“¿Un/a chico/a cristiano puede salir con uno/a que no lo es?”

Pero si sabemos cuál es la respuesta, ¿por qué se­guimos preguntando? ¿Por qué seguimos bus­cando a la persona que nos tire “esa ondita” que nos puede tranquilizar al saber que después de todo no somos los únicos que tenemos ganas de hacer lo que en el fondo sabemos que no nos con­viene?

Para empezar yo no creo en lo que algunos llaman «salidas misioneras», que es cuando uno se relaciona con un no cristiano con la esperanza de que se convierta al Señor. Aunque alguna vez resultó bien, son casos muy excepcionales. La mayoría de las veces eso simplemen­te no funciona. Pero alguna vez una joven cristiana que estaba saliendo con un flaco no cristiano me decía: “Te aseguro que aunque no viene a la iglesia es mucho mejor persona que muchos de los que están acá adentro». Y no lo dudo, pero eso no es motivo para justificar esta acción.

VAMOS A VER QUE PIENSA DIOS DE TODO ESTE ASUNTO.

La Biblia no dice explícita­mente: «No saldrás con un no cristiano», pero si nos dice que las parejas no deben estar en «yugo desigual» (2º Corintios 6:14-16). Leélo en tu Biblia, vas ver que está bien clarito.

Pero aun así siempre habrá alguno al que le quedan dudas y Patricia me dijo: «Mi novio no es para nada creyente pero a él no le molesta que yo sí lo sea, incluso me viene a buscar siempre después de la reunión». Pero él no tiene el Espíritu de Dios y tarde o temprano esa diferencia va a ser muy importante. «¿Andarán dos juntos, si antes no se han puesto de acuer­do?» (Amos 3:3).

A ver, pensá un poquito. ¿Cómo podés desarrollar un amor profundo y tener un total entendimiento con tu novio/a si dicha persona no puede entender las cosas de Dios? Los cristianos no miran las cosas de la misma manera que los que no lo son. Si estás involucrado, o a punto de involucrarte, en una relación romántica con una persona que no tiene a Jesús en su corazón, es importante que te des cuenta que nunca vas a tener la relación completa y honesta que Dios quiere que tengas. Si la otra persona no es cristiana seguro que no es la elección de Dios para vos.

CASI SIEMPRE LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Pero también tenemos que mirar el otro lado. Porque si te gusta alguna persona que pretende ser cristiana pero no lo es, también este asunto te va a traer problemas. El hecho de que concurra siempre a la iglesia (religioso) no te asegura que tenga una relación genuina con Jesucristo; y también encontramos sobre el tema en la Biblia, podés leerlo en 1º Corintios 5:9-11. En este pasaje podemos ver que es mucho peor asociarse con alguien que dice ser cristiano pero no lo es, que con alguien que ni siquiera dice ser cristiano. Mejor es que ni te acerques a ese chico o chica que en la iglesia parece ser re-espiritual pero, fuera de ella, mejor ni hablar de su conducta.

Te voy a contar un caso real (lo único que voy a cambiar son los nombres):

Susana y Marcos se conocieron en la iglesia, los dos trabajaban con el grupo de jóvenes. Se enamoraron y después de orar un tiempo, comenzaron a salir como novios con el consentimiento de sus padres. Marcos era uno de los músicos de la iglesia, pero también colaboraba en todo lo que estuviera a su alcance, era muy educado y respetuo­so con todos. Podríamos decir que era «una joyita», todas las hermanas de la iglesia que tenían hijas lo veían como el candidato ideal para ser su yerno. Pero la afortunada fue la mamá de Susana. Para no hacerla más larga, te cuento que Marcos sabía jugar bien su papel de cristiano.

Como nadie lo conocía fuera del templo no tenían ni idea de cómo se relacionaba con los demás. Pero la que se llevó la peor sorpresa fue Susana, porque cuando menos se lo espera­ba, Marcos comenzó a exigirle cosas que se suponía ni siquiera las tenían que nombrar (pero estas cosas sí estaban en la mente de Marcos). Al punto de ser muy rudo con ella cuando intentó lograr sus objetivos. Según decía él: «Está todo bien. Mientras no lleguemos al final disfrutemos lo más que podamos el uno del otro». Pero Susana la tenía bien clara y cortó por lo sano cuando descubrió la verdade­ra persona que era Marcos. Menos mal que no fue demasiado tarde, como en otros casos en los que las cosas terminan mucho peor.

Para cualquier situación Dios tiene respuestas y lo mejor es que Él se anticipa a los malos ratos que pasamos por culpa de la mala elección de nuestra pareja. Busquemos hasta en el más mínimo detalle la dirección de Dios, siempre escuchando el consejo de nuestros padres y líderes. Casi siempre Dios nos habla a través de ellos.

Por Enrique Gómez

Revista Nivel 17. Año 4. Nº 20.

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