Si eres un miembro ordenado del clero, o si tienes una licencia profesional como consejero, existen leyes en casi todos los estados que protegen tus derechos y monitorean tus responsabilidades como consejero pastoral o terapeuta. Esas leyes también protegen los derechos de aquellos que buscan tu consejo. Es tu responsabilidad saber la ley, las excepciones de esa ley, y vivir según la misma. Generalmente, las excepciones que requieren y permiten una revelación incluyen:

  • El deber de prevenir a otros de peligro real e inminente de daño físico.
  • El deber de reportar abuso infantil a las autoridades correspondientes.
  • Discusión dentro del contexto de la supervisión formal por un profesional en salud mental por parte del cliente.

Si no eres un clérigo ordenado o consejero con licencia, puede que no estés cubierto por las leyes estatales de confidencialidad. Esto significa que es posible que seas requerido por una corte para divulgar información que se te compartió de manera confidencial. No es algo común, pero puede suceder. El otro lado de la moneda es que consejeros, maestros, profesionales médicos y la policía han sido históricamente personas que denuncian hechos graves respecto a sospechas o conocimiento de abuso infantil o de cualquier tipo (físico, sexual o emocional). Las leyes respecto a las personas asignadas para reportar ahora incluyen a los pastores, líderes juveniles y proveedores de cuidado infantil en casi todos los estados.

Creemos que debieras asumir que estás requerido por la ley para reportar evidencias de abuso. Esta es otra área en la cual es tu responsabilidad estar enterado de la ley de tu estado y regirte a la misma. La defensa de «no sabía que era mi obligación» no te sostendrá en la corte. Si posees información y no denuncias, fallas en cumplir y te pones ti, a tu ministerio y al liderazgo en riesgo.

DOCUMENTACIÓN

Una demanda a un clérigo por mala práctica, en 1980, se llevó a cabo en la Corte Suprema de California, pero fue desechada porque el equipo pastoral pudo demostrar que habían actuado responsablemente al cuidar a un miembro de su congregación que buscó su ayuda, pero finalmente decidió suicidarse. Tan pronto como el equipo reconoció la gravedad de la condición emocional del joven, le refirieron a consejería profesional. Ya que documentaron cuidadosamente los pasos dados para conseguirle ayuda profesional, su defensa fue fuerte.

Muchas de las ocasiones para ayudar en el ministerio juvenil ocurren en el camino. Jóvenes que son reservados para concertar una cita para hablar acerca de sus luchas, puede que simplemente se acerquen a ti luego de la reunión de jóvenes y empiecen a hablar al respecto. Ocasionalmente, las personas que piden tu ayuda serán desconocidas para ti. Ya sea que conozcas a las personas antes de su acercamiento para tu ayuda, o que su interacción sea formal o informal, es una buena idea hacer y discretamente guardar notas acerca de la fecha en que la conversación tuvo lugar, qué fue lo que se reveló, y las recomendaciones que diste. Este tipo de documentación puede ser útil si eres requerido para dar testimonio en una corte judicial.

Un formulario simple sobre una entrevista se presenta a continuación. Vale la pena subrayar que la documentación de naturaleza confidencial debe ser guardada bajo llave. Si mantienes registros en una computadora, protégelos con una contraseña. Cuando te vayas de una iglesia o ministerio paraeclesiástico, llévate los registros. Tal como documentar tus interacciones puede ser vital cuando seas llamado a declarar sobre tu involucramiento, fallar en proteger documentos confidenciales puede también involucrarte en «aguas turbulentas».

FORMULARIO DE ENTREVISTA DE ADMISIÓN

Fecha: Nombre:

Fecha de nacimiento: Edad:

Dirección: Teléfono:          

Nombre de la madre:

  • Dirección:
  • Teléfono:        

Nombre del padre:

  • Dirección:
  • Teléfono:        

Fuente de referencia:

Naturaleza del problema:

Situación familiar:

Acción tomada o recomendada:

Referir a:

Notas:

Extracto del libro Cómo Ayudar a Jóvenes en Crisis.

Por Jim Hancock y Rich Van Pelt

Lee la continuación de este tema AQUÍ.

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