Los Salmos pueden ser usados efectivamente para enseñar los conceptos de la oración y petición, alabanza y acción de gracias. También son útiles para comunicarle a un grupo la lucha que tienen los individuos en la comunidad de los fieles con las emociones de dolor, desesperación, pena, amor, odio, gozo y excitación. Más abajo se encuentran resúmenes de lecciones sobre dos tipos de salmos.
I. SALMOS DE RECLAMACIÓN O PETICIÓN.
A. Información
1. La intención de las quejas: pedirle a Dios que cambie una situación o que traiga alivio.
2. Ejemplos de los dos tipos: Individual: Salmo 5, 6, 13, 22, 28, 38, 43, 54, 61. Comunidad: Salmo 44, 74, 80, 83, 94.
3. Situación histórica de la queja: 1 Samuel 7, Jeremías 14:1-9,17-22.
4. Situación en la que se encuentran los que se quejan: enfermedad, derrota, persecución, opresión, desánimo, necesidades físicas (dar a luz, lluvia, comida, etc.), pecado.
5. Componentes de las quejas: (a) Invocación, (b) queja, (c) oración por un cambio. En algunos salmos hay dos partes adicionales: (d) motivación a Dios para que intervenga y (e) certeza de que Dios escucha.
6. Un ejemplo: Salmo 22.
A. Invocación (Dios mío, Dios mío). vs.1a
B. Queja (clamo. y no me respondes). vs.1b-2
C. Motivación (En ti confiaron nuestros padres). vs.3-5
D. Queja (la gente se burla de mí). vs.6-8
E. Motivación (.mi Dios eres tú). vs.9-10
F. Suplica (No te alejes de mí). vs.11
G. Queja (Muchos toros me rodean). vs.12-18
H. Suplica (Señor, no te alejes). vs.19-21
I. Certeza de que Dios escucha, y alabanza (lo escucha cuando a él clama). vs.22-31
B. Actividad de grupo.
1. Pidámosle al grupo que repase las partes de un salmo de reclamación o petición; luego haz que lo dividan en invocación, queja y súplica (y motivación y certeza de escucha si se aplica).
2. Hagamos que los chicos identifiquen las diferentes emociones y actitudes (desesperación, ira, pena, miedo, temor, disgusto, etc.) y por qué el autor tenía razón al sentirse así. Solicitemos que examinen lo que el escritor quería que Dios hiciera con respecto a su situación.
3. Invitemos a que el grupo, como un todo o en pequeños equipos, comparta experiencias en las que tuvieron sentimientos y actitudes similares. Preguntémosles cómo respondieron ante esa situación, por ejemplo, orando, pidiendo consejo de amigos, autocompasión, etc.
4. Pidámosle a cada persona del grupo que se tome de diez a quince minutos para escribir un salmo propio, y luego leamos algunos de ellos con todo el grupo. Puede ser una queja de la comunidad que afecte a todo el grupo o a todos los cristianos, o una queja individual.
II. SALMOS DE ALABANZA.
A. Información
1. La intención de un himno de alabanza: alabar a Dios por quien él es y lo que ha hecho; y llamar a otros a alabarle.
2. Ejemplos: Salmo19:1-6, 29, 30, 33, 47, 48, 65, 66, 92, 93, 95, 96, 97, 98, 100; 111, 113, 145-150.
B. Actividad de grupo:
1. Solicitemos que el grupo identifique los diferentes estados de ánimo del salmo: gozo, alabanza, alivio, agradecimiento, etc., y las razones que tiene el autor para sentirse así.
2. Hagamos que el grupo, como un todo o en pequeños equipos, relaten momentos en los que sintieron gratitud o quisieron agradecer a Dios. Pidámosle que cuenten qué hicieron al respecto, por ejemplo, gritar, orar, decírselo a un amigo, etc.
3. Invitemos a cada integrante a escribir su propio salmo de alabanza, y luego leamos algunos de ellos a todo el grupo.
Recordémosle al grupo que la idea de un salmo de reclamación o alabanza no es que sea una maravillosa poesía, sino que esté dirigida a Dios desde el corazón y que no sea artificial. Los resultados son bastante gratificantes, y el grupo puede llegar a algunas conclusiones acerca de los salmos por sí mismo. (K.C. Hanson).
Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio
Por Autores Varios