Continuemos.

Conforme vayas implementando la estrategia te darás cuenta de que no todos los muchachos van al mismo ritmo, para algunos será fácil invitar a sus amigos a alguna actividad organizada por el ministerio juvenil de tu iglesia, pero para otros no lo será así. Por lo tanto, deberás estar atento a los puntos fuertes y débiles de cada joven, con el fin de ayudarles a librar los obstáculos que se les presenten y de esta manera lograr la armonía en el grupo.

D. Comunicación.

La comunicación es básica en todas las etapas de la elaboración de una estrategia, pero hacemos énfasis en esta etapa de la ejecución ya que tenemos un equipo de trabajo con el cual debemos mantener una muy buena comunicación. Al igual es de mucha importancia mantener a todos informados de los avances, actividades y situaciones que se presenten. Una buena comunicación promete muy buenos resultados en la creación, adopción, ejecución y evaluación de una estrategia.

Ahora es común entre los jóvenes el uso del correo electrónico, Facebook y Twitter. Aprovecha estas herramientas lo más que puedas y mantente en contacto con tus jóvenes.

E. Demostración.

Es aconsejable que se haga una prueba o demostración de la estrategia ya sea en un grupo pequeño o incluso en el mismo grupo de trabajo. Esto viene siendo como un experimento el cual al final dará resultados que nos ayudarán en la implementación de la estrategia. También a esto le podríamos llamar un plan piloto o un grupo experimental. De acuerdo a los resultados podemos corregir o reafirmar los puntos clave de la estrategia elaborada.

F. Delegación.

Jesús realizó su ministerio con miras al momento en el que sus discípulos habrían de asumir la responsabilidad de la obra y salir al mundo con el evangelio redentor. Toda estrategia de evangelismo se hace con la visión de que cada uno asuma su responsabilidad en el cumplimiento de la Gran Comisión. En este caso se inicia creando conciencia en los integrantes del equipo de trabajo con el fin de que ellos también tomen sus responsabilidades y aprendan a integrar a otros en la tarea. La filosofía de la evangelización está basada en la siguiente premisa: Porque no es de unos cuantos.

Podemos ver el ejemplo de Jesús, en el tercer recorrido que hace a Galilea (Mateo 9:35; Marcos 6:6), se dio cuenta de que había llegado el momento en el que los discípulos podían participar directamente en la obra. Ya habían visto lo suficiente, por lo menos para comenzar. Ahora necesitaban poner en práctica lo que habían visto hacer a su Maestro. Por esto «llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos» (Marcos 6:7; Mateo 10:5, Lucas 9:1-2).

Al igual que el águila madre enseña a sus crías a volar empujándolas fuera del nido, así Jesús empujó a sus discípulos al mundo para que probaran sus propias alas. ¡Empuja a tus jóvenes!

Por Sergio Benjamín Soria Fernández

Lee Estrategia de Evangelismo: La Evaluación

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí