Como vemos en Mateo 5:14-16, cada uno de nosotros debe acercarse de forma estratégica a las personas que aún no conocen a Dios. Debemos desarrollar intencionalmente amistades con ellos para intentar sostener conversaciones espirituales.

¡En realidad, si miramos bien a nuestro alrededor, ya contamos con este tipo de amistades!

  • ¿Quiénes de tus compañeros de trabajo o estudio no son cristianos?
  • ¿Quiénes de tus vecinos no son cristianos?
  • ¿Quiénes de tus familiares no son cristianos?

Posiblemente algunos de nosotros, así como nuestros jóvenes, tengamos muchos conocidos que no son cristianos. ¡Qué bien! Ellos representan oportunidades que Dios te brinda para compartir el evangelio. No obstante, muy a menudo los líderes no tenemos muchas porque estamos demasiado sumergidos en la subcultura cristiana, o peor aún… ¡algunos no tenemos ningún amigo o amiga no creyente! Si este es tu caso, haz algo al respecto. No hay excusa para ser una víctima de esta circunstancia. Haz lo que sea necesario para colocarte estratégicamente cerca de personas no cristianas a fin de tener conversaciones espirituales con ellas: inscríbete en un gimnasio, visita siempre las mismas tiendas, toma clases en la universidad, etc.

Este es un excelente ejercicio personal que debes inculcar también en los jóvenes de tu grupo. Recuérdales que el evangelismo no está basado en las actividades que organizan como ministerio, sino en las relaciones y las conversaciones que desarrollen. ¡Ellos son los evangelizadores, no los eventos! ¡Qué gran privilegio! ¡Qué gran responsabilidad!

Además, tú y tus jóvenes están ahora en una mejor posición para darle seguimiento a cualquier decisión espiritual que los demás estén tomando. ¡Cada uno puede ser ahora la persona que va a discipular a los nuevos creyentes! Esto ya no es una carga o un problema para el ministerio juvenil, ya que no es necesario repartir tarjetitas con nombres de jóvenes que no conocemos, pero asistieron a un evento evangelístico. Nuestro desafío será entrenar a los jóvenes para guiar a los nuevos creyentes.

  • ¿Qué crees que necesitan tus jóvenes para darle seguimiento a otros jóvenes que están tomando decisiones espirituales?
  • ¿Viene a tu mente algún material o manual que podría servirte en este caso?

En www.nuevavidaencristo.org podrás encontrar muy buenos materiales bíblicos gratuitos para utilizar en la formación de nuevos creyentes, de excelentes capacitaciones en cuanto al evangelismo en tu país.

UN MISMO EVANGELIO PERO MUCHAS HISTORIAS DIFERENTES

Hasta este punto de la discusión se mantiene latente una pregunta que posiblemente surgió en tu mente desde el principio, pero que he querido dejar para el final. ¿Qué debemos decir a la hora de evangelizar a alguien? ¿Cuál es el método correcto? ¿Qué versículos hay que memorizar y repetir?

Estas son inquietudes legítimas y válidas. Quizás podamos aprovecharlas y darles una nueva perspectiva.

  • Dale un vistazo a la conversación de Jesús y Nicodemo en Juan 3:1-21.
  • Dale un vistazo a la conversación de Jesús y la mujer samaritana en Juan 4:1-42.
  • Dale un vistazo a la conversación de Pedro y los tres mil en Hechos 2:14-41.
  • Dale un vistazo a la conversación de Felipe y el etíope en Hechos 8:26-39.

Ahora, permíteme repetirte las preguntas anteriores: ¿Qué debemos decir a la hora de evangelizar a alguien?

  • ¿Cuál es el método correcto?
  • ¿Qué versículos hay que memorizar y repetir?

¡No existe un único modelo de evangelización en la Biblia! No hay un método que sea el definitivo, el único, el exclusivo, el mejor a la hora de hablar de evangelismo.

Si les prestas atención a los ejemplos en Juan y Hechos que leíste antes, verás que cada conversación partió de una situación particular. ¡Cada caso es diferente! Y así será en la actualidad también: cada conversación con una persona no cristiana será distinta a otra que hayas tenido antes con alguien más. Por eso no existe una sola manera de presentar el evangelio, no hay una fórmula que se pueda utilizar en cada caso. Sin embargo, sí hay dos verdades que son inconfundibles, fundamentales y necesarias en toda conversación espiritual: quién es Cristo y qué ha hecho por nosotros.

¡Todo el mensaje del evangelio es acerca de Cristo! ¡Toda conversación espiritual debe apuntar hacia la cruz! Lo más importante no es memorizar un discurso ni conocer buenos ejemplos para debatir las objeciones. Lo más importante es presentar a Cristo y lo que él ha hecho por nosotros.

El único método es el relacional, el de las amistades, pues permite conocer a la persona y discernir el momento y la manera para tener conversaciones que apunten a la cruz de Cristo. Más allá de indicarles a los jóvenes qué decir cuando están evangelizando, debemos enseñarles a ser amigos de los no cristianos y a conocer quién es Cristo y lo que ha hecho por nosotros. ¡Esta será la mejor estrategia!

¡EN MARCHA!

Haz una lista de «los diez más buscados», es decir, las diez personas con las que procurarás sostener conversaciones espirituales durante los próximos días:

  • 1.
  • 2.
  • 3.
  • 4.
  • 5.
  • 6.
  • 7.
  • 8.
  • 9.
  • 10.

Dedica un tiempo a diario a fin de orar por oportunidades para conversar con estas personas y ser sensible a las oportunidades evangelísticas.

¿Qué podrías hacer esta semana para contactar a «los diez más buscados»? ¿Cómo podrías animar a tus jóvenes a seguir tu ejemplo en esta faceta de tu vida y ministerio? ¿De qué maneras crees que estas ideas comenzarán a afectar tu liderazgo convirtiéndolo en uno más estratégico y audaz?

Extracto del libro “Estratégicos y Audaces”

Por Howard Andruejol

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