Nuestra labor como padres no es establecer nuestro control, sino llevar a nuestros hijos e hijas a una sumisión sincera al control del Señor. Así que nos esforzamos diariamente para involucrarlos en la consideración, confesión, compromiso y cambio. ¡Dios ha escogido usarnos para hacer su llamamiento a nuestros adolescentes! Como padre, nos sometemos a Su señorío al servir con un espíritu de embajadores en las cocinas, cuartos familiares, dormitorio y pasillos de la vida.
En este capítulo hemos considerado tres estrategias fundamentales para educar a los adolescentes: Tener un proyecto de educación (enfocarse en lo que necesitamos para trabajar en el momento); conversación constante (contacto y ánimo a diario debido a la ceguera espiritual); y llevar al arrepentimiento a tu hijo (produciendo consideración, confesión, compromiso y cambio). Ninguna de estas estrategias puede estar sola. Cada una complementa a las demás. Juntas dan un enfoque y dirección a las interacciones diarias con tu adolescente. Te dan un sentido cotidiano de que sabes qué es lo que estás haciendo, porqué lo estás haciendo y cómo necesita ser hecho. Estas estrategias también serán usadas por Dios para restringir tus propios pecados al tratar con tu hijo o hija. Expondrán en tu corazón los lugares en los que el enojo, la impaciencia y la frustración estorban la obra que Dios te ha llamado a realizar.
Recuerda, el Dios que nos ha llamado nos está educando. Está con nosotros en cada situación y relación. Nuestro Padre nos guiará, dirigirá, protegerá, perdonará, liberará y amará. Nunca nos dejará solos. Cuando estemos trabajados y cansados, él nos hará descansar. Su fortaleza obrando en nosotros logrará más que todo lo que pudiéramos pedir o imaginar. Nuestro trabajo como padres no es liberar a nuestros hijos del pecado, sino ser agentes del único que sí puede hacerlo. ¿No es maravilloso que al educar a los hijos que ha puesto bajo nuestro cuidado, nosotros podemos descansar bajo el suyo?
Preguntas
- ¿Cuál es la primera estrategia propuesta por el autor?
- Basándose en el Salmo 36:1-4 ¿Cuáles son las dos deficiencias en el corazón del impío que se aplican a nuestro adolescente (y a nosotros)? ¿Qué dos partes del entendimiento personal señala este Salmo?
- ¿Cuáles son las tres metas de educar con un proyecto?
- ¿Cuál es la segunda estrategia? ¿Por qué necesitan conversación constante nuestros adolescentes?
- ¿Cómo describe Hebreos 3:12-13 el alejamiento de nuestros corazones de Dios?
- ¿Qué sugerencias da el autor para combatir la ceguera espiritual?
- ¿Cuál es la tercera estrategia?
- ¿Cuáles son los cuatro pasos del proceso de arrepentimiento y reconciliación?
- ¿Qué preguntas pueden ayudar a tu adolescente a ver cosas acerca de sí mismo?
Extracto del libro «Edad de Oportunidad».
Por Paul David Tripp.