Los adolescentes hoy en día requieren de razones para decir «no» al sexo y «sí» a muchos otros aspectos de su vida. Necesitan que se les demuestre que sus sueños, esperanzas y deseos no son intangibles, y que el involucrarse en el sexo muy pronto podría poner en peligro su futuro. Se necesita que los adolescentes ejerzan responsabilidad sexual para evitar que pierdan de vista su futuro y que cedan a las tentaciones diarias.
Jan Farrington explica lo que es la responsabilidad sexual, en su artículo «Sexo y Responsabilidad: ¿Qué Significa la Palabra Responsabilidad Para ti?» significa hacerte cargo de tu sexualidad… sabiendo que tu cuerpo es algo que te pertenece… que debes responder por cada acción y sus consecuencias., que, a diferencia de otras funciones vitales tales como el comer, el dormir y la excreción, la expresión sexual puede ser controlada en ambos sexos sin daño a tu salud o tu vida».
Con la intención de ayudar a los adolescentes a obtener y retener la responsabilidad sexual, Jean Farrington propone un plan de acción de cinco pasos:
1. Haz una decisión. Si has meditado en este asunto y en los riesgos que implica, y has decidido que la actividad sexual puede esperar, haz un contrato contigo mismo (por escrito, si lo deseas). Escribe todas las razones por las que has escogido esperar, y establece algunos «límites personales» para determinadas situaciones sociales.
2. Comunica a alguien tu decisión. Aunque tus amigos se burlen al principio, terminarán respetando tu decisión (si no lo hacen, ¡tal vez querrás tener nuevos amigos!).
3. Se claro con la persona que sales. Asegúrate de que él o ella respete tu decisión. Cuando hagan planes de salir, eviten estar solos o vayan sólo a lugares públicos. Usa tu imaginación para planear una vida social divertida con tu novio o novia y tus amigos.
4. Haz planes, establece metas y mantén «animada» tu vida. Enfoca tus pensamientos y energías hacia aquello que disfrutas. Piensa en lo que quieres ser en cinco o diez años, y ocúpate en alcanzar lo que deseas. Entre más comprometido estés con eso ahora y en el futuro, será menos probable que te sientas atraído hacia la idea de una relación sexual que pueda sacarte del juego.
5. Da a tus amigos (o algún adulto en quien confíes) permiso para «pedirte cuentas», que te pregunten sobre tu relación física con tu novio o novia. Tú y ellos pueden ser capaces de detectar un problema antes de que te encuentres en dificultades o situaciones riesgosas. De cualquier forma, ¿cuál es la prisa? «De las diez cosas más importantes en una relación, el sexo es la número 9. La número uno es el amor y el cuidado».
Ha comenzado un movimiento entre los adolescentes de los Estados Unidos que se dan cuenta de los peligros de involucrarse en el sexo antes del matrimonio. Están luchando contra la creencia de que «todo el mundo lo está haciendo» frente a una sociedad y unos medios de comunicación que esperan que todo mundo termine como «animales copulando». Pero su mensaje lentamente se está dejando escuchar: No todo el mundo «lo está haciendo».
En julio de 1994 la campaña «El Verdadero Amor Espera» (compuesta por aquellos adolescentes que no tienen miedo de proclamar su compromiso de permanecer vírgenes hasta el matrimonio) llevó a cabo una demostración en Washington D.C. Allí, 30000 adolescentes apilaron más de 200000 «señales de abstinencia», recolectadas de adolescentes de todo ese país y de todas las denominaciones, inspirados en la campaña «El Verdadero Amor Espera» de los Bautistas del Sur, en la que los adolescentes orgullosamente proclamaron su promesa de guardarse hasta el matrimonio.
Estos grupos están demostrando a otros adolescentes que «está bien e incluso está ‘en onda’ aquel que se abstiene del sexo». Estos adolescentes no están solos. Estrellas del deporte públicamente han proclamado su virginidad y el grupo de «Atletas Pro Abstinencia» ayuda a los adolescentes a abstenerse del sexo. De esta manera, no necesitan preocuparse de estar solos en su deseo por permanecer puros para aquél a quien amarán, y pelear contra la creencia de que «todo mundo lo está haciendo».
Por Brian Roles.
Tomado de Revista IPI. Año 8. Nº 39.