Aquí presentamos una manera útil de ayudar a nuestros adolescentes a entender un poco mejor la parábola del sembrador. Utilicemos una de esas cajas que se usan para sembrar plantas, y llenemos cada bandeja con uno de los cuatro tipos de tierra mencionados en la parábola; tierra dura y seca, tierra con piedras, tierra con maleza, y buena tierra.
Conversemos acerca de la parábola con el grupo, y hagamos conjeturas acerca de cómo cada tipo de tierra puede afectar el crecimiento de una planta.
Luego plantemos algunas semillas en los cuatro tipos diferentes de tierra. Los frijoles funcionan bien. Asegurémonos de que alguien se encargue de regar las plantas cuanto sea necesario durante las siguientes semanas, y dejemos que las plantas crezcan. A medida que pasan los días, podemos realizar un seguimiento de las plantas y establecer comparaciones con los principios enseñados por Jesús en la parábola.
Tomemos aproximadamente 15 días para que el frijol crezca, luego podemos tomar algunas fotografías en intervalos de unos días para controlar cómo le va a cada una. Con las fotografías es posible armar un bonito afiche al terminar el experimento. Otra opción es trasplantar el frijol bueno a un jardín cuando esté listo, o incluso hasta comerlo con el grupo. Los chicos nunca olvidaran la parábola. (Terry Dawson).
Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio
Por Autores Varios