¿Juegas a las Escondidas?
Son muchos los obreros de jóvenes que consciente o inconscientemente están atrapados en un juego inútil de ministerio a las escondidas. Ministran escondiéndose detrás de un programa exagerado, buscando con desespero la próxima idea para inflar su ministerio. Si esto describe su trabajo, mi oración es que oiga la voz de Dios y se libere. Dios nos llama compasivamente a regresar a casa donde tenemos la libertad de estar a salvo y seguros para relacionarnos con él. Es aquí donde podemos poner en primer lugar lo que va primero desarrollando nuestra propia vida espiritual y concentrándonos en crecer en Cristo.
Proverbios 5:21-23 nos recuerda que no importa cuánto hagamos por Dios o cuán ocupados estemos con el ministerio para los jóvenes, a Dios no lo podemos engañar en lo que a nuestra vida interior se refiere.
Los jóvenes que usted ministra no necesitan sus ideas ingeniosas ni sus magníficas habilidades para programar. Lo que necesitan es un modelo vivo, un hombre o una mujer de Dios apasionado por su fe. Su pasión será contagiosa. Los jóvenes querrán lo que usted tiene. Su fe lo ayudará a desarrollar un fuerte fundamento para un ministerio saludable de jóvenes. Jesús comunicó este mismo principio a sus seguidores en Lucas 6:47-49.
¡El ministerio para jóvenes es difícil! Está lleno de distintos tipos de tempestades y el poder de Dios es todo lo que usted tiene para ayudarlo a combatir los aguaceros. Ninguna idea o programa del ministerio de jóvenes pueden competir con el poder de Dios que trabaja en y por usted mientras él le da pasión por los estudiantes y usted le da un corazón puro. Si busca a Dios verá elementos sobrenaturales dentro de su ministerio que ninguna idea atractiva podría producir jamás. Al descansar en Dios y confiar en su poder, usted deja lugar para que él haga su obra. Ore pidiendo que Dios realice los milagros mientras usted lee este libro.
Ninguna idea o programa puede competir con el poder de Dios que trabaja en y por usted mientras él le da pasión por los estudiantes y usted le da un corazón puro.
Para Asimilar.
Si es un obrero voluntario, un interno, un miembro del personal pagado, o un estudiante de universidad llamado por Dios al ministerio con los jóvenes, recuerde que su ministerio con la juventud en la iglesia no será saludable si su vida no está fundada en Dios y depende de su poder. Su caminata espiritual es una parte esencial en la ecuación del ministerio saludable con la juventud.
Jesús aclaró que damos frutos cuando estamos relacionados a él, Juan 15:5. El apóstol Pablo entendió el crecimiento espiritual, y desafió a sus lectores a evaluar su fe para asegurarse de que no estuvieran solo «haciendo una pantomima» (2º Co.13:5).
Si se prueba y encuentra que necesita ayuda en su vida espiritual, lo invito a hacer cualquier cosa para reforzar este fundamento espiritual. Las siguientes acciones siempre me han ayudado:
1. Admita sus luchas.
2. Pida a Dios poder para disciplinarse con el propósito de la piedad (1º Ti.4:7).
3. Pida a Dios valor para confesar estas luchas a un amigo que verdaderamente se preocupe por usted y lo pueda ayudar.
4. Trabaje con este amigo en un plan espiritual de restauración.
Para Comentar.
Su ministerio juvenil tomará un paso saludable si usted está dispuesto a entrar en diálogo acerca del material que lee. Los líderes buenos son estudiantes ávidos, y no le temen a la discusión, aunque cause vulnerabilidad. Las preguntas al final de cada capítulo sirven como disparadores para generar discusión en el equipo del ministerio juvenil.
1. ¿Tiene un ambiente del ministerio juvenil donde se evalúa el crecimiento espiritual?
2. ¿Sienten los jóvenes que los líderes del ministerio juvenil son hombres y mujeres de Dios?
3. ¿Qué papel juega la oración en su ministerio?
4. Como un equipo, ¿está usted honestamente interesado en la salud espiritual de los jóvenes o en la emoción provocada por la apariencia de los grandes programas?
5. ¿Cómo puede motivar la espiritualidad entre sus líderes?
6. ¿Qué hará si ve en un líder señales de tener un corazón endurecido?
7. ¿Dónde es evidente el poder de Dios en su ministerio?
Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes Con Propósito”
Por Doug Fields