CARACTERÍSTICAS DEL LUGAR

Cuando pensamos en la tarea de aconsejar a un niño, es preciso que contemos con un lugar adecuado. Es decir, un lugar con mobiliario adecuado, buena iluminación, decoración apropiada, temperatura agradable, recursos y materiales necesarios, y también puertas y ventanas seguras.

MOBILIARIO.

Es preciso tener una mesa y sillas donde los niños y el consejero se puedan sentar. La mesa es necesaria para que el consejero pueda apoyar un cuaderno donde tomar nota de los temas relevantes que surjan en la charla con el pequeño. Y también ese espacio será necesario a la hora de trabajar con figuras y/o fichas que apunten al tema que se está tratando. Si se tiene la posibilidad, sería conveniente tener una mesa y sillas del tamaño de los escolares menores, y otro juego de mesa y sillas del tamaño de los escolares mayores.

ILUMINACIÓN.

Un lugar bien iluminado es un lugar que se siente confortable y alegre. Siempre es conveniente usar la luz natural, del sol. Pero, de ser necesaria la luz artificial, se deben colocar artefactos adecuados, cuya luz logre iluminar todo el ambiente.

DECORACIÓN.

Es importante que el lugar se vea prolijo y que la pintura de las paredes sea de colores claros. En las paredes se pueden colocar carteles con textos bíblicos que sean de aliento para la vida del niño. El mismo consejero puede confeccionar los carteles usando letra de imprenta mayúscula, que es la letra que mejor se lee. También pueden colocarse en las paredes láminas y/o cuadros (de niños, de animales, etc.) que sean vistosos y atractivos. No se trata de invertir mucho dinero, sino de ser creativos y aprovechar los materiales con los que contemos. ¡No hay límites para la creatividad!

TEMPERATURA AGRADABLE.

En los encuentros de consejería, el niño o la niña deben sentirse a gusto. Este es el lugar donde podrán expresarse, y también recibir la palabra oportuna de labios del consejero. Es por todo esto que resulta indispensable contar con un clima adecuado, para que no haga ni demasiado frío ni demasiado calor.

RECURSOS Y MATERIALES.

El aula también debe contar con estantes y/o un placar para que el consejero pueda guardar y tener a su disposición el material necesario para realizar la consejería. Allí puede tener bibliografía, fichas de trabajo, láminas (con ilustraciones de distintas emociones, distintas situaciones, etc.), hojas blancas, crayones y lápices de colores, y todo otro recurso que pueda ser necesario durante el tiempo de consejería con el niño. También puede ser útil contar con pañuelos de papel (por si un niño llora o está resfriado), y banditas para cubrir heridas. A veces, cuando los niños están sensibles por diversos motivos, una pequeña herida (como un raspón) puede ser razón suficiente para que lloren con desconsuelo. Colocarles en la pequeña herida una linda bandita los hará sentirse mejor, a la vez que le dará la oportunidad al consejero de entrar en confianza con el niño o niña.

En relación a la sala y el mobiliario, la idea no es llenar el lugar de muebles, sino tener los necesarios, pero que también quede espacio libre. En caso de no contar con un aula exclusiva para la consejería, se puede adaptar una de las aulas que se usan habitualmente para el desarrollo de las clases.

LA SALA: SUS PUERTAS Y VENTANAS.

Las ventanas deben ser seguras. Deben tener rejas o redes, para evitar cualquier tipo de accidente con los niños. Además, las ventanas pueden estar decoradas con lindas cortinas que algún voluntario puede confeccionar, cuidando siempre que sean de lindos colores que guarden armonía con la pintura de las paredes.

La sala o el aula en la que se realice consejería debe tener sí o sí una puerta con una ventana, de manera que los que pasan puedan ver lo que ocurre dentro. Al vidrio de la ventana se le puede hacer algún tratamiento para que desde adentro hacia afuera no se vea (de manera que no se distraiga el niño), pero sí debe poder verse de afuera hacia adentro. Esto es para tranquilidad de todos los involucrados, ya que nunca debe estar un niño solo en una habitación con un adulto si no tiene este tipo de visibilidad desde el exterior.

CUIDADOS ESPECIALES.

Quizás no se entienda bien el motivo de poner una ventana en la puerta de la sala de consejería, por la cual se pueda ver al interior del aula. La razón es sencilla: debemos cuidar al niño y cuidar al consejero. La consejería, por lo general, se realiza estando el consejero solo con el niño, o con algunos niños. Y debemos ser conscientes del mundo en que vivimos. No podemos ser ajenos de las cifras, cada vez más alarmantes, que nos revelan la cantidad de niños que son abusados en los lugares donde deberían recibir amor, cuidado y protección. ¡Más del 90% de los abusos infantiles se producen por personas que el niño conoce y que son de su confianza! Imagina el profundo daño que se produce en la vida del pequeño…

Extracto del libro Manual de Consejería Para el Trabajo Con Niños.

Por Jessica Ibarbalz

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