En otras ocasiones el problema se espiritualiza. Con la idea de que el Espíritu Santo nos guiará en la tarea, hemos obviado la planificación y la preparación para el ministerio. Como pastores y padres consideramos que los puntos anteriores constituyen una negligencia total. Cualquiera de nosotros que tuviera que ponerse en las manos de un neurocirujano, le exigiría mucho más que buena voluntad; le pediría que tuviera la preparación, profesionalidad y destreza necesarias. Del mismo modo, como padres no vamos a permitir que nuestros hijos estén a merced de personas cuya única credencial para el ministerio sea la buena voluntad.

Sinceramente, creemos que eso resulta totalmente insuficiente para convertir a alguien en líder. Aún más, es nuestra sincera opinión que deberíamos destinar al ministerio con la infancia y la juventud a las personas más capacitadas y preparadas de nuestras iglesias. Aquellas que poseen más talentos han de estar en estos ministerios, ya que no debemos olvidar que los niños y los adolescentes perciben a la iglesia y la actitud que esta tiene hacia ellos por medio de las personas que les ministran. Las personas poco o insuficientemente preparadas pueden causar daños irreparables en la vida de niños y adolescentes.

Autoevaluación

  • ¿De qué forma afecta a los jóvenes la realidad de vivir en dos mundos diferentes: el de la iglesia y el de la sociedad? ¿Cómo podemos ayudar a los jóvenes a sobrellevar con éxito esa tensión?
  • Muchos de nuestros jóvenes no tienen en claro la experiencia de conversión. ¿Por qué resulta importante ayudarlos a que lo hagan? ¿Cuáles pueden ser los peligros de no hacerlo?
  • ¿Qué implica que la palabra de dios no tenga impacto en las vidas de los jóvenes de hoy? ¿Cómo podemos ayudarlos para que la Biblia les resulte algo vivo y dinámico? ¿Qué peligros tendremos que enfrentar si no lo hacemos?
  • En tu opinión, ¿Cuál es la causa de que tan a menudo se desatiendan las necesidades de los jóvenes en las iglesias? ¿Qué peligros pueden derivarse de ello?
  • ¿Por qué a los jóvenes no se les delegan responsabilidades significativas? ¿Qué características debería tener una responsabilidad para lograr un efecto educativo y de crecimiento sobre el joven?
  • ¿Cuál es el peligro de no hacer una clara distinción entre la forma y la función? ¿Por qué hemos de adaptar las formas a los tiempos cambiantes? ¿Cómo afecta eso a la pastoral juvenil?
  • ¿Cuáles son las implicaciones que las deficiencias en la educación familiar acarrea a la pastoral juvenil? ¿Cómo podemos enfrentarlas?
  • ¿Qué sucede cuando los jóvenes carecen de marcos de referencia adecuados? ¿Qué desafíos plantea eso a la pastoral juvenil?
  • ¿Cuál es el peligro de trabajar para el entretenimiento o mantenimiento de los jóvenes, en vez de hacerlo para su crecimiento?
  • ¿Por qué la buena voluntad no resulta suficiente para llevar a cabo un ministerio con los jóvenes?
  • ¿Qué cualidades debería tener una persona para poder ejercer como líder de jóvenes?

Trabajo práctico

Analiza la situación de tu grupo de jóvenes a la luz de las características que han sido expuestas en este capítulo. En ese trabajo deben considerarse todas las características, sin excepción.

Extracto del libro «Raíces».

Por Félix Ortiz.

Lee Para Líderes – ¿Por qué Abandonan la Iglesia los Hijos de los Creyentes?

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí