PASEO DE COMPRAS

Realizar las compras todos juntos es una buena idea para ahorrar mucho tiempo y comenzar de modo divertido el reti­ro de fin de semana. En lugar de comprar toda la comida por anticipado y transportarla en paquetes voluminosos con cajas que chorrean líquido, compremos lo necesario en un super­mercado cercano al lugar del retiro. Todo el grupo de jóvenes puede participar. Luego de dejar los bolsos en el campamen­to, repartamos pequeñas listas de compras con dos o tres pro­ductos para llevar hasta los carros de compras designados, que estarán bien señalizados y ubicados cerca de las cajas registradoras. ¡Entreguemos premios al comprador más veloz y a aquel que encuentre la mejor oferta! (Stephen Williams)

RECUERDOS PERSONALES

Para el próximo retiro, juntemos los siguientes materiales: pape­les de colores, lapiceras, lápices, marcadores, crayones, revistas, tijeras, goma de pegar, cinta adhesiva e hilo. Luego escribamos los nombres de todos los participantes del retiro en trozos de papel. El primer día, hagamos que cada persona tome un nom­bre sin mirar. El nombre que le toque a cada uno se convertirá en su amigo secreto durante todo el fin de semana. Los chicos tendrán a su disposición los materiales para armar un Libro de Recuerdos durante el tiempo libre. Pueden llenarlo con fotos, dibujos, poesías, versículos bíblicos y comen­tarios sobre información que hayan obtenido sobre su amigo secreto. Pueden incluir lo que más les gusta o admiran de esa persona, sus talentos, aquello con lo que contribuyen al grupo, lo que más extrañan cuando no está presente… y cualquier otra cosa que haga sentir bien al amigo secreto. Uno de los objetivos es que todos mantengan en misterio los nombres de sus amigos secretos, e intenten conocer mejor a esa persona sin ser descu­biertos (lo cual permitirá que conozcan a otras personas para disimular).

Al final del retiro podemos reunir a todos para un culto de oración y apartar un tiempo para exponer los libros confeccio­nados. Es enriquecedor que se muestren de a uno por vez para que todos puedan disfrutar viendo a los demás leer sus libros. El que recibe un libro, debe entregar el que diseñó a su amigo secre­to. Cerremos el culto de oración con una canción conocida por todos. (Mary Kay Fitzpatrick).

GRUPOS DE VERSÍCULOS

Una alternativa para formar pequeños grupos en un retiro consiste en escoger anticipadamente algunos versículos de la Biblia y escribir una o dos palabras de cada versículo en dis­tintas tarjetas (8 x 12 centímetros), dependiendo de la canti­dad de personas que se necesiten por grupo. Escribir en una tarjeta el nombre del libro y en otra el capítulo. Finalmente, mezclar las tarjetas y entregarle una a cada adolescente. Luego concederles a los chicos un tiempo para armar los versículos. Cada grupo quedará conformado por los adolescentes que hayan reunido las partes de un mismo versículo. (Jim Shewmaker y Steve Kraftchick).

ES LA HORA DE LOS ABRAZOS

Informemos a los acampantes sobre una nueva regla para todos. Cuando ellos oigan la alarma de nuestro reloj sonar, deben gri­tar: «¡Es la hora de los abrazos!» y abrazar a la mayor cantidad de personas posible, antes de que la alarma se detenga. Llevemos el reloj siempre a todos lados y hagámoslo sonar cuando algún grupo de chicos, numeroso o pequeño, se encuen­tre cerca de otro. (Jan Schaibl).

LAS BIENAVENTURANZAS DEL RETIRO

Cuando nuestro grupo salga para su próximo retiro, tengamos copias de las Bienaventuranzas del Retiro (a continuación), listas para ser distribuidas a todos los jóvenes y consejeros. Coloquemos también una copia en algún lugar visible de cada habitación. (Dave Canter). Aquí el modelo:

Bienaventurados los varones que permanezcan en las habitaciones de varones y también el varón que no ingrese a las habitaciones privadas del sector de mujeres, porque él vivirá largos años y prosperará. El también recibirá el permiso para permanecer aquí todo el fin de semana, pero castigo traerán sobre ellos mismos aquellos que se encuen­tren en la habitación equivocada. Sí, tanto varones como mujeres deberán permanecer en los logares apropiados.

Bienaventurados serán los jóvenes que lleguen puntualmente a las comidas, porque no serán llamados «lavadores de platos».

Bienaventurados aquellos que sean llamados «amantes del silencio», porque harán muchos amigos en estas tierras, pero castigo hallarán aquellos que molesten a otros con sus radios o elementos similares. Verdaderamente os digo, vuestras baterías podrán ser arrancadas de vues­tras manos si se precisare más que un simple pedido para que bajen el volumen o detengan sus músi­cas.

Bienaventurados aquellos que recojan cualquier basura que vean, porque los consejeros y líderes les sonreirán, pero, ¡ay de aquellos que vayan por la vida dejando envoltorios de golosi­nas por el suelo y basuras entre los arbustos! porque de seguro os digo que se os asignarán las peores tareas de limpieza. Creed esto, ya que no son amenazas vacías, sino más bien promesas de seguro cumplimiento.

Bienaventurados aquellos que no se acerquen a las aguas salvo que tengan autoriza­ción expresa, sino que más bien permanezcan secos la mayor parte del tiempo, porque, ¡qué terri­ble seria para alguno caer a las aguas heladas y no tener quién lo rescate! Os aseguro que para esa persona sería mejor no haberse acercado nunca a los lugares prohibidos.

Bienaventurados aquellos que participen de todo corazón en los juegos, canciones, lec­ciones, comidas y en todas las actividades del retiro, porque de seguro serán llamados «aquellos que saben cómo divertirse», y su nombre será conocido por todas estas tierras, pero para aquellos que no quieran jugar nuestros tontos juegos, el castigo será el aburrimiento.

SUBASTA PÚBLICA

Esta es una buena actividad para un campamento, que los chicos disfrutarán muchísimo. Con anterioridad debemos pedir a cada uno de los miembros del equipo de líderes que done un talento o servicio para ser subastado. Asegurémonos de que todos los miembros del equipo estén de acuerdo con las ideas que surjan y que todos cumplan con la oferta que realicen en cuanto a sus talentos o servicios.

Esta lista de ejemplos fue pensada para un campamento donde los chicos mantenían los pequeños grupos de sus habi­taciones para diversas actividades. En la subasta, los chicos hadan sus ofertas por grupos:

  • Marcos preparará palomitas de maíz y las servirá durante la fogata de la noche al grupo que pueda pagar el precio.
  • Sara, vestida con un traje propio de una reina, los paseará por tumos en bote por el lago durante una hora, ¡y remará ella!
  • Juan llevará a uno de los grupos fuera del campamento para tomar un helado.
  • Karen, Raúl y Ester disfrazarán de artistas al grupo que los gane en la subasta y cantarán con ellos durante la cena del sábado.
  • Catalina está dispuesta a servir el desayuno en la cama a cualquier habitación que pueda pagar el precio.
  • Julia y Marina servirán una cena con velas, completada con vestidos de gala y flores sobre la mesa.
  • Cintia, Erica y José cantarán al grupo una serenata de can­ciones seleccionadas de nuestro cancionero y luego arroparán a cada miembro del grupo a la hora de dormir.
  • Joel y Linda, nuestros salvavidas, organizarán una fiesta noc­turna privada de chapuzones para el grupo que ofrezca más.
  • Muriel les leerá cuentos antes de dormir.
  • Andrés organizará una noche para acampar bajo las estrellas, con fogata incluida.

Los consejeros pueden sentarse con sus grupos para ayu­dar a supervisar las ofertas. Designemos un subastador oficial para que lleve adelante el proceso. También precisaremos alguien que tome nota para que lleve registro del dinero gasta­do y las ofertas ganadas. Debería asignarse una cantidad igual de dinero falso o «campa-pesos» a cada grupo para que puedan realizar sus ofertas. Si estamos recaudando fondos para algún proyecto, podemos utilizar dinero real. Si nos aseguramos de que todas las ofertas en la lista resulten atractivas para los acampantes, ¡será un éxito rotundo! (Eileen Thompson).

Extracto del libro Campamentos

Por Autores Varios

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