El campamento de verano estaba en lo mejor, y las chicas aprovecharon ese tiempo libre de la media tarde para sentarse a conversar a la sombra de unos árboles frondosos.
-«Todos los años espero este campamento, siempre hago nuevas amistades. Y además no más escuela, ni tareas para hacer»-, dijo Romina.
-«Tampoco padres»-, replicó Florencia.
Gisela miró hacia arriba y vio los árboles mecerse por el viento. Después de pensar un rato dijo: -«Mi mamá últimamente se está interesando por mí: ¿A dónde vas? ¿Qué clase de amigos tenés? ¿A qué hora vas a volver?, cada vez que salgo de casa parezco una nenita de jardín de infantes».
-«Sé lo que se siente»-, dijo Florencia, -«el otro día estalló la tercera guerra mundial, mi mamá no me dejaba salir a pasear y me decía que estaba demasiado cansada para discutir el tema, ¿entonces, qué se supone que tengo que hacer? ¿Quedarme en casa y mirar televisión?».
-«Deberías ir a la casa de tu papá»-, dijo Gisela, -«eso es lo que yo hago, cuando mi mamá tiene esa clases de argumentaciones».
-«Es una buena idea, pero mi papá murió cuando tenía 7 años; solamente estamos nosotras dos, mi mamá y yo».
-«Bueno, pero al final tu papá no te abandonó como el mío hace un año atrás. Lo odio por dejarme a mí y a mi mamá solas».
-«Odio es una palabra muy fuerte»-, dijo Florencia, -«a veces discutimos violentamente con mi mamá, pero no la odio».
-«Bueno yo odio a mi padre. El nos ignora, nunca nos llama, ni nos envía dinero. Cuando mamá le pide que la ayude, la trata como si fuera una basura».
Florencia miró a Romina y dijo: -«¿Y vos? ¿Qué me contás? ¿Pensaste qué harías si tus padres se divorciaran?».
-«No, ellos nunca harían eso, a veces se pelean, como todo el mundo, pero siempre están juntos».
-«¿Cómo podés estar tan segura?»-, le preguntó Gisela, -«en la escuela hay un montón de chicos que tienen sus padres divorciados».
-«Bueno»-, dijo Romina, -«quizás sólo espero que ellos estén juntos, no quiero pensar en eso, sería horrible».
Florencia miró a Gisela y agregó: -«Al principio pensaba que los otros chicos me trataban de una forma diferente, pero es un consuelo saber que al menos a nosotras nos queda uno de nuestros padres… como mi mamá».
Los ojos de ella se iluminaron y sonrió agregando: -«No importa si tenés a tus dos padres o no, demóstrales a los demás que a pesar de todo la vida continua».
(CONTINÚA…)
Por Ann Cannon
Los devocionales son de gran bendicion para todo aquel que los lea, podemos compartirla
con otros jovenes que lo necsite. Bediciones.
Hola Valentina. ¡¡Bienvenida!! Gracias y por supuesto que podes compartirlos!!! Bendiciones!!!