Pasaje Clave: 2º Crónicas 19 y 20.
Josafat salvó su vida sobrenaturalmente gracias a la intervención de Dios. Cuando clamó, Dios lo libró (2º Cr.18:31-32, 1º R.22:32). Pero el punto no es ese por más milagroso que haya sido el rescate celestial, el punto es que Josafat se relacionó, escuchó y siguió a la persona equivocada, y si bien terminó vivo (a diferencia de Acab) sus decisiones desagradaron a Dios.
¿Qué sucede cuando regresa a Jerusalén? (19:1-2)
¡Palabras muy, muy duras! El profeta (vidente) Jehú le va con los tapones de punta: “Qué pasa contigo rey Josafat, ayudas a los perversos, a los muy, muy malos y amas a los que desprecian a Dios”.
Entiende esto: Acab, rey de Israel, era de lo peor. Y no sólo él sino también su esposa Jezabel y sus hijos Ocozías y Atalía. Eran una familia de perversos, asesinos, idólatras, corruptos, capaces de hacer lo que fuera necesario para satisfacer sus deseos y concretar sus maldades. ¡Con ellos se había emparentado Josafat! Y esa sociedad casi le cuesta su propia vida.
¿Con quién más se relaciona equivocadamente Josafat y qué consecuen- cias tiene? (20:35-37, 1º R.22:48-49)
¡Escucha nene a tus padres o líderes cuando te dicen que esa chica (o mujer) no te conviene porque anda de varón en varón y sólo le interesa el dinero y las apariencias! No te metas.
¡Escucha nena a tus padres o líderes cuando te dicen que ese chico (u hombre) no te conviene porque las seduce, se las lleva a la cama y las desecha como un pedazo de carne! No te metas.
¡Escúchalos cuando te advierten de que esas personas arruinarán tu vida porque están metidos en negocios turbios!
¡Escúchalos cuando te advierten de los “chicos malos” porque aunque sean muy divertidos y “ganadores” se aprovecharán de ti y te hundirán!
No arruines los propósitos de Dios para tu vida enamorándote, asociándote o relacionándote con perversos y malvados, y ni siquiera con personas que dicen ser creyentes (cristianos) pero viven como cualquier incrédulo, apartados de Dios y carnales. ¡Alejate de ellos! Ora por sus vidas, ámalos en el Señor, pero no intimes, no les abras tu corazón, no los metas en tu vida, no sigas sus consejos, no te dejes seducir ni engañar porque te arruinarás, te desenfocarás de tu llamado y enfriarás tu amor por el Señor. Y como Josafat, expondrás tu vida a riesgos y peligros totalmente innecesarios.
¿Por qué Dios le da una 2º oportunidad? (19:3)
Aunque su gran debilidad era relacionarse con las personas incorrectas (primero Acab y después Ocozías), y las consecuencias siempre fueron negativas para él, Josafat tenía un corazón que realmente amaba a Dios. Pero no alcanza sólo con amar a Dios, también tienes que vivir como Él quiere que vivas, amar lo que Él ama y despreciar lo que Él desprecia.
¿Qué nuevas decisiones toma Josafat? (19:4-5, 8, 11)
Los jueces tenían la enorme responsabilidad de administrar e impartir justicia y por lo tanto tenían que actuar y decidir rectamente.
¿Con qué consejos y advertencia los instruye? (19:6-7, 9-10)
“NO PELEES. YO PELEARÉ POR TI”
El capítulo 20 (hasta el vs.30) es un relato de liberación sobrenatural. 2)
Recuerda que el ejército de Josafat también era muy numeroso (2º Cr.17:13-19), sin embargo ante la gravedad de la noticia, ¿qué decisiones (acciones de fe) toma Josafat? (20:3-6)
¡Wwoooowwww! Esta es la actitud de un hombre con un corazón para Dios. En lugar de confiar en su ejército sale corriendo a buscar a Dios. Primero buscamos a Dios. Primero hablamos con él. Si nos libró antes, ¿acaso no puede librarnos también ahora?
Presta atención a la oración de fe de Josafat y aprende de ella (20:6-12):
- Reconoce el poderío de Dios. Él oye y salva cuando lo buscamos (vs.6-9)
- Habla específicamente del problema (vs.10-11)
- Reconoce su debilidad y su incapacidad para resolverlo (vs.12)
Rápidamente llega la respuesta celestial. ¿Qué le dice Dios? (20:14-17). “Tú ve, prepárate y enfrenta la situación. Da la cara, no huyas, no te rindas. Pero no tengas miedo porque yo pelearé por ti. Yo estaré contigo. Yo te salvaré. Esta es mi lucha”.
¿Cómo reaccionan Josafat y el pueblo? (20:18-19). ¡Adoran, alaban, creen!
¿Qué sucede? ¿Cuál es el desenlace? (20:20-30). Sin palabras. Párate y aplaude. Dios es grande. Dios lo ha vuelto a hacer!!!
Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 2º Crónicas»
Por Edgardo Tosoni
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