LA EXPERIENCIA CON LAS ESCRITURAS: TERCERA PARTE

Pasa los últimos minutos de cada sesión analizando formas de aplicar las verdades principales que los jóvenes han descubierto. La aplicación se trabaja tanto de manera individual como grupal. Dales a los jóvenes una oportunidad de asumir sus propios compromisos. Haz que compartan sus aplicaciones personales si es que existe un alto nivel de confianza dentro del grupo. Luego, como grupo, identifiquen formas en las que los jóvenes puedan trabajar juntos para vivir instrucciones y verdades específicas.

A. Responsabilidad: El estudio de la Biblia resulta convincente cuando se hace en profundidad. Tus jóvenes (y tú) irán asumiendo compromisos a lo largo del estudio. Ayúdense unos a otros a mantener esos compromisos elaborando un plan de responsabilidad. Por ejemplo, cuando termine cada sesión podrías crear un mensaje de texto que los jóvenes puedan enviarse unos a otros como un recordatorio para hacer lo que han aprendido o programar un chequeo a mitad de la semana, ya sea en un restaurante de comida rápida u online.

B. Algo que llevarse: Al terminar cada reunión, dales a los jóvenes la oportunidad de resumir la sesión entera en uno o dos puntos que puedan llevarse de esa hora con la Palabra de Dios. Utiliza unas de las siguientes preguntas para hacerlos pensar:

  • ¿Qué es lo que nunca olvidarás de este pasaje?
  • ¿Qué te sorprendió?
  • ¿Qué verdad nueva sobre Dios aprendiste hoy?
  • ¿Qué es lo que te planteó un desafío o te condenó?
  • ¿Sobre qué te gustaría aprender más?

Ofréceles a los jóvenes una forma de guardar la evidencia de lo que se están llevando al proveerles una hoja de repaso, o realizando una rápida manualidad. Cualquiera de estas opciones les dará una visión de conjunto de los puntos clave del estudio y les ayudará a conservar sus propios puntos importantes y «las perspectivas de Dios» que les proveyó la experiencia.

Cuando nuestro grupo de jóvenes estudiaba las cuestiones básicas de la fe cristiana, al terminar cada sesión, nosotros les entregábamos un pequeño objeto que representaba cada cuestión básica que habían estudiado. Representamos el pecado con un anzuelo con el plomo que lo hunde. Simbolizamos el Espíritu Santo con un adaptador de corriente (como señal de conectarse al poder). Los jóvenes registraban todas estas cosas en un cuaderno grande de espiral. Eso servía como una gran herramienta de memoria y un aparato eficaz para repasar.

C. Devocionales personales: La meta de cualquier estudio inductivo de la Biblia a largo plazo con los jóvenes es ayudarlos a convertirse en personas capaces de autoalimentarse de la palabra de Dios de por vida. A medida que los jóvenes y tú utilicen las herramientas inductivas en las reuniones, puedes estar seguro de que ellos profundizarán su relación con Dios por lo menos durante unos minutos cada semana. Lo que sucede en estas sesiones es que se les provee una plataforma, un lugar en el que la teoría se convierte en realidad.

Lo que los jóvenes hagan entre sesión y sesión dependerá del grupo. (Pedirles a los jóvenes que estudien la Biblia en casa para prepararse para la reunión de estudio puede tener un resultado incierto. La línea entre desafiar a los jóvenes y conducirlos a un fracaso es muy delgada).

Listas Creativas. No temas pensar en algo fuera de la pizarra para anotar las percepciones del grupo. Si estás estudiando un pasaje cargado de promesas, compra una gran pelota de playa con gajos de colores que represente un arco iris, y utiliza un marcador permanente para escribir las promesas en ella. Cuelga la pelota en algún lugar de tu área para predicar. O compra unas pelotas pequeñas en las que los jóvenes puedan escribir y llevárselas a casa.

Un megáfono es un gran símbolo a usar cuando se marcan instrucciones y mandamientos en las Escrituras. Y un megáfono real sirve como una gran «pizarra» en la que grabar los mandamientos de Dios. Puedes buscar la imagen de uno on-line (busca en suministros de animadores) o en una tienda de deportes. Escribe las instrucciones y los mandamientos para pegarlos en un gran megáfono, o en pequeños megáfonos para que los jóvenes se lleven.

Si tus jóvenes piden más o se preguntan cómo llevar a cabo su propio tiempo devocional para que resulte interesante y significativo, experimenta dándoles algunas minibúsquedas en la Palabra que ya hayas hecho. Eso los motivará a desarrollar hábitos santos y proveerá un significado a que lo hagan. Pero haz de esto algo opcional o disponible si lo solicitan.

Extracto del libro Cómo Enseñar la Biblia Con Creatividad

Por Barry Shafer

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