UNA DECISIÓN DE ALTO VUELO
En la década de los 60, la empresa Douglas Aircrafts estaba compitiendo con la Boeing para venderle a la aerolínea Eastern sus primeros jets. Se dice que el conocido piloto y héroe de guerra Eddie Rickenbacker, que en ese tiempo era presidente de Eastern, le comentó al señor Donald Douglas que las especificaciones que le había dado para sus aviones demostraban que sus DC-8 eran tan buenos como los aviones que estaba ofreciendo la Boeing, excepto por la cantidad de ruido dentro del avión.
Rickenbacker le dijo a Douglas que si él podía modificar esos números y lograr que hubiera menos ruido en la cabina, el contrato sería suyo… Luego de consultar con sus ingenieros, Donald Douglas llamó a Rickenbacker y le confesó que la verdad era que no podía prometer que sus aviones tuvieran menor cantidad de ruido en la cabina. Le dijo que esos eran los números reales, y que no podría hacer nada al respecto.
—Yo ya lo sabía —contestó Rickenbacker—. Solo quería ver si usted todavía era honesto. Luego de eso, le concedió a la compañía Douglas Aircraft un contrato multimillonario para proveer los primeros jets de a empresa.
Nosotros nunca sabremos qué negocios nos perderemos si decidimos ser corruptos en lugar de ser honestos. La falta de honestidad, a largo plazo, no rinde frutos. De hecho, la falta de integridad en los negocios es como un cáncer que se está comiendo a la sociedad. Francis Fukuyama, en su libro Trust (Confianza) explica justamente cómo es que la falta de confianza entre los empresarios de hoy en día hace que los negocios y la economía en general sean mucho más lentos y complejos que los tratos que cerraban nuestros abuelos tan solo con un apretón de manos.
Stephen Carter, profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Yale y autor del libro Integrity, explica que la integridad requiere de tres pasos concretos:
- Discernir lo que está bien de lo que está mal (saber qué es lo bueno y lo malo).
- Actuar de acuerdo a esas convicciones, aun a pesar de tener que pagar un precio personal por hacerlo.
- Expresar abiertamente frente a otros que uno está actuando de acuerdo a su propio discernimiento del bien y del mal.
Cuando viajo ofreciendo conferencias, especialmente en aquellas que presento para empresarios y políticos, suelo definir «integridad» de la siguiente manera: Integridad es… Hacer lo que se tiene que hacer, cuando se tiene que hacer, como se tiene que hacer, y sin importar las consecuencias.
Si queremos disfrutar de la prosperidad integral, entonces en primer lugar debemos desarrollar un carácter íntegro, sólido. Debemos descubrir las cosas en las que creemos y aprender a vivir de acuerdo con ellas, nos cueste lo que nos cueste. Ese es el tipo de hombre o mujer que el mundo admira.
Se dice que Abraham Lincoln dijo una vez: «Tú puedes engañar a todos algún tiempo, puedes engañar a algunos todo el tiempo, pero no puedes engañar a todos todo el tiempo». Eventualmente la gente que está alrededor tuyo sabrá quién eres realmente. En especial la gente que se encuentra más cerca tuyo.
En este sentido tenía razón C. E. Andrews, cuando decía: «No tienes segundas oportunidades cuando hay una mancha negra en tu integridad». No importa qué tan grande puedas llegar a crecer o cuántos millones puedas llegar a acumular, la falta de integridad tarde o temprano te hundirá. Además, tu falta de integridad no solo afectará tu vida personal y familiar. También afectará tu futuro. Ya se nos advierte en Gálatas 6.7: «…Cada uno cosecha lo que siembra».
DOS HISTORIAS DE HONOR, UNA GRAN LECCIÓN
Uno de los abogados de Al Capone se llamaba «Easy» Eddie (Eduardo «el Tranquilo»). Eddie tenía fama de ser uno de los mejores y más sagaces abogados en todo Estados Unidos. Tal era su capacidad para manejar casos difíciles que, a pesar de que el gobierno federal norteamericano había invertido cantidades enormes de dinero buscando la forma de poder encarcelar a Al Capone, nunca habían tenido éxito y Al Capone seguía libre. Al Capone, por su parte, premiaba a su inteligente abogado con un buen sueldo, lujos, poder político, y hasta una casa que cubría toda una manzana en la ciudad de Chicago. «Easy» Eddie estaba casado, y un día él y su esposa tuvieron un hijo. Eddie amaba profundamente a su hijo… Sin embargo, había una cosa que «Easy» no podía darle a su pequeño heredero: un buen nombre. Los amigos de su hijo lo confrontaban con la triste realidad de que su padre era el que estaba permitiendo que un gánster como Al Capone continuara robando, matando y corrompiendo a la sociedad. «Easy» Eddie lo pensó seriamente. Y un día decidió que ese no era el ejemplo que le quería dejar a sus hijos y a sus nietos. Eddie se contactó con las autoridades y se entregó a la policía para hacer lo que era correcto, a pesar de las consecuencias. Finalmente fue gracias a su testimonio en la corte que el gobierno norteamericano logró poner a Al Capone tras las rejas. No mucho tiempo después fue acribillado a balazos en una oscura calle de Chicago.
La segunda historia tiene que ver con un desconocido piloto de la fuerza aérea norteamericana.
El 20 de febrero de 1942, durante una de las batallas en el Pacífico, el portaviones Lexington recibió órdenes de atacar posiciones japonesas en Nueva Guinea… No mucho después, los aviones Wildcats del portaviones Lexington entraron en combate con dieciocho bombarderos japoneses. Los primeros nueve bombarderos fueron destruidos por los Wildcats, pero cuando la segunda tanda de bombarderos llegó a las inmediaciones del portaviones Lexington, solamente un joven piloto y su acompañante estaban lo suficientemente cerca de la formación japonesa como para defender la nave. Para colmo de males, las ametralladoras del avión de su acompañante se trabaron, y este joven piloto quedó absolutamente solo frente a los nueve bombarderos enemigos. En un acto de heroísmo extremo, el piloto apuntó su Wildcat hacia los bombarderos enemigos y, en medio de una verdadera lluvia de balas, atacó de frente a toda la formación… Su accionar fue tan efectivo que retrasó el ataque nipón, dándole tiempo al resto del escuadrón americano de llegar y eliminar a los que quedaban. Ese día este joven piloto norteamericano salvó a su portaviones y defendió la vida de todos sus camaradas. Por este acto de valentía y renuncia personal, fue ascendido a Teniente Comandante y recibió la más alta condecoración que ofrece el gobierno de Estados Unidos: la Medalla de Honor del Congreso. Ese joven piloto se transformó, sin dudas, en uno de los héroes más conocidos de la segunda guerra mundial. Su nombre es «Butch» O’Hare.
¿Por qué te conté estas dos historias? ¿Qué tienen ellas en común? Lo que tienen en común es que «Butch» O’Hare era el hijo de «Easy» Eddie.
No hay un legado más precioso que podamos dejar a nuestros herederos que el ejemplo de un carácter sólido… a pesar de las consecuencias. Piénsalo… Cuando tomas decisiones de negocios, o decisiones económicas, debes hacer lo que es correcto, no lo que es conveniente. Debes entregar tu vida en pos del bien, y oponerte al mal, aunque eso te cueste todo lo que tienes. Puede que no veas el impacto de tus decisiones durante el transcurso de tu vida, pero serán como las repercusiones de un temblor que impactarán el futuro de tu familia hasta la 3º y 4º generación, o hasta por mil generaciones… (Puedes leer más sobre esto en Éxodo 20.5-6 y 34.6-7, y Deuteronomio 5.9-10 y 7.9-10). No lo dudes. Ser una persona íntegra vale la pena.
ACTIVIDAD.
¿Cuáles fueron tus pensamientos luego de leer el relato sobre la empresa Douglas Aircrafts?
El autor dice que en nuestras vidas «la falta de honestidad, a largo plazo, no rinde frutos». ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué sí, o por qué no?
- ¿Qué opinas sobre la falta de honestidad o la corrupción a nivel empresarial?
- ¿Qué opinas sobre la falta de honestidad o la corrupción a nivel país, en los sectores públicos?
- ¿Podrías dar una definición en tus propias palabras de lo que significa «integridad»?
- ¿Cuáles fueron tus pensamientos luego de leer las historias de «Easy» Eddie y de «Butch» O’Hare?
- ¿Te consideras a ti mismo como una persona «íntegra»? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Hay cosas en tu vida que te gustaría cambiar en este sentido?
La integridad en la Biblia. ¿Te gustaría ver algunas cosas que dice la Biblia con respecto al tema de la integridad? Contesta estas preguntas tomadas del curso financiero La aventura de navegar juntos:
1. Tener una vida religiosa no significa que seamos íntegros delante de Dios. Lee los siguientes versículos y menciona los diferentes pecados cometidos por gente religiosa:
- Jeremías 7.9-11
- Mateo 21.12-13
- Mateo 23.25
- Tito 1.10-11
2. Lee los siguientes versículos y escribe por qué será que Dios demanda de nosotros absoluta integridad:
- San Juan 1.14
- San Juan 14.6
- San Juan 16.13 1 Juan 5.7
3. Lee San Juan 8.44 y medita en quién le da vida a las mentiras que decimos.
4. Lee los siguientes versículos y coloca al lado de cada uno cómo lo aplicarías el día de hoy, en nuestra sociedad, y qué significa cada uno para tu vida personal.
- Proverbios 4.24
- Proverbios 6.12, 16, 19, Proverbios 12.22 y Efesios 4.25
- Proverbios 14.5 y 25
- Proverbios 16.11, 20.10 y 20.23
- Proverbios 23.10
- San Lucas 3.12-14 1 Corintios 6.7-10
Extracto del libro Finanzas Inteligentes Para Una Nueva Generación
Por Andrés Panasiuk