Un total de millón y medio de estudiantes de secundaria en Estados Unidos experimentan los actos de iniciación cada año («novatadas»), más de la mitad de ellos son atletas. Aun los grupos considerados «seguros» realizan actos de iniciación:

  • 286.000 estudiantes de música, arte y teatro.
  • 235.000 miembros de grupos juveniles de la iglesia (particularmente actividades peligrosas; casi la mitad es presionada a participar en actividades ilegales).
  • 61% de los actos de iniciación ocurren en la secundaria.
  • Las razones para seguir la corriente en los actos de iniciación:
  • Fue divertido y emocionante (48%).
  • Nos sentimos más unidos como grupo (44%).
  • Pude demostrarme (34%).
  • Solamente seguí la corriente (34%).
  • Tenía miedo de decir no (16%).
  • Quería vengarme (12%).
  • No sabía que estaba sucediendo (9%).
  • Los adultos lo hacen también (9%).
  • 98% piensa que los actos de iniciación peligrosos están mal, 86% piensa que humillar está mal, 35% piensa que los actos de iniciación son socialmente aceptables.

Los estudiantes de secundaria recomendaron los siguientes medios para combatir los actos de iniciación:

  • Fuerte disciplina por los actos de iniciación (61%).
  • Investigación policíaca y persecución por los actos de iniciación (50%).
  • Ofrecer actividades positivas de unidad como alternativas (43%).
  • Más educación acerca de la iniciación positiva (37%).
  • Adultos que apoyen las actividades positivas de iniciación (34%).
  • Actividades físicamente desafiantes (30%).
  • Adultos que digan que los actos de iniciación no son aceptables (27%).
  • Buena conducta requerida para poder unirse al grupo (29%).
  • Un pacto de «no actos de iniciación» firmado por los estudiantes (23%).

Los actos de iniciación son un ritual extraño basado en la vergüenza en los cuales los fuertes (o privilegiados) humillan a los débiles (o recién llegados) con el fin de darles la bienvenida a un círculo íntimo. ¿Y no es fascinante que el privilegio de membresía incluya consentimiento a infligir dolor en aquellos que lo siguen?

¿Cómo se supone que estos actos de iniciación nos hagan mejores personas? No es posible. Se supone que nos hace leales. Se supone que nos hace sumisos para estar dispuestos a asumir lo que venga; así que estamos listos a darlo todo por el equipo.

De los jóvenes de secundaria que fueron victimizados y que no reportarían los actos de iniciación, 24% está de acuerdo con la siguiente aseveración: «Otros jóvenes harían mi vida miserable». 16% está de acuerdo con la afirmación: «No delataría a mis amigos, pase lo que pase».

PLAN DE ACCIÓN: CONSTRUIR MEJORES RITUALES DE INICIACIÓN.

Así como en el caso de los deportes organizados, no es la idea de la iniciación la que hay que romper; es la gente que hace la iniciación. No necesitas abandonar la idea, solamente redímela. Hecha de la manera correcta, la iniciación es un ritual valioso de transferencia que da la bienvenida a los nuevos al dejarles entrar a los secretos de la cultura orgánica humana y espiritual, no solamente los hechos del organigrama y la declaración de misión.

Jim Hancock: Fui a trabajar a una iglesia que tenía la tradición de secuestrar a la clase de noveno grado un sábado por la mañana con la intención de iniciarlos en el grupo de jóvenes. Los jóvenes con licencias de conducir eran enviados con un par de acompañantes para sacar a los pequeños de sus camas mientras aún estaba oscuro. Algunos de los jóvenes mayores disfrutaban usar camuflaje y pintura en el rostro y utilizar alguna soga como parte del secuestro. Era toda una aventura, a menos que fueras uno de los secuestrados, que tendían a estar desorientados por la experiencia, algunas veces un poco ruda, y casi universalmente vergonzosa (excepto para aquellas chicas que recibían algún aviso de una amiga mayor y se sentaban vestidas esperando que los secuestradores llegaran; para ellas tal vez todo funcionaba bien). Preguntando un poco, escuché suficientes historias de incomodidad como para entender por qué esa era la última vez que algunos de los jóvenes venían al grupo de jóvenes. Así que lo detuve. Pensé que debía haber una mejor manera de darle la bienvenida a la promoción que llegaba sin humillación y susto hasta la muerte. Algunos de los jóvenes mayores se quejaron durante unos treinta segundos, antes de que la mayoría admitiera que nunca les había parecido totalmente correcto a ellos tampoco, y avanzamos para inventar algunos nuevos rituales.

Las iniciaciones efectivas construyen relaciones y un sentido creciente de pertenencia basado en el respeto mutuo y en el compartir. Cualquier ritual que viola ese espíritu pone en peligro tu misión. Cada ritual que engrandece las relaciones y la pertenencia en interacciones respetuosas sirve a tu misión.

  • Reúne a un grupo de jóvenes maduros y adultos, y compartan ideas de rituales honrosos y comprometidos que te ayuden a iniciar a los nuevos y que involucren a los mayores en transmitir esta cultura.
  • Elimina cualquier vestigio de actos de iniciación nocivos.
  • Crea algo inusual, como un día en que los jóvenes mayores compiten entre sí para servir a los más pequeños.
  • Reinventa la práctica de confirmación para tu propia tradición espiritual.
  • Crea viajes, retiros y eventos increíbles para cada grupo de edad (escalando en lo sofisticado y la aventura según los jóvenes avanzan en tu programa).
  • Diseña proyectos de servicio.
  • Facilita la mentorización entre los jóvenes.

Extracto del libro Cómo Ayudar a Jóvenes en Crisis.

Por Jim Hancock y Rich Van Pelt

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