Continuemos.

Ella estaba impura y enferma. Había sido usada. Estaba hundida en la vergüenza. Había sido ahoga­da por la culpa. Ahora ella tiene miedo de amar otra vez. Aun tiene miedo de ser amada. Ella sabe que no puede cambiar el pasado. Ha manchado su vi­da. .. .con una mancha que nunca se borrará. Ella era extremadamente joven. Finalmente se dio cuenta de cuán joven era.

Esta historia ha sido tomada directamente de la reali­dad. Estos son los sentimientos de culpa, autocompasión, odio, vergüenza e impureza que ella sintió a la tierna edad de 13 años. Algunos de esos sentimientos todavía exis­ten. Los siente en este mismo día.

Tener relaciones sexuales antes del matrimonio fue la más horrible experiencia de mi vida. No fue la satisfac­ción emocional ni la adquisición de experiencia que el mun­do dice que es. Tener relación sexual fue algo enteramente personal. Fue como si mi ser interior hubiera sido desnu­dado y mi corazón había quedado solo. Se supone que el sexo es una expresión de amor. El con­cepto del sexo ha sido distorsionado por el mundo. Los medios de comunicación tienen una influencia enorme en la gente. Los medios de comunicación han proclamado que sexo es amor, y que amar es tener relación sexual.

Los medios de comunicación han proclamado también que el sexo puede ser algo muy casual. Pero Dios nos di­ce que no debemos ser engañados (1 Corintios 6:9), y que no debemos conformarnos a este mundo (Romanos 12:2). El sexo es algo que Dios ha determinado que sea una expre­sión de amor dentro del matrimonio. Si dos personas se aman lo suficiente para desear tener relación carnal, tam­bién deben amarse lo suficiente para desear casarse y per­manecer juntos toda la vida. Significa amarse lo suficien­te para ser íntimos y personales el uno con el otro, con nadie más. Es un tipo de amor que es incondicional y apre­ciado. Algo no sólo para emocionarse pasajeramente, si­no como un compromiso para toda la vida.

El sexo es al­go tan profundamente personal que debe ser expresado sólo al compañero que has elegido para toda la vida. El sexo es algo que tú debes dar a una sola persona, dentro del matrimonio, porque el matrimonio es una relación muy exclusiva y especial (Hebreos 13:4).

Tener relaciones sexuales antes del matrimonio fue el peor error que he cometido. Compartí mi ser con alguien a quien no amaba, y con el cual nunca había pensado es­tablecer una relación permanente, o casarme. Me entre­gué a uno que resultó ser un extraño para mí. Yo sé que Dios me ha perdonado este pecado, pero sé también que nunca voy a recuperar mi virginidad. Aunque Dios ha ol­vidado mi pecado, yo no puedo borrar mi pasado ni igno­rar mi futuro. Algún día me casaré con alguno, y com­partiré algo muy especial con él. Pero también tendré que decirle a él mi desastrosa experiencia. Temo que llegué el día cuando tenga que decirle al hombre que amo, que él no es el único, aunque yo deseo que él lo sea.

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

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