.23-25). ¿Qué dice Jesús? (vs.26). Con su palabra tranquiliza a los discípulos y  reprende a la tempestad. Nunca nadie había hecho algo así (vs.27).

5. Los demonios ¡le ruegan y le piden permiso a Jesús! para salir de los hombres e ir a los cerdos (8:28-31). ¿Qué les ordena el Señor? (vs.32). Su palabra está cargada de poder y autoridad divina. Los demonios sólo pueden obedecer, ninguno se atreve a cuestionarlo.

Y Actitudes…

Presta atención a las actitudes de éstas cuatro personas. Y luego mírate a ti mismo y evalúa tus propias actitudes hacia el Señor.

1. ¿Con qué actitud se presenta el leproso frente a Jesús? (vs.2). “Si es tu voluntad, si quieres, si lo deseas, puedes limpiarme”.

Tú no eres un leproso, eres un hijo de Dios: amado, santo y escogido. Pero, ¿tienes la actitud de éste leproso? ¿Eres capaz de decirle al Señor: “si tú quieres, si es tu voluntad”, y aceptar lo que Él te diga?

2. ¿Con qué actitud se presenta el centurión frente a Jesús? (vs.5-9). Éste era un hombre de autoridad, con poder militar y soldados bajo su autoridad, pero viene a Jesús rogándole. El centurión reconoció la autoridad de Jesús y le rogó. No le exigió, ni le dio órdenes, le rogó. Sólo los rebeldes y caprichosos cuestionan a la autoridad. Un corazón obediente mueve el poder de Dios. Un corazón rebelde lo detiene.

¿Eres obediente? ¿Reconoces en tu vida la Palabra de Dios o la cuestionas y rechazas?

3. ¿Cómo reaccionan los discípulos ante la tempestad? (vs.23-27). ¡Tienen miedo de morir! ¡Se desesperan! ¡Se descontrolan! Dudan y se olvidan completamente de que Jesús estaba con ellos.

¿Tienes miedo? Todos tenemos miedo y todos nos parecemos a estos discípulos, pero… ¿por qué te olvidas tan rápidamente de quién es el que está contigo? ¿Piensas que puedes hundirte teniéndolo a Jesús en tu vida? No tengas miedo, sólo cree.

4. Jesús hace algo extraordinario (vs.28-32). Libera a los endemoniados y le ordena a los demonios entrar en un hato de cerdos (¡Puajjj! ¡Qué asco! Sólo un demonio viviría en un cerdo). Los cerdos desesperados y endemoniados se suicidan tirándose al mar, pero entonces sucede algo inesperado…

¿Cómo reaccionan los habitantes de la ciudad? (vs.33-34).

Toda la ciudad se conmociona por la liberación de los dos hombres…, ¿o porque perdieron un hato de cerdos? ¿Salen de sus casas para seguir a Jesús o para rogarle que se vaya?

Piénsalo.

Jesús te habla palabras poderosas. Sus palabras te perdonan, te sanan, te liberan, te hacen 10 veces mejor, pero ¿cómo reaccionas a ellas? ¿Qué actitudes tienes cuando las escuchas o las lees?

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo”

Por Edgardo Tosoni

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