Utilicemos el siguiente relato para estudiar Amós, el libro del Antiguo Testamento.

Estimado Sr. Amos:

Sus excesivas críticas a los comerciantes de Betel demuestran que usted posee poco entendimiento acerca de las operaciones de una economía moderna del negocio. Al leer sus dichos, nos queda la impresión de que no comprendiera que un hombre de negocios tiene derecho a obtener ganancia. Un zapatero vende zapatos para ganar dinero, todo el que pueda. Un banquero presta dinero para lograr una ganancia sobre su préstamo. Estas no son empresas de caridad. Sin las ganancias, un comerciante no puede permanecer en el negocio. Sus calumnias revelan también una falta de apreciación por las contribuciones que la comunidad de negociantes ha hecho a nuestra tierra. Los visitantes que vienen a Israel están muy impresionados por el progreso que se ha logrado en las pasadas décadas. Los hermosos edificios públicos y las casas particulares son gloriosos monumentos. Por otro lado, el incremento de las relaciones exteriores con tierras foráneas proporciona grandes oportunidades culturales a nuestros ciudadanos. Nuestra fuerza militar nos convierte en la envidia de los pueblos que ya han sido absorbido por sus enemigos. A pesar de los grandes beneficios obtenidos durante el reinado de Jeroboam II, existen ciertos niveles de pobreza, eso debemos admitirlo. Pero, ¿es justo culparnos por la inhabilidad para competir que tienen otros? Usted dice que los campesinos fueron sacados de sus tierras con engaños. ¡No fue así! Ellos vendieron sus propiedades. En algunos casos, la operación se cerró a cambio de saldar las deudas de impuestos que tenían. Otros pusieron sus terrenos en garantía por un préstamo obtenido, y no pudieron pagar las cuotas. Nadie fue engañado. Las transacciones a las que usted hace referencia se realizaron en un marco de completa legalidad. De haberse tomado la molestia de investigar los hechos, sus conclusiones hubieran sido más precisas. La verdadera razón de la pobreza es la falta de iniciativa. Las personas que van adelante en el mundo trabajan duro, corren riegos, se sobreponen a los obstáculos. Dedicación y determinación son las llaves del éxito. Las oportunidades no tocan a la puerta, se generan con creatividad y diligencia. Nuestro éxito puede convertirse en una inspiración para los pobres. Si nosotros podemos lograrlo, ellos también. Con el incremento de las transacciones comerciales, Israel crece. Más empleos, mejor paga y un aumento de las oportunidades para todos. El viejo dicho contiene más que una pizca de verdad: lo que es bueno para el comerciante, es bueno para el país. Suyo para Israel, Sindicato de Comerciantes.

Luego debatamos sobre los argumentos presentados. Aquí sugerimos algunas preguntas para someter a discusión:

Evaluemos los argumentos del comerciante a la luz de la justicia. ¿En qué momento te convencen y en qué momento no?

Supongamos que esta carta fue escrita hoy, ¿cómo reaccionarías? ¿Dónde terminan los derechos del individuo? ¿Puede administrarse justicia sin encontrar un balance entre los derechos individuales y los derechos de la comunidad? (Homer Erekson).

Extracto del libro Reuniones Creativas Para Refrescar tu Ministerio

Por Autores Varios

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