1. PÁGINAS DE DIBUJOS

Esta actividad ayudará a que los chicos recuerden mejor la Escritura al verla representada en un dibujo. El idioma bíblico, especialmente el griego, es extraordinariamente pintoresco. Incluso dibujos muy simples, sin mencionar caricaturas más sofisticadas, pueden transmitir ideas a la mente de un joven mucho mejor que cualquier explicación oral que les demos.

Compremos una libreta de dibujo grande, o usemos un block hecho de pliegos de papel periódico. Estudiemos el pasaje en varios comentarios y libros de estudio de la Palabra para captar la verdad bíblica; luego empecemos a dibujar.

Si usáramos Colosenses 2:6-7, por ejemplo, podríamos tener seis dibujos: la palabra recibida (una persona recibiendo un diploma), vivan (una persona en una situación cotidiana), arraigados (un árbol), edificados (una casa en construcción), llenos (algún recipiente desbordante). Escribamos las palabras clave debajo de cada página y permitamos que el grupo dé sugerencias para los dibujos. Si tenemos algunos artistas, dejémoslos dibujar a ellos. Todos se divertirán con esto y obtendrán un firme conocimiento del significado de los pasajes que están estudiando. (Greg Fiebig).

2. HAZLO

Para generar un cambio ocasional de ritmo durante la lectura de la Escritura, indiquemos al grupo que debe escuchar cuidadosamente lo que se está leyendo, y luego ponerlo en práctica. Por ejemplo, si se lee el Salmo 95:6: «Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor», los jóvenes deberán levantarse de sus sillas y arrodillarse. Isaías 40 (RVR60) ofrece varias oportunidades de aplicar el texto: «los que esperan a Jehová» (repiquetear los dedos sobre una mesa, asentir, mirar el reloj), «tendrán nuevas fuerzas» (hacer flexiones, sentadillas), «levantarán alas como las águilas» (aletear con los brazos), «correrán», y «caminarán». Y asegurémonos de tener una cubeta cargada con agua para cuando leamos lo que dijo Jesús en Juan 4 acerca de beber de la fuente de agua viva. (Michael Frisbie).

3. FRENESÍ TELEFÓNICO

¿Los estudiantes que tenemos a cargo no ponen atención a los devocionales sobre los que deben trabajar durante la semana? Motivemos a nuestros chicos a escuchar preparando una competencia que tenga un tinte clandestino. Primero armemos una hoja como la siguiente y adaptémosla para que se ajuste a nuestro propio grupo:

Estás inscripto para jugar a «Las cinco respuestas telefónicas de Carlos». Está bien, entonces prepárate. Aquí están las instrucciones:

  • El domingo en la mañana inscríbete y pon atención al pastor Carlos.
  • Llama al cuartel general todos los días de esta semana, de lunes a viernes de 9 a 21 hs., para escuchar y responder a la pregunta diaria.
  • Antes de contestar indica tu alias y luego di tu respuesta. (En otra hoja dentro de este mismo sobre se encuentra el alias que te fue asignado. ¡No se lo muestres a nadie!)
  • Responde inmediatamente (solo dispondrás de 20 segundos para contestar) o cuelga y llama de nuevo. Solo una respuesta por alias será aceptada.
  • Si te equivocas una vez, quedas descalificado por el resto de la semana.
  • El número telefónico es: 358-974145, o la dirección de correo electrónico: [email protected]

Tal vez sea una buena idea delegar la tarea de controlar el juego a un deseoso e imparcial voluntario, dado que el trabajo requiere entrega. Numeremos varios sobres, uno para cada uno de los que sospechamos que van a querer jugar, y —con fines privados— confeccionemos una lista de referencia cruzada que indique la correspondencia del número con el estudiante que recibirá ese sobre. Pongamos en el sobre una copia con las instrucciones adjuntas, y en otra hoja escribamos un alias (nombre secreto) para cada estudiante. También deberemos contar con una línea telefónica disponible en la que colocaremos una máquina contestadora.

Siguiendo el hilo del devocional o lección, recopilemos (o pidámosle al motivador) cinco preguntas para testear la habilidad de los chicos para prestar atención a los detalles de la charla. Cuando los estudiantes llamen por teléfono el lunes, escucharán la primera pregunta, ellos tendrán que decir su alias y dar la respuesta. Al final del día, el controlador del juego deberá tabular los resultados, eliminando a aquellos que contestaron mal. El martes, oirán la segunda pregunta, y así sucesivamente.

El ganador será aquel que conteste correctamente las cinco preguntas. Conservemos las grabaciones para evitar malos entendidos. Resolvamos creativamente las situaciones de empate (nombremos ganador al que haya llamado más temprano el último día, por ejemplo). Cada domingo entreguemos un premio al ganador del concurso de la semana pasada, antes o después de la lección. (Richard Dunn).

Variación: si nos resultara complicado realizarlo vía telefónica, podemos utilizar el correo electrónico. Asegurémonos de recompensar a los chicos.

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí