EL PROPÓSITO DE LA UNCIÓN
En el libro de Isaías podemos encontrar que la unción que Dios le dio al profeta era con un fin. En el mismo podemos leer lo siguiente: «Me ha enviado a darles una corona en vez de cenizas, aceite de alegría en vez de luto, traje de fiesta en vez de espíritu de desaliento. (Isaías 61:3). La verdadera unción que nos presenta la Biblia es la esperanza que transforma las mayores crisis, en momentos de alegría y de fiesta. Que todas las reuniones de jóvenes sean una celebración de fiesta que fomente el amor y la unidad. Te recomiendo que siempre que puedas inicies comentando algo jocoso de tu vida, que demuestre tu fragilidad como individuos. No debemos intentar parecer superhombres como evidencia de que somos ultra-mega- híper espirituales. La santidad debe ser amena y de disfrute. Se acabó ese tiempo de la santidad de micrófono, de estética y sobretodo de aburrimiento. En mi caso, el buen sentido del humor ha hecho que los chicos y las chicas se me acerquen para contarme sus pecados y luchas, por que saben que a pesar de esos momentos jocosos en las reuniones, no habrá espacio para la burla en la intimidad que se crea mediante la relación de confianza. ¡Gloria a Dios por la risa! Vivamos el evangelio del reino que consiste en más que cultos y programas. «Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo» (Romano 14:17). Al final verás que las distancias entre tú y cada uno de los chicos y las chicas serán borradas por el poder de la risa. Por eso ríe y goza con los chicos. Enséñales tus dientes (aunque tengas caries) y tu calvicie (si te pareces a mi y a Lucas Leys) y haz que gocen y disfruten cada reunión en celebración por el amor de Jesús.
Extracto del libro «Consejos desde el Frente»
Capítulo por Eliezer Ronda
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