Pasaje Clave: Lucas 15.

A Jesús lo seguían los publicanos (odiados por todos por ser recaudadores de impuestos) y los pecadores, aunque él no era como ellos. ¿Y por qué lo seguían? Porque Jesús los amaba y los desafiaba a creer en él y cambiar sus vidas. Sin embargo, esto le caía muy, muy mal a los fariseos legalistas. Y como ellos preferían que los perdidos sigan perdidos (vs.1-2), Jesús les cuenta tres cortas historias…

HABÍA UNA VEZ… UNA OVEJA ENCONTRADA
Lee del versículo 3 al 7.
¿Era tan importante “una” oveja cuando en el rebaño había 99?
¿Valía el sacrificio de ir a buscarla exponiéndose a un montón de peligros?
¿Valía el esfuerzo por reunir a los amigos para contarles que la había encontrado?
¿Era tan importante? ¡Si era sólo una oveja!
Sí… Sí… Sí… Y sí. ¿Sabes por qué? Porque en la historia de Jesús, la oveja representa a aquellos que siendo parte del reino de Dios (el rebaño) se dejan engañar y confundir por las mentirosas del diablo, o por modelos negativos de liderazgo y poco a poco se enfrían, se apartan y se pierden. ¡Búscalos! ¡Desafíalos a volver! ¡Gánalos otra vez para el reino de Dios!

Explícame algo. ¿Tengo que ir a buscar a todos los que se fueron?
No. No a todos. Ni Jesús hizo eso. Muchos se fueron porque quisieron y eligieron voluntariamente apartarse. Excusas, indiferencias, falta de arrepentimiento, pecados no confesados, habladurías. Habiendo sido parte de las cosas de Dios eligieron vivir a su manera. Déjalos. Dios tratará con sus vidas.
Pero hay otros que por su edad, por su inmadurez, por la presión de sus amigos, por ignorancia, por ser muy “nuevitos” en el Señor, o por haber sido heridos, abusados o confundidos por otros creyentes, están luchando interiormente bajo una gran presión.
Miran desde lejos esperando que alguien salga a buscarlos. Alguien que los valore y los ame por lo que son. A todos los que están o se sienten así, tenemos que salir a buscarlos.

HABÍA UNA VEZ… UNA MONEDA ENCONTRADA
Lee ahora los versículos 8 al 10.
¿En dónde se perdió la moneda? ¿Adentro o afuera de la casa?
¿Qué hace la mujer cuando la encuentra?
¿Sabías que hay chicos y chicas “perdidos” adentro de la misma iglesia, “perdidos” dentro de tu grupo juvenil?
Sí, leíste bien. PERDIDOS adentro de la iglesia.
Perdidos por la falta de amistad de los “mas espirituales”.
Perdidos porque los “más consagrados” no les dan importancia.
Perdidos por que los “de más años de iglesia” están muy ocupados organizando cosas entre ellos y los ignoran deliberadamente.
Perdidos porque los que “sirven a Dios” no se acercan a integrarlos y conocerlos. Están taaaaaan ocupados con el ministerio.
¿Hay “perdidos” dentro de tu ministerio juvenil?
¿Qué harás para empezar a “encontrarlos”?

HABÍA UNA VEZ… UN HIJO ENCONTRADO
La última historia de Jesús es de contenido doble (vs.11-32).
¿Qué hace el hijo menor? (vs.11-14).
¿Y qué consecuencias sufre? (vs.15.17).
Finalmente, ¿qué decisión toma? (vs.18-20).
¿Y cómo reacciona el padre con él? (vs.20-24).
Estos son los hijos de Dios que lo tienen todo en Cristo, pero están desesperados por “probar” un poco de mundo. Desesperados por querer vivir como todos los demás. Conocen al Señor pero eligen vivir como si no lo conocieran. No seas tibio. O amas a Dios o amas lo que no es de Dios. Aún así, el amor del Padre no cambia y espera que regreses a él.

¿Y el hijo mayor, el que nunca se fue? ¿Qué pasa con él? (vs.25-30).
¿Y cómo le responde su padre? (vs.31-32).
Si eres de los que nunca se apartaron del Señor, si siempre fuiste fiel, si siempre lo amaste y trabajaste en su Reino, y estuviste comprometido y te bancaste los buenos y malos momentos, entonces no reacciones como el hijo mayor. No seas un hijo de Dios amargado, aprende a disfrutar doble. Disfruta por aquel que fue encontrado y volvió y ha sido restaurado. Y disfruta porque las mayores bendiciones están reservadas para ti. ¡Disfruta!

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

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