Continuemos.
Observa que la mentalidad de langosta hace que una persona:
- Se concentre en las debilidades en lugar de los puntos fuertes, y en las limitaciones en vez del potencial;
- Se vuelva negativa, aún en presencia de hechos positivos;
- Limite sus esfuerzos por lograr el éxito, cambiándolo por una salida fácil;
- Se desvalorice a sí misma.
Las personas que tienen una mentalidad de langosta se ven a sí mismas como indignas y de poco valor. Llegan a esta conclusión basadas en «opiniones equivocadas» en lugar de la realidad. La mentalidad de langosta no permitió que Moisés fuera todo lo que Dios deseaba, pero no lo excusó de la responsabilidad de concretar el propósito de Dios. No tenemos que mirar muy lejos para ver toda clase de personas, jóvenes o viejas, ricas o pobres, dotadas o no, que sufren de esta enfermedad de la mentalidad de langosta. Siempre debemos recordar que el diablo desea poner límites a lo que podemos hacer, pero Dios desea que pensemos como él piensa, que veamos como él ve, y que creamos que tenemos importancia en él, para poder lograr lo que él desea que logremos.
Lee Éxodo 4:15 en el margen. ¿Qué dos cosas prometió Dios?
Uno pensaría que Moisés, habiendo vencido en su lucha inicial contra la mentalidad de langosta, ya no volvería a sufrir de ella nunca más. Pero si no tenemos cuidado, si olvidamos la forma en que nos ve Dios, podemos volver a caer en los viejos hábitos. Moisés, adicto a la mentalidad de langosta en recuperación, descubrió que el pueblo, después de escuchar el informe de los espías, también se convertía en víctima de esta mentalidad. Entonces se volvió al Señor para pedirle dirección en cuanto a cómo sacar al pueblo de esta mentalidad destructiva.
3. La Mentalidad de Langosta Siempre es Destructiva Para el Plan de Dios.
La mentalidad de langosta siempre es destructiva para el plan de Dios para ti. Lamentablemente, muchas personas crecen creyendo que son inferiores. Podemos desarrollar un complejo de inferioridad, si confiamos en opiniones sobre nosotros mismos que no se corresponden con la Palabra de Dios. Cuando lo hacemos, vamos directamente al comercio local donde venden grandes dosis de la mentalidad de langosta… y aprovechamos la oferta.
Quizá hayas tenido malas experiencias en el pasado, o alguien te haya dicho cosas como: «No tienes un gran talento», «Nunca llegarás a nada», o «No tienes oportunidad». Y el diablo ha susurrado en tus oídos que eso es cierto. Él está acostumbrado a convencerte de que jamás podrás tener éxito, que otros tienen más talento, más amigos, más dinero, más inteligencia, y que nunca llegarás a su altura. Pero Dios no crea basura. ¡Tú no eres inferior! La inferioridad se refiere a las áreas externas de lo que somos. Recuerda que Dios ve tu corazón. Aunque tengas limitaciones físicas, ¡no eres inferior, porque Dios se concentra en tu interior!
Lee Números 14:1-4 en tu Biblia. ¿Cuál fue la respuesta del pueblo ante el informe de los espías?
Lee Números 14:26-35 en tu Biblia. ¿Cuál fue el resultado de la mentalidad de langosta de los espías?
Identifica algunas formas en que hayas sido víctima de la mentalidad de langosta en las siguientes áreas. Escribe cosas que has creído con respecto a tu propia capacidad o la capacidad de Dios para marcar una diferencia en cada área.
- Familia
- Escuela
- Relaciones
- Carrera/Futuro
Llena los espacios en blanco de este versículo: Pero el SEÑOR dijo a Samuel: No mires a su____________________, ni a lo alto de su_____________________, porque lo he _____________; pues Dios ________________ como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia _____________, pero el SEÑOR mira el________________ (1 Samuel 16:7).
Agradece a Dios por crearte para vencer la mentalidad de langosta. Pídele que hoy llene tu mente con sus pensamientos.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)
Por William Mitchell
Lee El Tercer Estudio de la Primera Semana.