Pasaje Clave: Lucas 18.
Luego de los acontecimientos relacionados con su 2º venida, Jesús les narra dos parábolas (exclusivas de Lucas).
UNA VIUDA, UN JUEZ
¿Cuál es la enseñanza de la primer parábola? (vs.1).
¿Qué personajes la protagonizan? (vs.2-3).
El juez es un hombre injusto, pero ¿qué actitud de la viuda lo lleva a hacerle justicia? (vs.4-5).
¡Sí, exacto! La viuda era muy insistente. “Hazme justicia”… “Hazme justicia”… “Hazme justicia”… “Hazme justicia”…
Era una viuda. Estaba sola. No tenía a nadie que la ayudara. Su única “arma” era la perseverancia. Insistir, insistir e insistir hasta que el juez la escuchara e hiciera lo justo.
¿Cómo concluye Jesús la parábola? (vs.7-8).
Si un juez injusto y malo le hizo justicia a una viuda desamparada y sola porque fue perseverante en su pedido, ¡cuánto más hará Dios por nosotros si clamamos a él día y noche! Ora, ora y ora hasta que Dios diga: “Lo hago”, “Te lo doy”, “Es tuyo”.
UN FARISEO, UN PUBLICANO
¿Cuál es la enseñanza de la segunda parábola? (vs.9 y 14).
¿Quiénes son sus protagonistas? (vs.10).
¿Con qué actitud oraba el fariseo legalista? (vs.11-12).
Y por el contrario ¿cuál era la actitud del publicano? (vs.13).
El fariseo oraba para escucharse a sí mismo. El publicano oraba para que Dios lo escuche.
El fariseo oraba para que la gente escuche cuán “buen tipo” era. El publicano oraba para que Dios perdone sus pecados.
El fariseo era soberbio. El publicano había aprendido a humillarse.
Dios ignoró al fariseo. Dios aceptó y perdonó al publicano.
¿A quién te pareces?
NIÑOS EN ACCIÓN
En sólo 3 versículos Lucas sintetiza 3 poderosas enseñanzas:
1. Los niños también necesitan el toque de la bendición, del amor y del cuidado del Señor. Si tienes hermanitos menores, ora por ellos, declara sobre sus vidas que serán poderosos en Dios. Ya sé que son cargosos y se meten en todas tus cosas y te tocan todo, pero como hermano mayor puedes enseñarles a conocer el amor de Dios (vs.15).
2. Jesús acepta incondicionalmente a los niños. No los abusa, no los maltrata, no los explota. Los ama. ¡Que nadie les impida conocer al Señor! (vs.16).
3. Se necesita la fe sin cuestionamientos de un niño para entrar al reino de Dios (vs.17).
UN JOVEN RICO… PERO MUY RICO
¿Qué necesidad tiene el joven rico? (vs.18).
¿Qué le responde Jesús? (vs.19-20).
¡Este pibe era re-santo! Mira lo que le dice a Jesús (vs.21).
Entonces Jesús lo pone a prueba. ¿Qué le pide que haga? (vs.22).
¿Y cómo reacciona el joven rico? (vs.23).
¡Se deprime! El bajón que nunca tuvo en toda su vida le pega todo junto ahora. Nunca se imaginó que Jesús le pediría que renunciara a sus riquezas.
El problema del joven rico no era tener muchas riquezas. Su gran problema era ¡que le gustaba mucho el dinero! ¡Amaba el dinero! Soñaba con los dólares y los euros que ganaba día a día. ¡Era lo más importante en su vida! ¡Pobre loco! Por amar su dinero perdió la vida eterna.
Jesús dice que es muy difícil para los ricos entrar en el reino de Dios (vs.24-25).
¿Por qué? Porque el gran problema de los ricos es que pueden tener todo lo que quieren con absoluta facilidad, sin importar lo que cueste. Por lo tanto, no necesitan a Dios. Dios no les hace falta. El dinero es su “dios” y mientras lo tienen “son invencibles”.
Escucha. El dinero no es malo y es totalmente necesario. Y si puedes ganar mucho dinero honestamente, gánalo, pero recuerda que el dinero no compra vida eterna, no compra perdón de pecados, no compra el amor de Dios, no compra la salvación (vs.26-30). No compra propósitos de Dios para tu vida.
Las restantes historias de este capítulo léelas en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 19.
Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”
Por Edgardo Tosoni
