Dios te ha colocado hoy en medio de un grupo de personas (tus familiares, tus vecinos, tus compañeros, tu comunidad) para que seas un(a) agente estratégicamente ubicado para la misión (Mateo 5:16-18).

«No salgo a evangelizar; evangelizo cuando salgo». En la antigüedad, cuando las personas querían estar en la presencia de Dios, se acercaban al tabernáculo. Más tarde, la presencia de Dios habitaba en el templo, un lugar majestuoso de adoración, pero en una sección exclusiva conocida como «el lugar santísimo». Sin embargo, hoy la presencia de Dios habita en ti (1 Corintios 6:19,20). ¡Tú eres un templo viviente! ¡Eres un templo en constante movimiento! La presencia de Dios está contigo en todo lugar a fin de cumplir con la misión.

  • ¿Cómo te sientes ahora con este enfoque de tu misión?
  • ¿Por qué crees que la gente sigue pensando que es en los templos (los edificios que equivocadamente llamamos iglesias) donde está la presencia de Dios?
  • ¿Por qué crees que no hemos logrado ser esos templos vivientes que manifiestan la presencia de Dios en todo tiempo y lugar?

AQUÍ Y ALLÁ AHORA

Hasta este punto, espero haberte ayudado a ver tu vida, tu misión, tu ministerio y el de tus jóvenes de una manera más cercana a la perspectiva de Dios. ¡Anhelo que ahora puedas ver cada uno de tus días de una forma más estratégica! Si esto es cierto, el siguiente paso requerirá audacia.

  • ¿Qué crees que podrías implementar en tu ministerio juvenil para que tus jóvenes piensen en su llamado a un estilo de vida misional?
  • ¿Qué cosas crees que incluye el estilo de vida misional? ¿Cómo se ve alguien que vive de esta manera?

Si nosotros cumplimos la misión y el evangelio son las buenas noticias, podemos afirmar que nuestro estilo de vida debe ser entonces una buena noticia para el mundo que nos rodea en todo lugar y en todo momento. Ser los portadores de las buenas noticias de Jesucristo implica involucrarnos en la transformación de la vida de aquellos con los que podemos tener algún tipo de contacto. Por supuesto, esto incluye la vida espiritual de las personas, pero no deja fuera la vida emocional, social, intelectual, física y material. Al final de cuentas, todas las necesidades están siempre conectadas, y en nuestro caso, sabemos que todas apuntan de una u otra manera a nuestra necesidad espiritual.

Nuestro proyecto como líderes juveniles será entonces proveer espacios, experiencias, oportunidades y desafíos que reten la vida de cada uno en nuestro grupo y los encaminen a ser misionales. Deseamos que ellos por su propia cuenta comiencen a reconocer lo que Dios está haciendo a su alrededor y se unan a él. No obstante, en un inicio deberemos encender la llama.

Te propongo entonces el siguiente ejercicio para soñar y dar pasos a fin de unirte a Dios en su misión.

  • Haz una lista de personas que conoces (familiares, vecinos, compañeros) y de algunas necesidades que sepas que están atravesando. ¿Cómo podrías ser tú en este momento una buena noticia para ellos? ¿Cómo podrías ser parte de la misión de Dios en sus vidas?
  • Haz ahora una lista de personas u organizaciones en tu comunidad a las que podrías apoyar para ser una buena noticia en medio de sus necesidades. ¿Cómo podrías ser parte de la misión de Dios en la vida de estas personas?
  • Repite la pregunta anterior, pero amplía ahora el campo de acción a tu país.
  • Escribe los nombres de algunos misioneros conocidos que están en el campo. ¿Cómo podrías ser parte de la misión de Dios a través de sus ministerios en el extranjero?
  • Las preguntas anteriores se enfocaron únicamente en cómo podrías ser parte de lo que Dios está haciendo aquí y allá ahora. ¿Qué te parece si extendemos este ejercicio a todo tu grupo de jóvenes?
  • Anima a cada uno de tu grupo a considerar las preguntas anteriores de forma personal. ¿Cómo ves que reaccionan? ¿Qué oportunidades observas?
  • Desarrolla luego este mismo ejercicio, pero como grupo o equipo.

Quizás hayan descubierto oportunidades en común; tal vez puedas involucrarlos en alguna de tus propuestas o todos puedan ser parte de alguna de las ideas que uno de los jóvenes propuso. Sin importar cuál sea el caso, recuerda esto: solo tenemos una vida y es para dar. ¡Involúcrate hoy!

Extracto del libro “Estratégicos y Audaces”

Por Howard Andruejol

Lee la continuación de este artículo AQUÍ

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí