Veamos los siguientes aspectos en el desarrollo social del adolescente.
1. Una vida que cambia.
EI ser humano es social por naturaleza y requiere la compañía y la relación con otras personas. El psicólogo A. Maslow habla de necesidades sociales, de relación o de pertenencia en sus estudios sobre las necesidades humanas. Prueba de ello es el hecho de que, prácticamente, todas las personas pertenecemos, á, lo largo de nuestra vida, a varios grupos sociales; familia, colegio, club deportivo, «pandilla», “tribus”, asociación cultural, iglesia…
2. La Sociabilidad en el Adolescente.
La sociabilidad del niño puede considerarse «vertical y jerárquica, hecha de subordinación y de obediencia». Esta expresión significa a dependencia del niño de sus padres, maestros… Ya que, aunque tenga relación con otros niños (hermanos, colegio, iglesia) estas relaciones son todavía superficiales, egocéntricas…; lejos de las posibilidades de cooperación, comprensión, comunicación afectiva y altruismo propias de las relaciones interpersonales de los años de a adolescencia.
En la medida en que el adolescente afirma su propia identidad personal, en ocasiones a través del contraste e incluso de la crítica de los modelos familiares y adultos en genera!, encuentra en el grupo el espacio que le permite la expresión y la aceptación de sus ideas. El grupo es fundamental, pues, para el adolescente por cuanto le permite la vivencia de su nueva realidad y situación, de una forma colectiva.
El Doctor J. Corbella escribe: «Cuando cree que los mayores no le van a entender o no aceptarán sus opiniones, se encierra en su silencio interior y en su dormitorio». «Se refugia en su soledad hasta que descubre que otros jóvenes también comparten sus problemas; entonces surge la necesidad de formar un grupo». La sociabilidad vertical, antes expuesta, queda complementada por una sociabilidad horizontal de reconocimiento entre iguales.
3. Relaciones en el Grupo.
El principal objetivo en las situaciones grupales es la ausencia de un objetivo concreto; la auténtica finalidad suele ser el hecho de estar juntos, hablar… Las relaciones que se establecen en el grupo suelen ser de una naturaleza tal que, incluso cuando el grupo no está junio, sus miembros continúan en relación y comunicación por medio del teléfono o a través de notas.
La pertenencia al grupo aporta:
A. Seguridad.
El grupo acepta al adolescente y éste se siente seguro en el seno del mismo al percibirse semejante a los demás y encontrar en el resto de los integrantes reacciones y sentimientos idénticos a los suyos. Para ser aceptado por el grupo, el adolescente debe aceptar las normas de funcionamiento del mismo; pero la necesidad de aceptación y de seguridad le conducen a una incorporación fácil de las mismas.
B. Compañerismo, amistad, buena relación, diversión.
C. Expresión de sentimientos.
Reducción de posibles tensiones o inquietudes al poderlas expresar verbalmente a los demás y ser comprendidos. La adolescencia es un período vital caracterizado por el cambio, por lo tanto por la crisis, por la tensión. La ambivalencia en la que nos encontramos (exigencias de comportamiento adulto y tratamiento de niño, por poner un ejemplo) nos sitúan, en ocasiones, en la necesidad de expresar nuestras perplejidades; sin duda, un buen grupo de amigos, casi siempre en circunstancias parecidas a las nuestras, puede ser el lugar de diálogo y de reducción de la tensión.
D. Aprendizaje y práctica de habilidades sociales.
Muchos de los aprendizajes que efectúa el ser humano los realiza en el grupo, a través del modelaje o imitación de las actitudes y comportamiento de los demás. Podemos decir que una de las principales formas de aprendizaje es la de la imitación de los modelos que encontramos en las personas que constituyen los grupos en los que nos integramos. Las formas de hablar, vestir, actuar, opinar… De los adolescentes son un reflejo de los comportamientos grupales. En el grupo buscamos puntos de referencia para conformar nuestro rol (papel) social. Los líderes del grupo suelen ser los principales modelos de imitación.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Expediente X”
Por Félix Ortiz y Autores Varios
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