¿De Qué se Trata?: Mostrarle a los adolescentes y jóvenes la importancia de reconocer y escuchar la voz de Dios en su vida diaria.

Pasaje Clave: Escoge cualquiera que tenga relación con escuchar a Dios.

INTRODUCCIÓN.

Haz que los jóvenes se paren hombro con hombro formando un círculo. Dale a cada uno una venda para taparse los ojos, enumera a cada uno y pídeles que recuerden su número. (Si tienes más de 20 jóvenes divide el grupo en 2). Una vez que el círculo este formado y estén numerados, pídeles que le hagan la siguiente pregunta a las personas que están a su derecha y a su izquierda: «¿Cómo estás?

Cada uno debe responder: «Muy bien, gracias». Continúa haciendo esto hasta que hayan escuchado por lo menos tres veces la pregunta junto con la respuesta.
Luego diles: «Las voces que están escuchando a su derecha e izquierda son esenciales para resolver el problema que les voy a plantear. Cuando yo les de la señal todos deben dar vueltas por el salón con sus ojos vendados y comenzarán a mezclarse entre ustedes. Estira tus manos al frente para protegerte de ser golpeado. Cuando vuelvan a escuchar la señal (luego de haber dado vueltas por un minuto aproximadamente), regresarán a su posición original según la numeración, parados hombro con hombro en un círculo, como al principio. Pueden hablar mientras se reorganizan, pero lo único que pueden decir es «¿Cómo estás?» y «¡¡Muy bien, gracias!!».

Suena el silbato (o haz la señal) y que comiencen. Después de un minuto de haber estado dando vueltas, vuelve a sonar el silbato y diles: «Ordénese según su número formando un círculo».
La única manera de hacerlo correctamente es recordar «la voz» de la persona que tenían a la derecha y a la izquierda cuando comenzó el juego.

DESARROLLO.

Cuando hayan formado el círculo y finalizado el juego, introduce el tema preguntándoles:
¿Cómo hiciste para encontrar tu lugar correcto en el círculo? ¿Cuál fue tu estrategia?
¿Podemos comparar este juego con la forma en que escuchamos la voz de Dios en la vida real? ¿Por qué sí? o ¿Por qué no?

Entre tantas «voces» diarias, ¿estás escuchando la voz de Dios?

¿Qué voces te distraen de escuchar a Dios?

Luego que los jóvenes formen dos grupos. Dale a cada grupo uno de estos pasajes: Juan 10:27-28 y 1º Reyes 19:11-13.
Pídeles que discutan en grupo la siguiente pregunta y que escriban su respuesta en un papel.
«¿Qué es lo que dice el pasaje acerca de estar atentos a la voz de Dios?»
Después de unos minutos recopila las respuestas o comentarios de los dos grupos y compártelos públicamente.

CONCLUSIÓN.

Finaliza desafiándolos a escuchar la voz de Dios.
Juega de nuevo este juego, pero esta vez con la pregunta: «¿A quién vas a escuchar? Y su respuesta debería ser: «a la voz de Dios».

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