Sin que importe si nuestro grupo está familiarizado con el Padrenuestro o le resulta completamente desconocido, este constituye un excelente ejercicio que no solo los acercará al Padrenuestro, sino que también los ayudará a entender algunos de sus significados más profundos:

1. Usando cualquiera de las numerosas fuentes disponibles (concordancia, diccionario bíblico, etc.), localicemos los dos pasajes en el Nuevo Testamento que contienen el Padrenuestro. Discutamos las semejanzas y diferencias que existen entre la versión de Mateo (Mateo 6:9-13) y la de Lucas (Lucas 11:2-4).

2. Distribuyamos tantas traducciones del Nuevo Testamento como nos sea posible (Nueva Versión Internacional, Reina Valera, Biblia en Lenguaje Sencillo, Biblia de las Américas). Pidámosle a los jóvenes que lean en voz alta por lo menos tres versiones diferentes.

3. Hagamos que los jóvenes redacten individualmente su propia versión del Padrenuestro usando cualquiera de las traducciones disponibles. Ellos pueden seleccionar las palabras y frases de cada versículo que piensen son más efectivas y significativas.

4. Después de que todos hayan terminado, invitémoslos a leer su traducción del Padrenuestro ante el resto del grupo.

5. Por consenso o votación, redactemos una traducción grupal del Padrenuestro que transmita mejor la manera en la que el grupo entiende la oración. La traducción grupal puede ser usada en el servicio de alabanza regular acompañado por una significativa explicación de parte de los adolescentes de cómo y por qué redactaron su oración de esa manera. (Kenneth Cramer).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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