A. Director del campamento: La responsabilidad del director es coordinar todos los aspectos del pro­grama referidos a la recreación y el entretenimiento. Como líder, es la persona central y puede tomar todas las decisiones que tengan que ver con el programa. El director es el enlace entre los líderes encargados de los adolescentes y los líderes encargados del programa; y está a cargo de todas las reunio­nes de consejería.

B. Director de varones y director de mujeres: Estos dos manejan la mayor parte de la disci­plina, excepto los casos serios que requieran la participación del director del campamento. Sus responsabilidades principa­les son revisar las habitaciones luego de que se apaguen las luces y realizar controles periódicos durante las reuniones.

C. Orador: El orador es el que presenta la mayor parte del contenido temático en el campamento. Una prédica por día debería ser lo máximo que se espere de esta persona en cuanto a reuniones generales. Los seminarios o conferencias a elección permitirán a los acampantes la libertad de no escu­char nuevamente al orador. Por supuesto, los oradores pueden dictar un seminario o una conferencia a elección para un grupo más reducido, pero demasiada exposición puede dismi­nuir su eficacia. Como organizadores, deberíamos suplir las siguientes necesidades del orador:

  • Alojamiento y baño privado.
  • Sábanas y manta de cama.
  • Tiempo libre.
  • Honorarios (previamente acordados) antes de que el orador se retire del campamento.

D. Director de Recreación: Esta persona está a cargo de toda la recreación, ya se trate de competencias o de tiempo libre. También organiza las competiciones por equipos, con sus respectivos jueces, puntuaciones, reglas y materiales.

E. Consejeros: Las responsabilidades de los conseje­ros no deberían limitarse al tiempo concreto que dura el campa­mento. Idealmente, debería existir ya una relación desde antes del campamento y que continúe después de que el campamento haya finalizado. Relación, liderazgo y responsabilidad son las palabras claves para un consejero eficaz. Antes que todo, el con­sejero esta allí para construir una relación íntima con el acam­pante y se espera con eso conseguir una atmósfera de apertura y confianza. Es responsabilidad del consejero, en segundo lugar, discernir dónde se necesita un liderazgo para guiar al acampan­te hacia el crecimiento. Por supuesto, será una vez finalizado el campamento que el consejero resulte de verdadera ayuda, al apartar tiempo para estar juntos. Es recomendable que, como mínimo, la edad de los consejeros supere la de la escuela secun­daria, que estos pertenezcan a la misma iglesia y que estén bien entrenados.

Extracto del libro Campamentos

Por Autores Varios

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