Mi texto bíblico para las víctimas de bullying es: Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. (Salmo 32:7). Y estas son ideas prácticas que puede enseñarle a tus niños, preadolescentes y adolescentes para defenderse:

1. PON LIMITES RÁPIDAMENTE. Ten en cuenta que los comienzos suelen ser sutiles. Debes ser proactivo ya que todo comienza con pequeñas señales. No permitas las pequeñas burlas o desprecios.

2. TRABAJA EN HACER BUENOS AMIGOS. Invierte en ellos. Los amigos están para acompañar y hacer de la vida un tiempo de alegría. Por esto es que es tan importante tener buenos amigos. Si los tienes comparte con ellos lo que te sucede y lo que sientes. Si no tienes amigos, debes aprender a hacerlos. Existen muchas personas solitarias que sufren por falta de compañía. Tienes que tener un buen olfato y descubrir dónde están esas personas que desean construir amistad genuina. Estar cerca de amigos te ayudara a sentirte protegido o protegida. Los agresores suelen ser cobardes frente a los grupos, por eso en su mayoría atacan cuando encuentran a sus víctimas solas. No lo vivas solo.

3. COMPÁRTELO CON LOS ADULTOS. Es muy importante que los adultos tomen conciencia de la ayuda que necesitas y que están obligados a efectuar acciones concretas tanto en las escuelas o colegios como en clubes o vecindarios. Díselo a tus padres, no te lo guardes. Tus padres deberán compartirlo también, con las autoridades de tu colegio y hasta en algunos casos es recomendable también con autoridades policiales o de la justicia.

4. PONLO EN PALABRAS. Explícalo con detalles, aunque sea doloroso. No te quedes con esto dentro tuyo. Debes decirlo y hacerte entender. No menosprecies lo que te sucede.

5. CONVÉNCETE DE QUE NO LO MERECES. No existe ni existirá jamás, algo en ti que justifique que te realicen bullying. No creas a la lógica del ataque, no lo mereces por nada. Recuerda que todo comienza por casa, debes respetarte para que los demás te respeten. Tú no tienes la culpa de la agresión. Ese es el problema del agresor y no el tuyo.

6. NO PAGUES CON LA MISMA MONEDA. Nunca es una buena idea tratar de convertirte en algo que no eres. Ser un agresor no lo es cualquiera, sino aquel que puede serlo por sus debilidades y conflictos. Tú no eres así, no te defiendas agrediendo. Gracias a Dios tú no podrás, porque eres distinto. Con violencia solo aumenta la violencia. Debes enfrentar la tentación de hacer tú lo mismo.

7. NO ENVIDIES A LOS VIOLENTOS NI PROCURES VENGANZAS. No optes por andar en sus caminos (Lee Proverbios 3:31). Y nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!» Confía en el Señor, y él actuará por ti. (Proverbios 20:22)

8. NO TRATES DE CONVENCERLO. Frases como: “Por favor, no me trates mal” o “Detente, te lo ruego” son frases que no comprenderá. La lógica de reconocer el dolor que le produce en los demás, es una lógica desde la salud, el agresor no reconoce ni tiene en cuenta lo que produce en los demás. Solo producirás que lo disfrute aún más, porque leerá este pedido como un acto de debilidad. No intentar cambiar al agresor, no es tu tarea.

9. BLOQUÉALE EL ACCESO. En los casos de ciber-bullying elimínalo y bloquéalo de todos tus contactos. No te comuniques ni le permitas manipularte. En algunos casos, recomiendo que dejes las redes sociales por un tiempo hasta que el agresor se dé por vencido.

10. GUARDA PRUEBAS QUE COMPRUEBEN LOS ATAQUES. Guarda chats, mensajes, o capturas de pantallas y muéstralas a los adultos. Esto te servirá para dar a conocer lo que el agresor hizo, no confíes en que todos te creerán.

11. LIMITA EL ACCESO A TUS REDES SOCIALES. No aceptes a cualquiera, ni converses con gente desconocida, sobre todo si comienzas a notar que se comporta de una manera extraña. Cambia tus contraseñas periódicamente y que sean palabras que no tengan que ver con tu historia ni fechas de tu vida fáciles de deducir.

12. CUIDA LO QUE PUBLICAS. La vida no pasa por el muro de Facebook, sino que la verdadera vida es la que podemos vivir realmente. Cuida lo que publicas, sobre todo si, sin darte cuenta sueles dar información que alguien pueda manipular.

13. RÉSTALE PODER. Cuando sufres el agresor se siente poderoso, cuando reaccionas se siente que está siendo efectivo. Él o ella desea hacerte infeliz, por esto, no demuestres que te afecta, haz como si no lo oyeras. Ni siquiera le mires o contestes. Justamente están esperando que reacciones, no lo hagas frente a él o ella, pero busca a alguien adulto para que puedas hacerlo.

14. ESCAPA. Sobre todo, si crees que puede haber peligro. Aléjate de la situación. Vete a un sitio donde haya un adulto.

15. PROTEGE TU CORAZÓN. El bullying no sólo es agresión y acoso, sino que también hiere tu autoestima. No le entregues tu corazón para que lo llenen de bronca o resentimiento. Si logran esto, habrán vencido.

Los cristianos somos la principal fuerza en contra de la violencia porque conocemos el amor verdadero. La gracia de Jesús. Es mi oración que este material te ayude y capacite para compartir con estas nuevas generaciones cómo hacerle frente al bullying. Brindar esperanza, traer consuelo y liberar es nuestra responsabilidad ya que nuestra misión no es otra que la del que dijo que había venido a dar libertad a los cautivos. (Lucas 4:18-19). Manos a la obra.

Extracto del libro Bullying

Por Adrian Intrieri

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí